Luego de una pausa no voluntaria retomamos nuestro viaje cotidiano y descriptivo por el Hemisferio Sur Guayana, y como no podía ser de otro modo el estado del tiempo, el devenir de nuestras condiciones atmosféricas y climáticas vuelve a estar en el punto de interés, ya que en el lapso julio agosto como es tradición en Upata y sus alrededores, y en general en la región Guayana se sigue sintiendo con fuerza inusitada y extraordinaria el impacto de esta temporada de lluvias intensa y persistente, que nos está acompañando desde hace más de un año.
Es decir desde mayo junio de 2020 hasta agosto del 2021 ya debemos sumar casi 15 meses continuos de precipitaciones sobre nuestro Valle del Yocoima y el Sur del Orinoco, con lo que ello significa en términos de afectaciones en las zonas de alto riesgo de nuestra ciudad, que se han visto afectada durante ya varias meses por inundaciones, por las perturbaciones que lluvias tan persistentes pueden provocar en las cosechas, o en sentido positivo por el hecho de que nuestras zonas silvestres, áreas de biodiversidad vegetal y animal, se han mantenido con un verdor y exhuberancia un tanto inusual en nuestra región norte del estado Bolívar, donde plantas y animales de una u otra forma están perfectamente adaptados a los ciclos de lluvia y sequía.