viernes, 5 de junio de 2020

Al 4 de junio de 2020 persiste intensa sequía en Upata

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Araguaney en floración en la plaza Miranda de Upata el 30 de mayo del 2020
Roble con todo su verdor en Manuel Piar Upata
2020 año bisiesto, de pandemia, crisis de combustible, destaca también hasta el 4 de junio como uno de los años más secos en la región del noreste de Guayana, y en particular en el valle del Yocoima, Upata, donde hasta la fecha las precipitaciones han sido en casi seis meses muy escasas o nulas, con meses como abril o mayo, donde se presentaron apenas 1 o 2 eventos lluviosos de muy baja intensidad. 
 Los bosques y sabanas que rodean la ciudad están secos, y los riachuelos, quebradas y lagunas, igualmente desprovistos de agua o con un volumen muy pírrico. Altas temperaturas que han rozado los 37 grados, en algunos días, así como mínimas en torno a los 24 grados, nos revelan que estamos ante una temporada de sequía inusualmente extrema, propia de años donde el Niño ha dejado sentir su influencia sobre la Guayana venezolana.
En abril solo una leve lluvia, obviamente se mantuvo sequía extrema en cerros de Upata
Sin embargo, hemos tenido en el valle días nublados en los cuales se asomaron nubarrones de gran desarrollo vertical, que no desplegaron su potencial de lluvia sobre la ciudad, por estar distantes al Oeste y al Norte de Upata, y otros tantos días de nubes estratiformes poco generadoras de lluvias, alternadas con días de cielos despejados típicos en esta época del año. 
Araguaney puy en contraste con árbol de hojas perennes.
A pesar de estas condiciones los incendios forestales no han sido tan numerosos, y la calina, o concentración de humo y polvo en la atmósfera, no se ha presentado como en otros años de sequía extrema, como 1995, cuando hubo hasta tormentas secas de vientos turbios, o el extremo 1983 cuando las lluvias apenas se iniciaron un 24 de junio. 
Atardecer con leve crepúsculo en la ciudad.
Con pocos cantos de chicharras en mayo, con araguaneyes floreciendo en mayo y junio, señales de que estamos ante un año atípico, los upatenses, afectados también con problemas crónicos de suministro de agua, esperamos la llegada de las lluvias y con ellas el fresco clima que nos suele regalar el mes de junio. Para reencontrarnos con el verdor, la humedad, las neblinas, los truenos y centellas, y poder nuevamente disfrutar de las delicias de un buen baño en algunas de las quebradas y diques del cerro El Toro, el Salto de Santa María, Monteralo, Jua Jua, El Morichal, y otros lugares de recreo en los alrededores de la ciudad. 
Cielos despejados o con baja nubosidad facilitaron calor extremo en abril y mayo 


Mayo, entre nubes y cielo despejado, registró temperaturas más elevadas en Upata

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