miércoles, 23 de abril de 2025

Paseo por el Cerro El Algarrobo al noroeste de Upata en abril del 2025

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Desde lo alto del cerro El Algarrobo se visualiza este paisaje imponente de la Mesa de La Carata a la derecha y la zona de aplanamiento de las serranías del este y norte de Upata.

Vegetación boscosa en el interior del cerro El Algarrobo. Así se encuentra en abril de 2025.

El valle de Upata desde la cima de El Algarrobo. a la izquierda el cerro El Toro, a la derecha la silueta del cerro El Corozo al lado de la ciudad, ambos patrimonios naturales de la Villa del Yocoima

El centro de Upata y el cerro El Corozo así se ven desde el Algarrobo.

Cerros, lomeríos, colinas, y en el valle del Hato El León. En una soleado mediodía de abril así se contempla este relieve típico del noreste de Guayana perteneciente al municipio Piar.

Otro aspecto del camino de concreto que enlaza la cima del cerro El Algarrobo con el piedemonte en el sector La Armonía. Sabana y bosques conjungados en esta imagen serrana de las estribaciones noroccidentales de la Sierra Imataca.

En la imagen en todo su esplendor el cerro El Algarrobo, con cima repleta de antenas de telecomunicaciones. Visto desde la serranía El Toro. Destaca su frondosa vegetación boscosa, lamentablemente con grado de intervención de   moderada a intensa en algunos sectores de sus laderas norte y sur. 

A diferencia del más conocido sendero que enlaza el sector La Viuda con la cima del cerro El Toro, el más icónico de Upata, el ascenso al cerro El Algarrobo localizado al noroeste de la ciudad, se realiza por una vía pavimentada que facilita el tránsito hacia su parte alta por vehículos de tracción sencilla. Esta vialidad fue construida hace más de 25 años cuando este cerro de Upata se convirtió por su facilidad de acceso en el principal espacio público para la instalación de las antenas repetidoras de la CANTV, las empresas de telefonía celular, televisoras regionales como TV Guayana y las emisoras locales de radio en FM.

Practicar el senderismo por este sector colinoso no es una práctica habitual. Sin embargo en abril del 2025 por segunda ocasión tuvimos la oportunidad de recorrer en caminata estos parajes silvestres, donde predominan los bosques bajos a medios, densos, sobre un relieve no tan escarpado y donde los afloramientos rocosos no son tan abundantes como en el cerro El Toro. En esta zona al tratarse de un relieve no tan extenso al lado de las colinas bajas del sector La Armonía, El Tanque, Libertador y California, y encontrarse limitado al norte por las tierras más bajas y planas de la zona de Altagracia, no permite el desarrollo de una red de quebradas en altura como las que sí se desarrollan en la serranía El Toro, que se nutre de la red de acuíferos del eje Upata El Buey.

En este sentido estamos ante un paisaje más homogéneo de árboles de hojas caducas y algunos sectores con árboles siempre verdes y laderas relativamente suaves, cuyo tope está a 558 metros sobre el nivel del mar, donde predominan las especies típicas del bosque tropical seco, entre otras el yiguire, palo blanco, pequeños pardillos y algarrobos. 

lunes, 14 de abril de 2025

Upata.Calles, avenidas y redomas en el eje La Antena-Urb Raúl Leoni-Bicentenario

Calle Orinoco desde la Redoma de la UNEG

Fachada del principal centro de salud de Upata.

Viviendas en el antiguo terreno de Radio Guayana en el sector La Antena.

Av Alberto Ravell cruce con la Av Valmore Rodríguez

Avenida de acceso al sector Raúl Leoni y Banco Obrero.
Nuevo desarrollo residencial en el sector Raúl Leoni.

Vía de acceso a Raúl Leoni y Banco Obrero, a un costado vista parcial de la Iglesia de Los Mormones.
 

jueves, 10 de abril de 2025

Paisajes en zonas campestres en la ruta a El Buey

Casa en el campo, potreros, valles y colinas.

A continuación insertamos un pequeño registro fotográfico de la zona rural aledaña a la carretera Upata El Buey, después de ascender desde el valle de El Candado hasta las tierras más altas de esta ruta.  Estos  paisajes rurales se  ubican en una zona de vida silvestre y pequeñas unidades de producción ganadera y agrícola que se esparcen en un segmento de 10 kilómetros, previo a las zonas más húmedas y cercanas a la Reserva Forestal Imataca.

Mapa de Google Earth que muestra la zona de sabana y bosque contigua a la carretera Upata El Buey, concretamente el kilómetro 12 desde el cruce de San Onofre, arriba a la izquierda se observa la intersección en "Y" que se abre desde la vía principal.
 
Estas sabanas, matorrales y bosques de transición dan paso a bosques medios y altos, propios del interior de Sierra Imataca, donde las condiciones de alta precipitación y suelo son más propicias para el desarrollo de un bosque más húmedo, con especies arboreas que superan los 20 metros de altura. No obstante hay que acotar que esos bosques  primarios de El  Buey desde hace aproximadamente 40 años, década de los 80, han sido sometidos a un proceso de ocupación muy marcado para el desarrollo inteensivo y extensivo en algunas áreas de actividades agropecuarias, que han generado la alteración de sus ecosistemas e impactos ambientales apreciables. 
La ganadería, actividad tradicional de este sector de Upata, acá divisamos potreros, corrales,  portones, cercados y caminos rurales al interior de los hatos..
 

Las fotografías- que datan de marzo del 2025- forman parte del inventario de imágenes in situ de un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de Guayana Núcleo Menca de Leoni, de la unidad curricular Botánica II, de la carrera de Ingeniería de Industrias Forestales.

martes, 1 de abril de 2025

Las rocas de Upata. Un paseo por sus formas caprichosas y su presencia dominante en las colinas de la ciudad

Las rocas con su diversa morfología y variantes minerales son elementos dominantes del abrupto paisaje de las verdes colinas de Upata
 
En esta secuencia de imágenes mostramos parte de esas formas caprichosas y de la geometría particular de nuestras  rocas guayanesas, que en Upata son elementos siempre visibles de sus paisajes y relieves. Y que ameritan de mayores y mejores estudios a nivel descriptivo, para que las nuevas generaciones puedan entender de qué materiales minerales están formados, cómo se originaron en el devenir de la geología evolutiva y los procesos tectónicos o erosivos que han contribuido a su transformación, así como es importante tener conciencia sobre  su posible utilidad económica.

El desgaste erosivo del suelo deja al descubierto las rocas.

Conjunto de rocas en la sabana, al fondo la silueta del cerro El Toro.

En los topes de colinas y laderas de los cerros del este de Upata, las rocas son parte fundamental del paisaje.

Una de las rocas más enormes de la serranía del Toro, es un bloque compacto metamórfico donde predomina el cuarzo como mineral fundamental.

Agrupación de roca en uno de los topes de colina.


Otra roca félsica, con  premonio del cuarzo, alojando en su tope las ramas de un pequeño arbusto de sabana. Muestra incipientes marcas de fracturas o diaclasas.

Las más grande sostiene a la más chica, una de las tantas agrupaciones rocosas al este de la ciudad de Upata.

Los rocas características de las colinas guayanesas, en su zona nororiental, de la estribaciones occidenteales de Imataca y la Sierra Piacoa, en las cercanías de Upata, forman extrañas o singulares figuras, redondeadas unas, cúbicas algunas, irregulares otras. Con todas sus variantes ellas ejercen cierto dominio sobre las cimas, pequeños valles, laderas y farallones de los lomeríos y cerros que se extienden por los bordes del Valle del Yocoima, donde tiene su asiento la población de Upata.

En las áreas de colinas y cerros más escarpados de Upata se cuentan por centenares los enormes o medianos bloques rocosos como colocados a ras del suelo por fuerzas cataclísmicas y procesos erosivos. 

Superficie superior de la llamada Piedra de Santa María, una enorme estructura rocosa que aflora al noroeste del casco central de Upata, y que constituye el patrimonio geológico más emblemático de la ciudad.

Una breve descripción

Imponentes rocas de gran magnitud los  tenemos en los cerros El Toro-La Viuda-Guacarapo, donde a nivel del suelo flotan peñascos de decenas de toneladas, mudos testigos de tiempos geológicos muy antiguos. Y de las lajas aún más grandes con un peso posiblemente superior a las centenares o miles de toneladas tenemos ejemplos descollantes como la llamada Piedra de Santa María, a un costado del casco central de Upata, un enorme afloramiento rocoso de más de una hectárea de superficie cuyo lomo convexo se empina casi 30 metros sobre el nivel del valle circundante donde se aloja la ciudad, y cuyo interior inexplorado a nivel del subsuelo bien puede tener decenas de metros de profundidad.

Estas rocas félsicas, mayormente con predominio del cuarzo y del feldespasto,  bien gneis o granulitas, son parte esencial del paisaje de colinas, lomeríos o montañas de moderada altura, y sabanas de las tierras más altas ubicadas entre los suelos del cuartenario que corren en paralelo al Orinoco. 

Igualmente son comunes en las penillanuras, franjas de pendiente, lomeríos, valles cerrados y cerros testigos o  serranías que más allá de los 500 metros sobre el nivel del mar demarcan la zona de divisoria de aguas entre la cuenca del Orinoco cercano y la hoya del Yuruari, que más al sur drena sus aguas hacia la otra gran cuenca guayanesa la del Cuyuní Esequibo.