La gentes que habita Upata ha presenciado con asombro como este noviembre de nortes, es decir de lluvias débiles a moderadas, se ha convertido de lejos en el mes más lluvioso del 2011, y la humedad ha traido consigo en las madrugadas y mañana hasta las neblinas, que acá en el valle suelen ser normales en los meses de junio julio.
En este noviembre llevamos 10 días soportando precipitaciones excepcionales para la época del año, es decir cada tres días el valle del Yocoima es testigo de lluvias que en promedio sobrepasan los 40 mm, o lo que es más sencillo 40 litros por metro cuadrado, incluyendo el chaparrón torrencial del 21 de noviembre que se extendió por más de dos horas, provocando afectaciones a las familias que viven en las zonas de alto riesgo, en las cercanías de quebradas y ríos.
Por cierto el Yocoima, cauce principal de Upata, tiene ya dos semanas en sus máximos, y la quebrada de El Caballo, la que nace en el Cerro El Toro, también presenta un caudal considerable en la serranía y su laguna recolectora en el piedemonte, cercana a la Urbanización Manuel Piar, está totalmente llena.
Igual nivel ha alcanzado, desde hace varios meses, desde agosto, el embalse de Cupapuicito, a tal punto de que la quebrada localizada aguas abajo de su presa y aliviadero, se encuentra también en sus máximos, ya que en varias ocasiones se ha desbordado por el puentecito del Italo Venezolano, el de la Pugas Padilla.
La selección gráfica acá insertada nos muestra varios ángulos del río Yocoima, desde la Piar y la Ayacucho, y una toma reciente, del 25 de noviembre, de la quebrada del Caballo, en el sector del Dique del Cerro El Toro, a 550 metros sobre el nivel del mar, casi 200 por encima del valle de Upata.
El Dique en el Cerro El Toro, tributario de la quebrada de El Caballo.
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