sábado, 15 de octubre de 2011

Cerro El Toro Patrimonio Ecológico Natural de Upata (Actualización)

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Imágenes recientes del Cerro El Toro septiembre de 2011
Desde hace décadas el Cerro El Toro, el Cerro El Jobo, de la cartografía oficial venezolana, ha sido uno de los refugios naturales de mayor biodiversidad de la ciudad de Upata, sitio obligado de recreación de jóvenes y adultos, dada la inmensa variedad de paisajes, flora, fauna, rocas, y miradores que ofrece a sus visitantes.


Quebrada de El Caballo en septiembre de 2011, después de dos lluvias 
intensas en la serranía de El Toro.

Bajando la antena, se observa la serranía de La Carata y Los Chorros, 
más al horizonte la zona de Altagracia El Valle.
Upata desde lo alto del Cerro a 680 metros sobre el nivel del mar.
Estribaciones de Imataca y valle de El Candado.
Autopista a Guasipati, sector Las Llaves San Onofre desde la cima de El Toro.
Este de Upata, al fondo urbanismo Los Rosales Country.
Antenas en la cima de El Toro.
Yacimiento exploratorio de Caolín, a 640 metros sobre el nivel del mar, muy cerca de la cima del Cerro El Toro.
A caballo joven campesino en ruta a la ciudad de Upata.


Bosque de galería en la quebrada El Caballo, al fondo valle del Yocoima, destacan la intensidad del verde y la forma particular de la hoja del árbol Yagrumo, "Cecropia peltata"-. 
Hermoso ejemplar del Indio Desnudo o Palo Santo, Birsera simaruba, 
árbol de mediano porte abundante en la serranía del Toro, 
en los bosques bajos de la quebrada del Caballo.
Enredadera y singulares hojas de estas planta de ambientes húmedos 
y de sombra,  perteneciente a la gran familia de las Aráceas, 
abundante en las quebradas del cerro El Toro.
Vegetación de sabana sobre pedregosas lomas, topos y valles, se alternan en esta pequeña cordillera con otros tantos paisajes más húmedos, más umbríos, por donde transitan quebradas y riachuelos, cada vez más agotados en sus fuentes de agua, que son de paso el asiento de una vegetación densa de árboles deciduos, es decir que pierden sus hojas en el verano, o que se mantienen siempre verdes, cuando se trata de sectores de mayor humedad y mejores suelos.
Dónde está el Toro
El Cerro El Toro rinde tributo a este cornudo animal por la existencia en una de sus colinas principales de una enorme piedra granítica, oscura, que en en medio presenta una mancha marrón anaranjada, que la gente asocia a la distancia, sobre todo desde Sierra Tres, San José y La Romana, como la figura de un mítico Toro.
Camino a la cima del cerro El Toro, desde su planicie superior al sitio de las antenas.
Valle boscoso entre las colinas principales del cerro El Toro a unos 550 metros sobre el nivel del mar, zona de selvas intervenidas, nacientes de quebradas y sembradíos.
Desde la planicie de la Cueva del Toro se observa este paraje de un valle interior de la serranía de El Toro, otra zona de intenso verde, bosques y humedales.
Paisajes localizados al Noroeste de Upata se observan 
desde este mirador del Cerro El Toro.
A la distancia el Cerro El Toro parece una gran mole de piedras, sabanas y selvas más o menos homogéneas. No obstante este patrimonio natural no es un sólo cerro sino que lo conforman una sucesión de colinas que se hacen evidentes cuando uno recorre su camino principal, desde el cual podemos visualizar por lo menos tres valles secundarios en la altura, nacientes de quebradas, unas 8 lomas principales y una espina dorsal tipo cordillera que conecta a este paraje con los más distantes cerros de La Mesa, con la Carata y con el Cerro La Viuda, y que además se extiende al Este por las montañas que separan a Upata de la zona alta de El Buey. En su conjunto configura un relieve complejo de las estribaciones más occidentales de la Sierra Imataca, con una diversidad de suelos, vegetación, y climas.

Clima diverso según la altura y vegetación
El cerro El Toro presenta varios microclimas en virtud de la diferente conformación de sus colinas y valles, donde la humedad es intensa en el valle central del Cerro en las nacientes de la quebrada del Caballo y en el sector del Dique, a una altura media de 550 metros sobre el nivel del mar, las precipitaciones promedian los 1300 mm y la temperatura media es de 24 grados.
En su cara frontal que da a la ciudad de Upata, la vegetación predominante es la baja de sabana, chaparrales, matorrales y bosques deciduos, con una precipitación promedio de 1100 mm, y con un diferencial de altura de 220 metros desde el piedemonte a 360 metros hasta sus topes a 580 metros.
En ruta a la cueva se observa el contraste de la sabana
 con los bosques de otro valle interior.
Hierbas de la sabana de Trachipogon en uno de los lomeríos del cerro El Toro.
Camino rojizo a la zona boscosa del Dique, naciente de aguas 
en uno de los valles del Toro.
La famosa cueva o refugio del Cerro Toro a un costado de la vía a la colina de las antenas, uno de los atractivos del cerro El Toro. Esta cueva no es natural sino el producto de la intervención humana, se dice que fue construida durante la época de los misioneros capuchinos
Más arriba en el tope de colina aledaño a la Cueva o Refugio del Toro la temperatura se mantiene estable a 24 grados, pero con una sensación térmica muy fresca debido a la influencia de los vientos que allí soplan con mayor fuerza, en este sector el tipo de suelo pedregoso bien drenado, con lajas y rocas enormes,  no permiten la formación de grandes manchas de bosques.
Por último en el topo del Cerro a unos 680 metros sobre el nivel del mar es clima es más fresco, pues a esa altura la temperatura promedio baja a 23 grados, a pesar de la alta insolación que recibe, que se atenúa con el contacto permanente de la loma con los vientos francos del Este que provienen de la región del Imataca, húmedos y de gran velocidad. El registro de precipitación es a ese nivel de unos 1200 mm, y presenta una alternacia de lomas de sabana con selvas densas de altura, siempre verdes pero con una capa vegetal de mediana altura, refugio perenne de plantas y animales más extraños al ojo humano.
El Toro atractivo turístico
Entre las bondades del Cerro El Toro que lo han convertido en punto de referencia recreativa y ecológica, hay que destacar la presencia de microclimas, paisajes diversos, selvas, zonas de quebradas pedregosas, alternadas con áreas agrícolas de pequeña extensión y pastizales naturales para una población de ganado vacuno que ha contribuido a alterar tanto la calidad del suelo, como su vegetación y que genera un impacto ambiental fuerte, sobre todo porque afecta la pureza hídrica de manantiales y quebradas.
Upata desde el Toro, en una mañana nublada de mayo del 2011
Roca granítica metamorfizada o gneiss, con las huellas del tiempo, y las quemas, estas piedras irregulares abundan en El Toro, al fondo el cerro La Viuda y sector de Upata. 
Formación rocosa y bosquecillo de galería en la quebrada de El Caballo.
Otra trepadora de la familia de las araceas, colonizando el tallo de un árbol en el bosque de la quebrada del Caballo.
Miradores abundan en el Cerro, en sus tantos topes de colina, destacando los del sector aledaño a la Cueva, y el topo de las Antenas, a la mayor altura de la serranía, desde los cuales podemos contemplar al Oeste y Norte vistas espectaculares del valle del Yocoima, visualizar la cordillera distante del Cerro California, la silueta de los cerros de El Pao, parte de los cerros y llanuras del Norte de Upata en la vía a San Félix. 
Al Este la alfombra vegetal del Candado, los cerros El Orégano, Santa María, las montañas del Buey, San Germán, El Aguador, La Cruz, Machí, Apurito, las siluetas azuladas y lejanísimas de Villa Lola, Guacamayo, Tomasote y la casi imperceptible línea de la altiplanicie de Nuria, en condiciones de cielo despejado, nos permiten visualizar desde el topo del Cerro El Toro parte de la inmensidad de esta zona Sur de Guayana, donde Imataca y la región del Yuruari se abrazan y confunden en parajes interminables, y si afinamos aún más la vista hacia el Corozo, Cacahual, El Timón, Santa Rosa, Cupapuí, ya al Sur de la visual, se contemplan líneas de cerros de la región del Carichapo, y el horizonte poco nítido del embalse de Guri, cuando la represa está en sus máximos niveles.
Ecodiversidad del Toro
Además el Toro es un aula abierta para los amantes de la naturaleza, por la biodiversidad de plantas y animales que acoge, donde abundan las escurridizas guacharacas, que se dejan escuchar en las mañanas frías y húmedas, los gritos aullantes de los monos araguatos, uno que otro mono araña extraviado, roedores de montaña, aves de vistosos plumajes, cantarinas o caminadoras, mariposas, insectos, anfibios y réptiles típicos de los bosques subhúmedos de la Guayana y de sus selvas de galerías, así como los escurridizos "bichos" de la sabana, ocultos bajo rocas y cuevas interminables. 
También en El Toro está su cueva o refugio oculta tras un tope colinoso frente a un valle convertido en conuco desde tiempos distantes, y más arriba casi al llegar a las antenas se encuentra un interesante yacimiento de caolín de alta pureza, con tonalidades sorprendentes que van del blanco intenso, al azul, al violeta, al rosado, o al amarillo rojizo.
Flor parecida a una orquidea en el bosque de la quebrada del Caballo.
Mariposa negrianaranjada en el bosque húmedo del cerro El Toro, 
posando sobre hojas húmedas y en descomposición.
Arbusto en el bosque aledaño al Dique.
Rosa de Montaña o del Bosque, con su flor roja espectacular, muy abundante en la quebrada del Caballo.
Vegetación xerófita en la parte baja del cerro El Toro.
Este pequeñísimo cactus en floración lo cncontramos 
incrustado sobre una enorme laja en el Cerro El Toro, 
podría pertenecer a la especie Melocactus caesius.
La Adormidera Mimosa Púdica, muy conocida y abundante en Upata, 
presente en gran parte del cerro.


También para los deportes extremos
Si a estas actividades de contemplación o de turismo pasivo, se le suman los baños obligados en su dique o en sus quebradas en la temporada de lluvias, y el hecho de que su camino principal es excelente para los deportes extremos como la caminata o trote de altura, el ciclismo de montaña y más recientemente la práctica del parapente o vuelo libre desde el topo principal hasta la llanura de Las Llaves El Candado, debemos concluir en que el Cerro El Toro es una fuente inagotable de recreación para los upatenses y turistas.
Lo triste es que El Toro ha sido poco valorado por las autoridades, que no se han ocupado por reglamentar el uso de sus espacios naturales, sensibilizar a los agricultores y pequeños ganaderos para que minimicen el impacto ambiental de sus actividades productivas, y que no cuenta con una infraestructura de servicios adaptada a su potencialidad, que contemple la posibilidad de establecer zonas de camping más organizadas, centros de información botánica, geológica o de fauna. 


A pesar de estar expuesta al Sol esta Arácea ha logrado invadir 
una roca cercana a la cima del cerro El Toro.
Ganadería vacuna en el Toro, a pesar de lo frágil de este ecosistema en sus alturas y valles observamos copiosos rebaños, que afectan sus cursos de agua y suelos.
Arboles, herbazales, rocas y antenas en el camino principal al Cerro El Toro.
Floración de acacia a un costado del camino principal del cerro El Toro.

Y otro detalle aún más preocupante es el tema de la inseguridad, ya que ante la ausencia de control, a la entrada de su camino principal, y ante la falta de un escuadrón montado o de funcionarios de costodia ambiental, el otrora segurísimo Cerro en ocasiones es tomado como refugio de delincuentes, o zona roja, donde se han producido violaciones, actos delictivos contra la integridad de excursionistas, sobre todo jóvenes.
Aunque fue elevado a Parque o Patrimonio Natural de Upata, por decreto en 1995 del entonces alcalde Américo De Grazia, el Cerro El Toro sigue esperando por tiempos mejores, que puedan convertirlo con mayor contundencia en el gran refugio de naturaleza y recreación ecológica que todos los hijos de Upata y nuestros visitantes nos merecemos. Ojalá y así sea....
Dejemos ahora que las imágenes sigan hablando y que la naturaleza prodigiosa del Cerro El Toro nos inunde con sus colores, formas, texturas, con su biodiversidad, relieves y por qué no sus mensajes espirituales.
Otra vista de la exhuberancia de los bosques interiores 
del cerro El Toro, desde su valle central.
Bajando la antena, se observa la serranía de La Carata y Los Chorros, 
más al horizonte la zona de Altagracia El Valle.
Chaparral en floración en una de las colinas de sabana. En este sector del cerro abundan el chaparro sabanero Curatella americana, 
y el chaparro manteco Byrsomina crassifolia. 

Imágenes recientes del Cerro El Toro septiembre de 2011

Hojas del Yagrumo en su etapa inicial de crecimiento

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