sábado, 28 de noviembre de 2015

Uneg Upata un Oasis Verde en la Upata del Siglo XXI

Arboles frente al módulo de aulas, clitorias y cedros amargos Cedrela odorata
Desde el estacionamiento se nota la variedad de especies de flora.
Jardín de ixoras, palmas y árboles se multiplican en la sede universitaria.
Robles y caobos conforman un área sombreada en el estacionamiento de la Uneg Upata
Naturaleza viva y muerta en los espacios verdes de la Uneg Upata.
A la sombra de este mango Manguifera indica, una de los árboles primigenios de esta sede universitaria.
Árboles ya maduros araceaes y arbustos.
Desde hace 26 años la Universidad Nacional Experimental de Guayana en su sede Upata, denominada Menca de Leoni, se ha convertido en referente de una bien planificado proceso de siembra, transplante, y mantenimiento de especies de flora, que la convierte en el espacio verde urbano más emblemático de Upata. Incluso superior al que pueden representar otros escenarios de recreación pasiva natural de mayor tradición y antiguedad florística como la Plaza Bolívar, el Obelisco, la Plaza Piar o el Parque Bicentenario.
Tanto por la cantidad y calidad, como por la variedad y grado de conservación de las especies de flora, árboles y arbustos, este espacio intervenido destaca como una especie de jardín botánico, que es necesario cuidar, conservar y promover, para el disfrute de las nuevas generaciones de upatenses, que tiene allí la posibilidad de entrar en contacto con un área  verde excepcional, donde destacan tanto especies nativas del trópico guayanés, otras autóctonas propias de ecosistemas localizados al Norte y Este del Orinoco, así como algunos ejemplares de árboles originarios de las zonas ecuatoriales de Brasil, y otras especies exóticas del Asia, que se han adaptado sin problemas a nuestra ciudad del Yocoima.

jueves, 29 de octubre de 2015

Los Erythrina o bucares en Upata

Bucare Blanco Erythrina Variegata en la plaza de Manuel Carlos Piar al Este de Upata, este ejemplar ya fue talado sin razón alguna.
 
Poema a los Bucares
Caen las hojas

En la levedad de una mañana

Que se antoja  inquieta de vientos

Caen las palabras que deshojan

El misterio de unos ojos que ya no miran.

                  Por eso en Upata 

                               Ya no florecen los bucares.


Árbol de sombra es una palabra extraña

Que no significa nada

Para quien no atrapa el canto

De un árbol

                  Por eso en Upata 

                           Ya no florecen los bucares.


La ausencia no precisa de distancias

Siempre estuviste ahí

Prodigando tu sombra

Engalanando el espacio

Y sin embargo, la ingratitud

Signó tus horas de presencia.

                    Por eso en Upata 

                            Ya no florecen los bucares.


Del naranja oscuro

Al rojo de tus flores

Se viste de luto la mirada

Y se dispersa  tu presencia

En leves trazas de la ausencia.

                    Por eso en Upata 

                          Ya no florecen los bucares.

Daniel Ruiz Correa

Por las condiciones climáticas del valle del Yocoima y sus cercanos cerros y colinas, y porque no hubo tampoco tradición de siembra de árboles de sombra para las plantas de valor económico como cafetos y cacaos,  los bucares autóctonos plantados en Upata no son prolíficos o abundantes. Es difícil por lo tanto contemplarlos en sus parques, jardines, áreas verdes urbanas o bosques, y también son escasos en las zonas rurales, donde solo se consiguen ejemplares aislados, a diferencia de otras regiones del país, la cordillera de la Costa, los Andes y las zonas bajas del Delta y Monagas donde el bucare nativo el Erythrina Poeppegiana Bucare Ceibo y el Erythrina Fusca Bucare Anauco o de Agua, son representativos de sus ecosistemas naturales o plantaciones.Y aunque el poeta Daniel Ruiz nos evoca que el bucare ya no florece, insertamos por fin una imagen no tan cercana, del año 2012, del Erythrina variegata, con una de sus inusuales y escasas floraciones, el de la gráfica tuvo un inusitado despliegue de colorido de un rojo intenso, que pudimos disfrutar por escasos días en la plazoleta de la urbanización Manuel Carlos Piar.

Efectos del Niño se sienten con fuerza en región Guayana Año 2015 destaca en Upata y Este de Guayana por bajas precipitaciones y registros de temperaturas extremadamente altos

Valle del Yocoima Upata desde el topo del cerro El Toro, en julio del 2015

Las recientes lluvias, intensas focalizadas y acompañadas con actividad eléctrica no comunes en este mes de octubre,  no fueron sino un inusual fenómeno atmosférico que no modifica la tendencia y el efecto que el Niño ha tenido este año en nuestro país y en la región Guayana, donde por cierto debemos activar extremar el seguimiento a nuestra principal fuente de energía y suministro de agua potable, el río Caroní, ya que el embalse de Guri ya se aproxima a los 258 metros sobre el nivel del mar, un registro incluso inferior al que registró para el mismo mes en 2002-2003, años de sequía extrema y descenso histórico del lago, por debajo de sus promedios anuales. Insertamos este escrito elaborado recientemente en septiembre del 2015, cuando en Upata padecimos las temperaturas máximas y promedios más elevadas de las últimas décadas: 

 Balance del tiempo en Upata a finales 
del mes de septiembre del año 2015
A pesar del balance hídrico desfavorable, baja intensidad y frecuencia de lluvias y altísima insolación y evaporación, la zona más húmeda boscosa al Noreste de Upata, el sector El Buey, todavía mostraba en octubre del 2015 un verdor propio de la temperada de lluvia, y sus cuerpos de agua están todavía en niveles relativamente óptimos.
Tal como había sido previsto por los expertos en metereología, el 2015 se proyecta sin duda como uno de los años más secos y cálidos de las últimas 5 décadas tanto en América como en el resto del mundo.
Por efecto del Fenómeno del Niño se está presentando con fuerza desde el pasado mes de abril extrema humedad y precipitaciones intensas en la seca región del Pacífico, desde la zona central de Perú hasta el Norte de Chile, y sequías o temperadas de lluvias muy débiles en las regiones localizadas al Norte del Ecuador, sobre todo en su franja más cercana al Atlántico y en la zona de la Orinoquia y la Amazonía Nororiental.
La región Guayana no escapa a esta realidad, ya que el clima global en esta área del contintente americano resulta siempre muy afectada por el Fenómeno del Niño, que se activa cuando la temperatura del agua superficial oceánica frente a las costas del Sur del Perú y Centro Norte de Chile, elevan su temperatura significativamente, entre 1 ó 2 grados centígrados, lo que trae como consecuencia la inversión de las tendencias climáticas en prácticamente toda la América del Sur.
Particularmente dos situaciones destacan este año con relación a este fenómeno climático.
Año seco con insolación y temperaturas máximas extremas
En primer lugar en nuestra región del noreste de Guayana, el área de Imataca Norte, sabanas y lomeríos a ambas márgenes del Bajo Caroní, en la cuenca del Yuruari, y en la ciudad de Upata, este año 2015 se ha caracterizado por ser extremadamente seco, con altísimas temperaturas por encima del promedio, con mínimas que en enero ni siquiera se acercaron a los 21 grados, y que desde febrero se han ubicado en un rango entre los 23 y 25 grados promedio.
Este año también hemos padecido de máximas absolutas de casi 34 grados en Upata, en su zona periférica más fresca y hasta 35 grados en los espacios urbanos del centro de la ciudad, 2 grados por encima de este valor, mientras que el promedio de las máximas se ubica entre 31 y  32 grados, cuando lo usual es que sean de 30 a 31 grados. 

miércoles, 12 de agosto de 2015

Algarrobo

Algarrobo en la Escuela Santo Domingo
Otro algarrobo de mediano porte en San Lorenzo cerca del Cementerio General de Upata
Hojas en par bifolioladas del agarrobo, al fondo los frutos del árbol.
El Algarrobo, uno de los árboles más llamativos de nuestros paisajes cálidos, es una especie muy apreciada por su madera. Se trata de una planta de hermoso porte muy abundante en los bosques guayaneses, ya que ha logrado adaptarse por igual en bosques deciduos o tropófilos, o en selvas tropicales húmedas, donde crece hasta 40 metros, y despliega verticalmente su prodigioso tronco. 
Este árbol propio del trópico americano desde México hasta el Sur del Nuevo Mundo, constituye una de las especies más  atractivas, peculiares, y hermosas de esta zona de vida. 

martes, 7 de julio de 2015

UPATA: REALIDAD POSIBILIDAD DE UN PUEBLO QUE SE TRANSMUTA EN CIUDAD


Upata desde la cima del cerro El Toro a finales de junio del 2015
Aeropuerto y autopista a Guasipati, al fondo cerro Santa María, llanuras del Carichapo Guanaraparo El Cume y cordillera de Tomasote al fondo, en la frontera de Padre Chien con el municipio Roscio.
Avenida Valmore Rodríguez
Casa de los Niños Libertador, Centro de Misiones y bloques de la urbanización Cacique Yocoima
Un 7 de julio de 1762 los padres capuchinos catalanes, por mandato de su orden religiosa y con el permiso del Rey de España, fundaron la Villa de Españoles de San Antonio de Upata, asentada sobre un hermoso valle que ha sufrido significativos cambios en el uso de la tierra, donde hoy conviven por lo menos 120 mil habitantes.
La fecha es motivo de júbilo popular e institucional, pero más allá de actos oficiales y efemérides burocráticas tenemos una larga lista de necesidades y retos que enfrentar para que la ciudad en expansión tenga mayor calidad en sus servicios, mejores oportunidades de progreso, sitios para la sana recreación y una infraestructura urbana más moderna y funcional.

martes, 23 de junio de 2015

Atapaima o Amapola Flor Perenne de nuestros Campos Santos


Hermoso ejemplar de Amapola Blanca "Plumeira alba" en el Cementerio General de Upata, donde predomina como arbusto de ornamento.
La Atapaima o Amapola, que así lo denominan nuestras abuelas, es otra planta ornamental, arbustiva, que crece y expande sus ramilletes de flores blancas en patios, jardines y sobre todo en los camposantos de nuestra ciudad de Upata, donde contrasta su porte elegante con el duro marmol o granito de las tumbas.  
Esta especie cuyo nombre científico es Plumiera alba es muy común en toda Venezuela, forma parte esencial de nuestro patrimonio vegetal, sobre todo en las zonas urbanas, donde se desarrolla en todo su esplendor. Lisandro Alvarado el escritor e investigador larense lo denomina Mapola. Pero en Guayana se le conoce más bien como Amapola. Se le donomina Amopala Blanca en Mérida. 
Precisamente de la página web del Jardín Botánico de Mérica podemos extraer la siguiente información sobre la Amapola Blanca: "Este arbusto podemos indicar que pertenece a la familia botánica de las Apocynaceae, que es unaplanta laticífera porque secreta leche, crece de 3 a máximo 6 metros, tiene un tronco carnoso con cicatrices foliares, sus hojas están agrupadas, son lanceoladas de 30 centímetros de largo hasta casi 6 centímetros de ancho las más grandes, flor blanca, semillas aladas, se distribuye en las zonas xerófitas y urbanas de América Tropical, incluyendo las Antillas".
  En nuestra tradición guayanesa y en Upata la asociación de esta planta con la muerte y con los cementerios es de vieja data, por eso la vemos creciendo especialmente en nuestros camposantos el del casco central y en San Lorenzo, como acompañante vegetal de los trabajos funerarios, tiene la particularidad de que una vez madura la Atapaima o Amapola Blanca mantiene su floración de manera permanente, lo que le otorga un gran valor como arbusto de ornamento. También la podemos observar como planta de jardín.
A continuación insertamos emotivos versos de nuestro poeta upatense Daniel Ruiz dedicada a este hermoso arbusto y a su perenne floración de un blanco intenso como el trópico: 

AMAPOLA

Arbusto insomne
que conversas en la quietud de las horas
y mitigas el silencio de un día,
                             de todos los días.
Serpentean  tus flores blancas
En la levedad de un espacio
que se agotó, celadora del inasible tiempo que ya se fue. 

Por esas veredas de mármol y granito,
de polvorientas callejuelas de lápidas
Y cruces. Allí se  prodiga el linaje de tu extirpe y transcurre el silencio
de nuestros seres queridos. Tú que conversas y oyes el canto
sublime de los que ya se fueron:
dile a mi abuela, a mi hermana
A mi padre 
y a mi madre que hace poco nos dejó,
que los recuerdo con una sonrisa en los labios y tristeza en el corazón.

Amapola que congregas
En tu hojas el blanco
Como eterno homenaje
Al que sembró su impronta en la tierra.
Tu que libas la miel de este suelo
Y conversas  con el lenguaje
Indescriptible de los muertos.
A ti, te quiero plantar en mi Jardín
para que cada vez que florezcas
me traigas la voz lejana de mis muertos
en la apacible belleza de tus flores.

DANIEL RUIZ CORREA

sábado, 30 de mayo de 2015

Araguaney voz de oro Chrisantha de mi tierra seca


  
Décimas al Araguaney


Que el viento lleve estos versos

a quien me quiera escuchar

son rimas  que van a honrar

por los confines diversos

de la flora a un excelso

que vino a imponer su ley.

Su nombre es araguaney

es el árbol nacional

con sus flores sin igual

se engalana como un rey



Árbol de regio portento

en montes pueblo y sabana

mi voz a ti te declama

con desmedido embeleso.

Juega en tus ramas el viento

regando como semillas

bellas flores amarillas

que denotan  tu belleza

eres madera certeza

de la flora maravilla.



El mes de abril te engalana

y mayo te ratifica

la vista tu dulcificas

con tus flores soberanas.

El viento esparce livianas

Amarillas como el oro

tus flores son el tesoro

que te muestran cual galante

altivo y recio estandarte

Araguaney te valoro.



Estos versos lisonjeros

nacieron de mi intelecto

te brindo mi dulce afecto

mi bohemio caballero.

Hasta pronto yo te espero

Junto con Leonel Marín

él traerá en su maletín

décimas de un galerón

de su propia inspiración

para un amigo sinfín.
 Daniel Ruiz Correa Upata mayo 2015

El araguaney, nuestro impresionante árbol nacional, en la ciudad de Upata ha sido plantado como especie ornamental, sobre todo por su repentina, maravillosa pero muy breve floración, que suele coincidir con los meses más duros del verano o sequía. Al igual que su pariente cercano, su primo el apamate, este árbol no da sombra de calidad, ya que su copa no es tan profusa tupida como la del mango o el samán o el caro. Tampoco tiene frutos o semillas comestibles para los humanos, no se le da un generalizado uso medicional, y su madera aunque excelente y pesada, dura, y en otros tiempos trabajada artesanalmente, hoy no está permitido legalmente su aserrío, ya que está vedada su tala o corte, debido a su condición de árbol nacional.
 Aunque algunos pocos ejemplares adelantan su floración a finales de febrero, lo normal es que ella ocurra en meses de marzo abril y ocasionalmente en mayo, Sin duda es espectacular el araguaney cuando luego de quedar sin hojas como especie de hojas caducas, despliega sus flores amarillas, brillosas, acampanadas, agrupadas, en una sinfonía amarilla no superada por otro árbol del trópico americano. Lamentablemente esta floración es fugaz, apenas dura de tres a cuatro días, ya que al poco tiempo de brotar sus pétalos caen y se riegan por el suelo.

 Distribución en Upata
Los araguaney que se exhiben en las áreas urbanas de Upata, en su mayoría son muy jóvenes o de madurez no tan prolangada, no poseen un tamaño tan elevado como el que suelen tener en estado silvestre en las zonas de bosques secos caducifolios que se esparraman desde el valle del Yocoima, donde abundan y se muestran en todo su esplendor, alcanzado en ocasiones hasta casi 15 metros de altura. Vistosos araguaneyes se observan en sectores como la vía Manganeso, ejemplares aislados en las serranías del Toro, otros destacan en las colinas, cerros y llanuras de Santa Rosa, igualmente en las tierras cálidas del Norte de Upata, entre Altagracia, El Valle, Buen Retiro, Mundo Nuevo, Los Rosos y Monte Ralo. 
El Araguaney es un árbol autóctono perteneciente a la familia de las Bignoneáceas.  Su nombre científico es Tabebuia chrysantha. Tabebuia es un vocablo de origen indígena (Caribe), que conforma un género muy difundido en los bosques secos y húmedos del trópico venezolano y de gran parte de la América Meridional. Chrysantha a su vez es palabra proveniente del griego que significa “voz de oro”. Así, el Araguaney es la “voz de oro” que representa la flora venezolana. No obstante debido a que sus flores son muy parecidas y además se despliegan en todo su esplendor en la misma época del año, se le suele confundir con otras especies del mismo género, como el puy, entre otras. También al araguaney se le conoce con los nombres de Acapro, Curarí, Araguán o Cañada y Flor Amarilla.
Descripción del araguaney

El araguaney es un árbol de mediano tamaño, su altura oscila entre 6 y 15 metros; su tronco es recto, cilíndrico y de unos 60 centímetros de diámetro. Puede crecer derecho o torcido, en bosques de ambientes secos, en bordes de sabanas, valles o lomas áridas, hasta alturas de 1.200 metros.

La madera del araguaney está entre las más duras del trópico americano, ya que si se lanza al agua un pedazo, éste se hunde como una roca. Se ha usado para postes y también como durmientes para los rieles de los ferrocarriles. Se distingue por una floración masiva, que se presenta fulgurante luego de botar sus hojas por la sequía.

La floración de la especie en estado silvestre se da manera sincronizada sobre todo después de alguna esporádica lluvia en la temporada de sequía. Esta floración masiva es muy atractiva para las distintas abejas que las polinizan y para los tucusitos y otros pájaros que le roban el néctar. Las semillas están maduras al comenzar las lluvias, lo que permite su germinación y la propagación de la especie, que por cierto es muy abundante en toda Venezuela, sobre todo en sus tierras bajas, secas, en los llanos y en los valles de la Cordillera de la Costa, región zuliana, depresiones de Lara Falcón, por lo que tiene bien ganada su condición de árbol nacional.

 Plaza Bolívar de Upata ya no tiene araguaney
 El pequeñito y bien admirado araguaney de la Plaza Bolívar, que todos los años nos regalaba su esplendido espectáculo amarillo, fue talado exterminado, lo que nos privó de su floración anual. De allí la necesidad de que las instituciones educativas, la Alcaldía o el Ministerio del Ambiente, se ocupen muy pronto de plantar varios ejemplares de este árbol nacional, que actualmente está ausente de nuestro plaza principal, y que a pesar de su belleza, significación cultural, no ha sido plantado con la frecuencia y en las cantidades que se esperarían para una planta que ha sido declarada como Arbol Nacional de Venezuel.
Entre los araguaneyes visibles en Upata tenemos varios ejemplares en las plazas Piar, en la plazoleta del urbanismo Manuel Piar, en la plaza Miranda, avenida Valmore Rodriguez, escuela Simón Rodríguez, entre otros.

martes, 26 de mayo de 2015

Upata es ciudad de apamates

Apamate en flor en la urbanización Bicentenario de Upata en abril del 2015
Espectacular flor del apamate con su manchón amarillo al centro
El Apamate es junto al caobo uno de los árboles que han sido privilegiados durante las últimas décadas como una de la especies predilectas para su plantación en las plazas, parques y jardines de la ciudad de Upata. 
Por su rápido crecimiento, la vistosidad de sus flores con tonos que van del rosado al lila, incluso al blanco, su amplia copa y raices profundas que generan poco daño en la infraestructura urbana, el apamate sobresale como uno de los árboles más apreciados dentro de los programas de ornamentación urbana de la capital del municipio Piar.

Poema al Apamate

Altivo apamate

Arbol regio que improvisas rimas

Al candor de un día soleado.

Busco en tus hojas antiguas palabras

Como queriendo atrapar un verso

Prendido entre tus ramajes.

En tí la poesía se viste

De blanco, rosa y  morado

Son tus flores un manojo de estrofas

Que el viento declama en la tarde.


Elegante poeta de esquinas

De plazas, de parques

En algún lugar de mi tierra

Se que estas viejo bohemio,

Escribiéndole versos al cielo

conversando con viejos amigos

                                            [Los pájaros.



Te miro en silencio

Como queriendo atrapar

La nobleza que inspiran  tus flores

Arbol sabio Fuste real

Nazareno de mayo

Se agolpan en mi

Las horas buenas,

La de esos días

Cuando te suelo mirar

Y se alejan de mi

Todas las tribulaciones. 

Daniel Ruiz Correa
Gran cantidad de ejemplares de apamate destacan así por su porte, llegando a alcanzar entre 15 y hasta 25 metros de altura cuando se dan las condiciones para su desarrollo pleno, tal como ocurre en algunas áreas de la ciudad, donde crecen frondosos y esbeltos formando manchones verdes de gran belleza escénica, tal como ocurre en el patio de la Escuela Santo Domingo, en la cerca viva de la mansión de la familia Matamoros en la avenida Raúl Leoni y en otros espacios abiertos de la ciudad.

viernes, 15 de mayo de 2015

Estudiantes de Ingeniería en Industrias Forestales de la Uneg Upata abordaron temas ecológicos y botánicos

En sus ensayos este grupo de estudiantes del proyecto de carrera Ingeniería en industrias forestales de la sede Menca de Leoni Upata demostraron sus capacidades para la expresión lingüística escrita.


La descripción de los árboles nativos de nuestros bosques tropicales y plantados en la ciudad de Upata, los impactos que la actividad antrópica generan en las zonas naturales, así como el aprovechamiento de estas especies arboreas, fueron entre otros algunos de los temas  analizados y expuestos por los estudiantes del primer semestre de Ingeniería en Industrias  Forestales de la Universidad Nacional Experimental Guayana UNEG Upata. A este respecto los jóvenes redactaron informes escritos enmarcados en el ámbito de aprendizaje de la materia Comprensión y Expresión Linguística. Estos ensayos fueron coordinados y evaluados por el licenciado Juan Ruiz Correa periodista y profesor contratado de la UNEG. A continuación presentamos un resumen de los trabajos más destacados redactados por los estudiantes.

Quema de la madera problema ambiental y tecnológico

El bachiller Luis Medina, realizó un excelente ensayo  sobre el impacto ambiental que genera la quema de madera en Upata, donde los aserraderos realizan esta práctica sin control alguno. En su ensayo definió este proceso de carbonización, los métodos para la obtención de carbón vegetal, y los  impactos negativos del mal manejo de los residuos finales del aserrío, que genera entre otros componentes monóxido y dióxido de carbono, metano y etano, sólidos en suspensión, alquitrán, metanol y acido acético.

Viveros opción para impulsar proyectos forestales en Upata

Meleannys Barreto por su parte abordó el tema de  los viveros forestales. Al respecto consideró positivo el reimpulso del vivero del Ministerio del Ambiente localizado en el sector Laguna Larga de Upata, que cuenta con  la infraestructura básica para la siembra de árboles de ornato, pero que debe enfocarse también a la producció de plantulas de especies de alto valor comercial, factibles de ser utilizadas por la Empresa Nacional Forestal. Propuso que la Uneg debe integrarse al trabajo en este vivero de Upata o crear una infraestructura propia para producir plantulas utilizables en proyectos forestales y de ornato urbano.

Deforestación en El Buey

Yelitza Veliz expresó en su escrito de final de curso su preocupación por la tala indiscriminada e irracional de árboles en extensas zonas selváticas del sector El Buey, y señaló que se deben diseñar políticas para en conjunción con los productores rurales evitar la degradación masiva de los ecosistemas primarios de esta zona boscosa localizada al noreste de Upata. Jéssica Jaramillo también abordó el tema de la deforestación generada por invasores del fundo El Váquiro en El Buey, y por conuqueros en el sector La Carata. Yolanda Martínez por su parte propuso que la Empresa Nacional Forestal debe cumplir un rol orientador para propiciar el manejo sustentable del recurso bosque en Guayana.   

¿Es Upata capital de la Madera?


La bachiller Yazly Lizcano evalúa en su ensayo hasta qué punto Upata debe ser considerada la capital de la madera, y expresa su preocupación por la desinversión en tecnología en los aserraderos locales. Propuso que la Empresa Nacional debe orientar e inducir la preservación de los bosques locales, ya que las carpinterías de Upata en su mayoría trabajan con madera de procedencia ilegal, que son taladas irracionalmente en nuestros bosques. Por su parte Susana Motilall describe las características y bondades del pino caribe Pinus caribeae, especie que fue  plantada en Upata en los 70 en algunas colinas y en el sector Laguna Larga, y que hoy constituye la principal materia prima maderable en los aserraderos locales, debido a la suspensión de la actividad forestal en las unidades de manejo de Imataca y San Pedro.

El pardillo opción agroforestal

Lisbania Moreno abordó en su ensayo al pardillo blanco Cordia alliodora, árbol vulnerable ante la tala indiscriminada de las especies en zonas naturales de los municipios Piar y Padre Chien. Hizo referencia a la reforestación del pardillo en fincas ganaderas, como las del productor Carlos Moreno propietario del hato San Carlos en La Sarrapia, quien plantó pardillos para mantener zonas de reserva verde y sombra para los vacunos.

Arboles de la Plaza Bolívar de El Palmar


Fernando Calzadilla realizó un trabajo minucioso sobre las especies de árboles en la Plaza Bolívar de El Palmar, donde se pueden observar especies como el guatacare, samán, caobos, chaguaramos, algarrobo, apamates, pulgo o balatá, robles, tamarindo ficus, caratas y la especie más emblemática por su vinculación con las tradiciones locales el  cotoperí. Indicó en su ensayo que estos árboles requieren tratamiento fitosanitario para controlar el ataque de hongos, plantas parásitas e insectos. Destaca que en esa plaza no hay planes para siembra de nuevas especies, ampliación de áreas verdes, jardinería y pica y poda de árboles que están en deterioro.

La ceiba patrimonio y tradición

Disney Paola Gil evaluó la importancia de la Ceiba pentandra, una de nuestras especies arboreas más representativas por su enorme porte, sombra imponente, por la útil “lana” que envuelve a sus semillas, su uso parcial como madera blanda o árbol ornamental. Al mismo tiempo vincula esta especie con las tradiciones e historia local, como la Ceiba de Sabanetica, que los pobladores relacionan con tesoros o entierros de joyas, por las persistentes luces que según dicen iluminan sus alrededores.

Acacia magium y la vegetación de Upata
La bachiller Guimel Machado describió la especie Acacia magium, una árbol de rápido crecimiento, nativa de Australia, útil para ebanistería, mueblería, incluso como materia prima de pulpa de papel, la cual se está evaluando como alternativa por parte de la Empresa Nacional Forestal. En otro orden el bachiller Jesús González redactó trabajo sobre el tema La Vegetación de Upata, donde esboza las características de los bosques tropicales que rodean la ciudad, su utilidad económica, y la necesidad de promover proyectos para resguardar la biodiversidad en áreas silvestres y mejorar las áreas verdes urbanas.
Más ensayos en el curso

En la unidad curricular también destacaron los trabajos finales de los bachilleres Robert Bello, quien indagó sobre la utilidad ornamental y maderable del apamate y el araguaney, Mariannys Fernández se refirió al caro caro Enterelobium ciclocarpium y su presencia en Upata, Jesús Bermúdez y Jeankevyn Juárez describieron y precisaron la distribución en Upata de la especie Copaiba o palo de aceite Copaifera oficcinalis. Geisdarling Hurtado abordó el tema de la deforestación en el Sur de Bolívar. Carly Abreu y María Fernanda García describieron la potencialidad de uso forestal y problemática ambiental de la Reserva Forestal Imataca. Luis Torres evaluó la importancia del roble criollo Platysmicium pinnatum por la calidad de su madera, uso ornamental y medicinal. Alexander Arias realizó un breve ensayo sobre el aguila harpía en los bosques de El Palmar, y la afectación de su hábitat, que puede generar su extinción en el estado Bolívar. Jackmer Carvajal resumió las características ambientales del Cerro El Toro, vegetación, clima, ecosistemas. Manlie Rodríguez desarrolló el tema del embalse de Cupapuicito como reserva hídrica y la necesidad de proteger su zona protectora. Vanessa Nelson realizó un escrito sobre la utilización y uso del Palo Blanco en el estado Bolívar. Jeisser Sandoval describió el papel de los artropodos, en el bioma en dos fincas localizadas en Upata en los sectores Laguna Larga y Carlos Enrique Alvárez y cómo ello incide en los rendimientos de cultivos comerciales. Y José Montaño realizó un ensayo sobre el Arbol de Pan Artocarpus artilis y su importancia como especie ornamental y alimenticia.

viernes, 17 de abril de 2015

POCO PROBABLE QUE EL LAGO DESCIENDA A UN NIVEL CRÍTICO SEMEJANTE O PEOR AL DE MAYO DEL 2003 Embalse de Guri está 8 metros por encima de su nivel mínimo histórico

El embalse de Guri se encuentra actualmente en la cota 252 metros con 72 centímetros por encima del nivel del mar, en la gráfica el lago en la zona de El Manteco
A propósito de la crisis del servicio de agua que vive en este mes de abril del 2015 la ciudad de Upata por el colapso del sistema de bombeo y las fallas estructurales del acueducto Guri-Chiripón SantaRosa Monserrat, debemos aclarar algunas medias verdades o falsedades que se han colado en fecha reciente en diversos medios de comunicación y redes sociales.
Es falso de toda falsedad que el lago se secó, Guri tiene todavía un volumen apreciable de agua, que no justifica a la fecha que se desaten las alarmas y el pánico colectivo, en relación con el uso del embalse como fuente de energía eléctrica o como reservorio y fuente de agua potable para las ciudades que se nutren del vital líquido procedente de este vaso hídrico que capta el caudal de los ríos Caroní y Paragua. 
Por supuesto lo que existe es una merma considerable de la cota del lago, a un nivel por debajo de sus registros históricos para la temporada de sequía, cuando lo normal es que el embalse baje en un rango entre los 256 y los 258 metros sobre el nivel del mar. 
A la fecha 17 de abril de 2015 el embalse de Guri está descendiendo en promedio 13 centímetros por día, actualmente la cota se encuentra en los 252 metros con 72 centímetros, debido a que en el mes de abril las lluvias los reportes de precipitación en las cuencas altas del sistema Caroní Paragua han estado muy por debajo de los valores normales, es decir hay un retardo en la entrada de las lluvias o el inicio del periodo húmedo correspondiente al ciclo de "invierno" en el presente año.
Como consecuencia el aporte de agua no llega todavía a los 2000 metros cúbicos por segundo, lo cual genera a su vez que, debido al turbinado de caudal que requiere la central hidroeléctrica de Guri para su cabal funcionamiento, el embalse continúe registrando un descenso significativo por encima de los 12 centímetros por día.
Si bien este año no se registró un Fenómeno del Niño de la misma magnitud al registrado en los años 2002-2003 nos encontramos ante una situación cíclica de descenso del lago por debajo de sus valores normales que se ha venido repitiendo cada 6 años en promedio desde que el embalse alcanzó su cota máxima de operaciones en el año 1986, cuando fue inaugurada la última etapa de la Central Hidroeléctrica de Guri por el entonces presidente Jaime Lusinchi.
El lago de Guri en la zona cercana al río Paragua en marzo del 2010 presentaba este aspecto, entonces se encontraba por debajo ligeramente de los 252 metros .
En todo caso hay que reiterar que para que el embalse registre un nivel crítico semejante al del 2003 se tienen que dar dos situaciones extremas. La primera que no llueva copiosamente en la cuenca alta del Caroní Paragua durante los meses de mayo y junio. Que los aportes al lago se mantengan en magnitudes negativas durante estos dos meses, con un descenso promedio diario de 13 a 14 centímetros hasta mediados de junio. 
La realidad actual es que el lago se encuentra todavía casi 9 metros por encima de su mínimo histórico registrado en mayo del 2003, cuando descendió por debajo de los 244 metros. La cota del embalse, repetimos, es en la actualidad de 252 metros con 72 centímetros.
No obstante Edelca y el Gobierno Nacional siguen monitoreando el nivel del lago, los aporte del Caroní, y atentos ante cualquier situación extrema con respecto al nivel del embalse de Guri, para activar los planes de contingencia necesarios para garantizar la operatividad del sistema de centrales hidroeléctricas de Guayana, desde Guri hasta Macagua. El extremo la crisis o colapso de este sistema se produciría si y solo si el embalse retrocede hasta la cota 240 metros sobre el nivel del mar, lo que obligaría en ese caso a paralizar 8 unidades generadoras en la central Simón Bolívar de Guri.
Con respecto al acueducto Guri Chiripón Santa Rosa, el problema actual en lo vinculado con el embalse se presenta debido a que los planificadores de este sistema de captación y bombeo de agua para el abastecimiento de la población de Upata, al parecer no calcularon o previeron que el embalse por depender del ciclo lluvia sequía cada 6 ó 7 años registra variaciones extremas en su cota nivel o volumen útil. En consecuencia consideramos que la selección del sitio para la construcción y operación de la torre toma no fue la adecuada, en pocas palabras esa infraestructura debió ser instalada en una zona del lago de mayor profundidad, o más cercana al vaso principal del lago, de tal manera que no lo afectaran las variaciones extraordinarias del nivel del embalse. 
El otro tema, el relativo a la improvisación y la falta de seguimiento por parte de los expertos o técnicos de Hidrobolívar para monitoriar y planificar con tiempo los planes de contingencia o reubicación de las tomas hidraúlicas, en función del descenso extraordinario que pueda registrar el lago, no forma parte de este análisis. Queda abierto para el debate político y la diatriba la falta de gerencia de nuestros funcionarios públicos, con respecto al manejo de una infraestructura tan esencial y compleja, como lo es la administración de un acueducto de aguas superficiales, cuyos equipos hidraúlicos de captación de agua para la aducción hasta la planta de potabilización se encuentran instalados  a más de 50 kilómetros de la ciudad que se beneficia de este servicio. 

martes, 14 de abril de 2015

Biodiversidad en el Cerro El Toro: Vegetación y Fauna de este patrimonio natural de Upata

Hermosa flor de Bauhinia sp, arbusto abundante en el cerro El Toro, en marzo y abril la especie se encuentra en plena floración. Estas flores son visibles en la vegetación protectora de la quebrada de El Caballo y en la zona de transición de sabana y bosque húmedo cercano al Dique.

Araguatos o monos aulladores Alouatta seniculus, descansando sobre un árbol de hojas caducas en el bosque protector de la quebrada de El Caballo, este primate abunda en el cerro El Toro, donde tiene su hábitat una manada cuyos aullidos se pueden escuchar en las madrugadas en las zonas urbanas cercanas a este macizo colinoso. 
Hormigas negras cortadoras de hojas en un arbusto del Cerro
Como complemento a nuestro trabajo especial reciente sobre el cerro El Toro y su vegetación arborea en la zona boscosa protectora de la quebrada de El Caballo, insertamos otras imágenes de este patrimonio natural de Upata, que se yergue como el más grande reservorio de biodiversidad de nuestra ciudad, por sus múltiples ecosistemas y por la extensión de sus zonas de vida.