jueves, 14 de enero de 2010

Análisis sobre la situación actual del Embalse de Guri y la posibilidad de colapso eléctrico



Al 13 de enero del 2010 el lago de Guri se encontraba en la cota 260,24 metros sobre el nivel del mar, a unos 20 metros de su nivel de colapso, es poco probable que alcance ese nivel, pero en cualquier caso hay que preservar la capacidad, por cuanto pudiera repetirse otro ciclo de lluvias escasas semajante al que se vivió el segundo semestre del 2009.  
(Para mayor información ver Informe de Edelca Corpoelec sobre el Estado Actual del Sistema Eléctrico Nacional)


Antecedentes del problema
Mucho de realidad en la preocupación del Estado venezolano y nuestro presidente sobre el estado del embalse de Guri, y el efecto en su nivel que ha generado el fenómeno del Niño, particularmente fuerte en Venezuela desde el mes de mayo del año pasado 2009.
Hay que recordar que ese año fue en verdad atìpico pues nos cayó encima El Niño después de un periodo seco enero-abril bastante anormal, pues recordemos en ese cuatrimestre hubo lluvias extraordinarias constantes, a tal punto de que en el mes de enero del 2009 el caudal del Caroní registró máximos históricos,por encima de los 4 mil metros cúbicos por segundo, y en los meses centrales del periodo seco se registraron caudales muy por encima de la media histórica, a tal punto de que el nivel mínimo del lago en junio fue ligeramente superior a los 264 metros, uno de los mayores registrados para ese periodo, cuando en promedio el lago suele descender hasta los 260 metros.
Es decir hubo cuatro metros por encima de ese nivel histórico y ese fue un buen punto de partida. Sin embargo, desde mayo de 2009, cuando se suponía debían comenzar las lluvias fuertes, preámbulo del periodo de intensas precipitaciones, el Caroní y el Paragua comenzaron a registrar anormalidades en su ciclo de ascenso y caudal, demostrativos de que un nuevo Niño podía estar en puertas, por cuanto ya los expertos habían detectado anormalidades en el Pacìfico y en la temperatura de la Corriente del Humbolt, demostrativas de la inminencia de ese fenómeno.
Lluvias débiles explican descenso preocupante del lago de Guri
El resultado en la Cuenca del Caroní fueron lluvias extremadamente débiles en junio de 2009, a tal punto de que el río no creció sino bajó su caudal su primera semana, y el lago se mantuvo estable en torno a los 264 metros sobre el nivel del mar. En julio del 2009 hubo un ligero repunte del caudal y la cota del embalse, pero en agosto las lluvias volvieron a ser moderadas lo que generò un aumento del nivel del lago muy tímido.
La primera semana de septiembre el lago llegó a su máximo del 2009 cerrando su ciclo de crecimiento en 268 metros con 20 centímetros. Posteriormente las lluvias se mantuvieron moderadas, en octubre el lago comenzó a descender entre cuatro y seis centímetros por día, en noviembre comenzando el mes hubo algunas precipitaciones fuertes que lo mantuvieron relativamente estable en la cota 266 metros. Pero la alarma se encendió desde la segunda quincena de noviembre cuando las lluvias nuevamente amainaron en la Cuenca Alta, se hicieron moderadas a débiles, lo que ocasionó desde entonces tasas de descenso del lago en torno a los 7,8,9 y hasta 10 centìmetros por día.

Como consecuencia despertamos en el 2010 con un embalse de Guri por debajo de los 262 metros, es decir en mes y medio descendió cuatro metros 50 centímetros, cuando lo normal en el periodo noviembre-diciembre es que el lago cuando mucho pierda un metro, pues su caudal promedio en ese periodo debe ser de unos 3000 metros cùbicos por segundo, y la media no llegó ni siquiera a los 1500 metros cúbicos por segundo.
Incluso se registraron en los últimos días de diciembre valores de 1100 metros por segundo, un caudal que se suele presentar en el Caroní para los meses de febrero-marzo. A la fecha actual 19 de enero de 2010 el lago se ubica en la cota 259 metros con 55 centìmetros, producto de una constante de descenso de 10 centìmetros por día y de un caudal de apenas 944 metros cúbicos por segundo . Este valor comparativamente es inferior en un metro al que se registró en enero de 2003 cuando el lago de Guri alcanzó ese año su mínima cota de 244 metros en el mes de mayo. Pero es superior en casi dos metros al nivel que registró el embalse en enero de 2002, otro año de intensa sequía y de lluvias moderadas, cuando Guri bajó hasta los 249 metros en su cota mínima.
Escenarios posibles. En cualquier caso hay que extremar el ahorro de energía eléctrica
Ahora que pudiese pasar. Cuáles serían los escenarios esperados según los expertos. Bueno, admitiendo que el Niño pudiese tener la misma intensidad y extensión en el tiempo que en 2003, tendríamos un panorama difícil que nos obligaría ciertamente a tomar medidas de ahorro energético, no por el colapso supuesto de la central Guri Simón Bolívar, situaciòn que ocurre sólo si el lago baja a su nivel mínimo de operaciones que es 240 metros sobre el nivel del mar, y eso si obligaría a paralizar 8 unidades generadoras de su sala de máquinas 2. De producirse un escenario crítico sementaje al del año 2003 el lago bajaría hasta la cota 244, quedando un margen de cuatro metros más de descenso soportable hasta el nivel de colapso que es 240, que se presentaría si y solo sí el Caroní no hay lluvias en el mes de junio, lo cual es muy poco probable, porque aún en el escenario más extremo en junio el caudal promedio del Caroní Paragua se nivela con el caudal turbinado de la Central Hidroeléctrica y ello significa no descenso del lago sino la estabilidad de su cota.
Ese serìa en nuestra humilde apreciacion lo que podría ocurrir este año 2010. Ahora también es preciso acotar que existen otros escenarios posibles, como lo es que el Caroní durante estos meses enero, febrero, marzo, abril, mantenga promedios de caudal en torno a los 600 metros cúbicos por segundo, y ello implicarìa descensos de 12 a 15 centímetros por día,en promedio los cuatro meses. Con esta tasa de descenso el lago de Guri llegaría a un nivel mínimo en un rango que podríamos ubicar entre los 246 y los 245 metros, distante un metro del mínimo histórico de mayo 2003. Otro escenario es que el lago baje en promedio 3 metros por mes para un total de 12 metros hasta la cota 249 metros sobre el nivel del mar, pero consideramos que ese escenario optimista se presentaría sólo en caso de que en abril se inicien lluvias moderadas en la cuenca alta del Caroni Paragua, en una especie de adelanto del ciclo lluvioso.
Medidas urgentes ante la inminente Emergencia
Ahora cuál es la conclusión apropiada para este tipo de ejercicios estadísticos y apreciaciones. Que en cualquier caso hay que tomar provisiones. Hay que reducir ciertamente el turbinado de Guri, a un rango racional de 4600 a 4200 metros cúbicos por segundo los días de mayor demanda de electricidad y hasta los 3500 metros cúbicos por segundo los domingos, ya que el promedio actual de 5200 no guardaría relación alguna con el objetivo de ahorro energético preventivo, valga el concepto.
Hay que aclarar una vez más que el lago de Guri enfrenta un año de mínimos en sus niveles mensuales, y pudiese incluso alcanzar el mínimo histórico si el Niño incrementa su impacto y la sequía se extiende a mayo junio, o si las lluvias de ese mismo periodo mayo junio no son las normales. En cualquier caso sería muy poco probable un escenario catastrófico del lago por debajo de la cota 240 metros.
Para finales del mes de enero estaremos viviendo en el Guri lo que los técnicos denominan nivel de alerta, que se presenta cuando el embalse baja de la cota 260 metros sobre el nivel del mar y se extiende hasta la cota 248 msnm.   
El nivel de colapso del embalse comienza a los 240 metros sobre el nivel del mar, cuando es necesario paralizar 8 unidades, con lo cual deja de recibir el 40 por ciento de su demanda de turbinado.  El nivel de emergencia del lago está ubicado entre los 240 metros y 248 metros sobre el nivel del mar.
Lo cierto es que en el 2010 la segunda quincena de abril pudiesemos estar llegando a la franja de cota que Edelca denomina Nivel de Emergencia, que oscila entre 240 y 248 metros sobre el nivel del mar. Y emergencia repetimos es una situación de alerta más intensa, de promoción del ahorro energético y de programación de acciones en caso de que se pase al último nivel, el de colapso, estar prparados incluso para el peor escenario.
No significa emergencia que el lago se secará, que dejarà de llover en el Caroní por un año, o que sería necesario apagar la central hidroeléctrica, el rango del nivel de emergencia es de ocho metros, y el mínimo histórico de 244 metros en el 2003 todavía nos da una franja de cuatro metros, que difícilmente será experimentada.
Pongamos por caso lo que se sucede cuando en un país del Caribe debe enfrenar la inminencia de un ciclón o huracán, dependiendo de su magnitud se declara la emergencia y los escenarios finales pueden variar, desde daños leves hasta catastróficos, dependiendo de si se trata de enfrentarse con tormentas que pueden variar entre la Categoría 1 hasta la 5, y la devastación posible en cualquier caso dependerá de un conjunto de variables como altitud de la costa, relieve, tipo de suelo, poblamiento, tipo de viviendas, existencia de cursos de aguas, lagunas, vegetación, rocas, preparación preventiva de las comunidades, refugios disponibles, y del impacto de las variables asociadas al fenómeno meteorológico como precipitaciones, volocidad, dirección del viento, tornados, rayos asociados, etc.
En el caso de los impactos que una prolongada sequía en la cuenca alta, baja lluviosidad y bajo nivel de embalse, puedan generar en las plantas hidroeléctricas que dependen de estos vasos, lo normal es estar preparados para enfrentar estas situaciones cíclicas, extremas, que incluso han sido previstas por los técnicos que diseñan estas represas, quienes llevan un registro detallado de los valores históricos de caudal y los promedios de precipitación mínimos y máximos.
Guri y el sistema eléctrico en la agenda política opositora
Lo inusual del fenómeno en este año 2009-2010, es que se trata de un ciclo corto entre extremos mínimos, de apenas seis años, y tendríamos que estar preparados para diseñar contingencias, alertas, emergencias, incluso para lapsos entre niveles mínimos de apenas cuatro año, debido al cambio climático.
En este año 2010 tenemos en el entorno el factor político. Venezuela es un país sumido en la confrontación entre dos visiones ideológicas irreconciliables, una de las cuales, la opositora al presidente Chávez, no desperdecia ni momentos ni hechos para arremeter contra el modelo de Estado y de conducción que lidera el actual Presidente.
Esta oposición extremista,irracional,suma elementos de perturbación claramente visibles en el sistema mediático, mediante análisis, comentarios y predicciones catastróficas, falseamiento de la realidad, medias verdades, alarmismo, generación de pánico sobre todo en los sectores productivos, y el tema eléctrico desde el año pasado fue convertido junto al de la delincuencia, corrupción, inflación, vivienda, en uno de los temas preferidos de los operadores mediáticos y los líderes de opinión opositores.
Otro factor presente ahora es que la demanda de electricidad entre el año 2003 y el 2009 se ha incrementado a un promedio de 6 por ciento anual, esto quiere decir que en seis años hemos experimentado un aumento total de 36 por ciento en la demanda de energía, mientras que el aumento de la oferta de electricidad generada, a pesar de la incorporación de las nuevas unidades de màquinas de la central Caruachi y de las nuevas plantas termoeléctricas, no se ha mantenido a la par de este incremento de demanda.
Ya el sistema eléctrico nacional desde el 2007 alcanzó su pico de oferta mientras que la demanda siguió su tendencia de aumento, a pesar del decrecimiento de la economía en un 2,9 por ciento en el 2009, el consumo eléctrico se incrementó en un 5 por ciento. Esas son las nuevas realidades de un país donde la energía eléctrica es la más barata de Suramérica, donde el consumo per capita es el mayor de la región ubicada al Sur de México, donde el equipamiento de aires acondicionados, electrodomèsticos y computadoras, en oficinas y hogares crece a niveles elevadísimos.
Hay un mejoramiento real y constante de la calidad de vida y el confort de sus ciudadanos, y ello genera sin duda alguna que las demandas de energía sean tan enormes en el ámbito doméstico comercial, si las comparamos con la de otros países con economías similares a la nuestra en lo relativo a la magnitud de su PIB.
Con todo este análisis no se pretende desmentir realidades, Sino alertar que este tema de la electricidad en Venezuela ha llegado a convertirse en otra excusa más para el debate político ramplón y superfluo, para la politiquería y la guerra sucia.
No hay colapso eléctrico hay necesidad de incrementar inversiones y eficienciente uso de la energía
En nuestro país con todo y el bajo nivel de Guri, la falta de inversiones en algunas regiones, no hay una situación de colapso del servicio eléctrico, sino de explosivo incremento del consumo y lademanda, acompañado de un derroche energético que debemos contener. Porque las inversiones en el sector eléctrico son inmensas, los proyectos como la central Tocoma, la última del Bajo Caroní, todavía están en construcción son a mediano plazo.
Hay que agilizar, acelerar, ser más eficientes en la recuperación del parque termoeléctrico, recuperar con mayor celeridad las turbinas paradas en Guri, acometer proyectos de menor escala con combustibles fósiles, gas o diesel, evaluar el uso intensivo de energía solar, eólica, térmica.
Atender las fallas en la red de transmisión, incrementar el parque de subestaciones, corregir fallas. En fin se trata de estar preparados con mayor eficacia para enfrentar estos ciclos climáticos que afectan la estabilidad y calidad de la generación eléctrica hídrica en el Caroní, hacernos menos dependientes del Guri y la triada de centrales de Caruachi, Macagua y pronto Tocoma.
Son retos enormes. Son fallas corregibles. Así como se debe abordar con seriedad y contundencia el sabotaje, la negligencia  y la corrupción que áun imperan en algunos segmentos de esta industria primaria de la generación de energía.
Así como se debe recordar que la privada Electricidad de Caracas mientras estuvo en manos gringas no se ocupó jamás por el tema de la generación eléctrica o por incrementar la eficiencia de sus plantas de Tacoa, y que en líneas generales al momento de encarar la nacionalización, estatización de este sector eléctrico, el Gobierno asumió deberes bien difíciles, como el relacionado con un sector privado de servicio eléctrico, que jamás se ocupó por invertir, sino que era un simple intermediario entre Edelca y los usuarios finales.