Naturaleza Silvestre Campos y Vida Cotidiana en Altagracia de Upata

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Caminando por una de las calles del caserío.

Calle Real del sector, al fondo el Cerro Cacahual.

Casa de Campo en un fundo cercano a la comunidad.

Apenas a 3 kilómetros de Upata, en el piedemonte del Cerro El Algarrobo y a un costado del Cerro Altagracia, se encuentra ubicada esta serena, verde, campestre comunidad de productores agropecuarios, artesanos de la dulcería, y trabajadores, que prefieren el retiro de este hermoso valle al bullicio de la ciudad. 

Altagracia o San Francisco de Altagracia, fue fundada en 1734, 28 años antes que Upata como pueblo de misión indígena. Esta localidad  se encuentra en la vieja ruta a las tierras bajas del Orinoco en su confluencia con el Caroní, y era camino obligado para los obreros y técnicos de las empresas mineras establecidas al Sur de Guayana. La ruta que tenía su punto de partida en Puerto de Tablas, hoy San Félix, iba paralela aunque distante a la larga cadena de colinas y altiplanicies de las Sierras Piacoa e Imataca  hasta Guasipati la capital del Yuruari, Cicapra, la región aurífera de Nueva Providencia, Caratal, Nacupay, más al Sur vía El Dorado, y más allá los selváticos parajes del balatá, el pulgo o caucho, y las exóticas tierras altas de La Escalera y Sierra de Lema, en la puerta de entrada a la desconocida Gran Sabana.

Ganadería vacuna en Altagracia.

Desde Altagracia al fondo la cerro El Algarrobo.

En Altagracia también hay siembras de Cítricos

No obstante su larga historia, que data de la segunda mitad del siglo XVIII, la población nunca pudo superar su condición como tierra de paso en la antesala al valle del Yocoima Upata, y hoy prácticamente se ha convertido en una especie de suburbio rural de la capital del municipio Piar, donde habitan unas 600 personas, agrupadas en el caserío principal y en los sectores Cacahual, Las Bombitas, Parasco y Mamonal. Su vocación económica como en el pasado, cuando fue tomada por los padre capuchinos catalanes y convertido en Pueblo de Misión, sigue siendo la ganadería vacuna, gracias a la calidad de sus pastizales y también como área de pequeños cultivos agrícolas de hortalizas y cítricos, además por su agradable clima, abundancia de frutos, excelentes pastos, paisajes, tiene potencial como zona de descanso, ganadería y recreación turística de los habitantes de Upata. En Altagracia funciona la sede de Tecnología Agropecuaria de la UNEG en los terrenos del antiguo Centro de Recría, y allí está ubicada la Capilla del Anima de Parasco.

Casa Quinta tipo Chalet en el pueblo

Ganado, al fondo el Cerro Altagracia.