martes, 1 de septiembre de 2020

Imágenes un día después: Creciente histórica del río Yocoima de finales de agosto del 2020 supera o se aproxima a la de 1981

A las 8 de la mañana del 1 de septiembre, así estaba el Río. Toma desde el puente de la calle Ricaurte.
Desde del puente San Félix el Yocoima se mantenía por encima del canal de concreto.

El Yocoima desde el puente de la calle Urdaneta

Desde el puente de la Ricaurte el Yocoima rumbo al sector Alaska
El río Yocoima desde el puente Bolívar, antes de su encuentro con el Cupapuicito
El Yocoima desde el puente de la Unión, primero con su caudal normal en agosto y luego con la creciente extraordinaria, la primera imagen fue tomada una semana antes de la creciente del 31 de agosto del 2020.
 
El río Yocoima en la mañana del martes 1 de septiembre mostrando desde el puente de la calle Unión de Upata la impetuosidad de su corriente, 30 horas después de la precipitación extrema caída en su cuenca la madrugada del lunes 31 de agosto.

Desde las 11 de la noche del domingo 30 de agosto de este año 2020 hasta las cinco de la mañana del lunes 31 de agosto, una lluvia torrencial y continua dejó caer sobre la cuenca del río Yocoima una precipitación que  superó largamente los 100 litros de agua por metro cuadrado. Ese fue un registro inusual, extraordinario e histórico, quizás comparable al que se presentó el 18 de agosto  de 1981, cuando ocurrió la mayor creciente del río Yocoima, que se recuerde en la ciudad en el siglo XX y lo que va del XXI, y que en aquella oportunidad afectó a centenares de familias residentes en las zonas bajas, que especialmente se ensañó contra los habitantes de los sectores El Guamito, Corozo, casco central de Upata, Merecure, 19 de Abril, Maturín, prolongación y partes bajas de las calles Piar, 19 de Abril,  y Alaska. 




Secuencia gráfica de las afectaciones provocada por la creciente, afortunadamente solo  hubo daños materiales y en algunos casos hubo necesidad de movilizar a los damnificados a refugios temporales. (Fotos Redes Sociales)

Desde el 31 de agosto de 2020 estos mismos sectores aledaños al Yocoima, y otra gran cantidad de barriadas y urbanizaciones localizadas en las partes bajas de la y caños menores, tributarios todos del Yocoima, comenzaron a padecer los estragos de las inundaciones generadas por esta nueva creciente del río, que primero en la madrugada afectó a los sectores aguas arribas del área canalizada del curso fluvial, y que a partir de las 8 de la mañana, comenzó a desbordarse en ambas márgenes de su curso, desde el sector El Corozo hasta Alaska. 
Al mismo tiempo al este de la ciudad, en las zonas de La Romana, San José, Sierra III, Santo Domingo, Bella Vista, Rafael Caldera, Bicentenario II, Banco Obrero, Las Guarataras, Che Guevara, Villa Verde, Hipódromo Sur, El Guamito, El Corozo, Coviaguard, La Llovizna, entre otras, se registraron inundaciones, por el desbordamiento de la red de canales naturales y drenajes urbanos, que desde las partes altas del valle y sus serranías tributan al Yocoima. 

La otra gran creciente la del 81 

Volviendo a la historia debemos rememorar que en 1981 Upata vivió una situación de emergencia similar a la de hoy pero con el añadido de que para esa época aún el río Yocoima no había sido canalizado, aunque también es bueno indicar que para ese año la población de la ciudad estaba concentrada en los alrededores del centro y algunos pocos barrios y urbanizaciones. Este evento climático e inundación ocurrió en tiempos del gobierno de Luis Herrera Campins, que estaba ejecutando en el municipio. entonces Distrito, un programa de construcción de viviendas populares tipo rural, en lo que hoy son las urbanizaciones Hipódromo Sur, Carlos Enrique Alvarez, Alberto Palazzi o Las Malvinas y Libertador, lo que obligó a acelerar la entrega de parte de las denominadas soluciones habitacionales, en proceso de culminación, para atender la demanda inusitada de techo de las familias que resultaron afectadas y que perdieron casas y enseres. 

En ese tiempo el río Yocoima no estaba canalizado, en su tramo urbano de Upata, y las secuelas e impactos de las crecientes anuales del curso fluvial provocaban pérdidas materiales y afectaciones a la salud de las familias que habitaban en sus riberas, lo cual obligaba luego de declarada la emergencia, a disponer de su traslado a refugios temporales en las escuelas y posteriormente en casos de crecientes extremas como la de 1981 a reubicarlos en los urbanismos disponibles. 

Luego de esta desastrosa inundación y ya bajo el mandato del presidente Jaime Lusinchi, el ingeniero Leopoldo Sucre Figarella presidente de la Corporación Venezolana de Guayana lideró un ambicioso plan de obras públicas fundamentales que venía reclamando Upata, entre las cuales se iniciaron y culminaron la ampliación del Hospital Gervasio Vera Custodio, entonces Centro de Salud de Upata,la ampliación remodelación del Mercado Municipal Principal, la autopista Upata San Félix, proyecto abandonado en el gobierno de Herrera Campins, con apenas un primer tramo hasta Chirica Vieja y   el acueducto Guri Santa Rosa Upata.

El Río desde el puente Merecure.

Por la zona de la calle Unión así se mostraba la corriente del Yocoima.
El río afectó esta pequeña área de cultivo familiar en el sector del Puente Bolívar
La fuerza de la corriente al comienzo de la canalización en el sector El Corozo
Desde Semillero pasando por el antiguo Boquerón así lucía impetuoso el Yocoima. Esta zona hoy poblada en ambos márgenes, anteriormente estaba rodeada de bosques ribereños.
Entrando al Puente San Félix, la curva que antecede al puente de la Piar.
El Yocoima desde el puente Bolívar, al fondo el puente de la Unión.
Este plan incluyó como obra de infraestructura la canalización del río Yocoima, desde el puente del barrio El Corozo hasta la intersección con la carretera Perimetral, lo que permitió en este caso en una primera etapa proteger a la ciudad de las continuas inundaciones a las partes bajas aledañas al río en el área de su casco central. Esta obra finalizada a finales de la década de los 80 del siglo pasado, permitió a las familias de los sectores ya mencionados gozar de un relativo margen de seguridad al minimizar el riesgo de inundaciones catastróficas. Quedaron pendientes otras etapas desde El Corozo, pasando por Semillero hasta El Guamito Monserrat, y una adicional, para defender de inundaciones a los habitantes del sector Alaska.

Luego de que la ciudad enfrentara otra inundación de gran magnitud en 1986, el río como todo curso fluvial  cada cierto tiempo se empecinaba en superar la "normalidad" de sus crecientes, las cuales forman parte de su ciclo anual de crecimiento de caudal en la temporada de lluvias. Esas crecientes extraordinarias se producen con cierta periodicidad, y en ocasiones son de tal fuerza que han logrado incluso superar la estructura de concreto de la canalización del Yocoima. Tal posibilidad existe cuando en su cuenca alta en las zonas de El Candado Las Llaves, Laguna Larga, San Lorenzo, y Cupapuicito, se registran lluvias extraordinarias, como las ocurridas en ese mes de agosto de 1981 y más recientemente como la del pasado 31 de agosto de este año 2020. 

En el lapso de 39 años entre ambas fechas, la normalidad de las crecientes en consecuencia ha sido alterada en muy pocas ocasiones, cuando el nivel del río roza o ligeramente supera la cota del canal de concreto construido por la CVG. Lamentablemente no se tiene registro fotográfico, periodístico o testimonial, de que el río haya alcanzando la fuerza y  magnitud de caudal que mostró ahora, cuando extraoficialmente por su cauce se movilizaron mucho más de 50 metros cúbicos por segundo, según el cálculo que se puede inferir de la capacidad del canal, que tiene en promedio de 15 a 20 metros de ancho por tres metros de altura. 

No obstante estas cifras deben manejarse con cautela, porque ciertamente no están respaldadas por estudios o registros confiables, técnicos y periódicos sobre el caudal del río en su creciente promedio y máximas. Además la definición exacta de la capacidad máxima del canal de concreto, impide una mayor certeza en cuanto a estos cálculos personales, por lo que está pendiente a nivel oficial, por parte del INAMEH, la Alcaldía de Piar, el Ministerio de Ecosocialismo o alguna institución académica como la UNEG o especialistas en hidrología, hidraúlica, ecólogos, ingenieros, la realización de estudios, investigaciones o monitoreos, sobre el caudal, es decir sobre el balance hídrico del río en temporada de lluvias, y en los denominados "nortes" de octubre noviembre, que es cuando el río suele alcanzar sus mayores niveles y caudal.

Finalizada la canalización el Yocoima en el giro hacia Alaska, visto desde la Perimetral, en esta zona el río provocó inundaciones en la entrada del sector La Esperanza y en los locales y casas contiguos a la carretera.
Quebrada Cupapuicito desde la Calle Piar.
Otra toma de Cupapuicito desde el puente de la Piar, su caudal aumentó por el desborde del embalse aguas arriba en la zona de Sabanetica.

Detras de la Escuela ETI Antonio José de Sucre, al finalizar la canal, así se mostraba el Yocoima, un día antes superó el puente y cortó la vía Perimetral frente a los expendios de queso y catalina.
Además del registro fotográfico del día después de esta gran creciente del 2020, que realizamos en todos los puentes del casco central de Upata, anexamos en esta entrada algunas fotografías de crecientes ocurridas en fechas relativamente recientes de este nuevo siglo, acaecidas en agosto de 2012, noviembre 2013, noviembre 2011, abril 2013 y junio de 2010. 
 
Otras crecientes recientes imágenes de archivo personal. 
 
Creciente moderada del Yocoima en junio de 2010

Creciente del Río en noviembre del 2011


En agosto del 2012 el Yocoima estuvo a punto de desbordarse
En abril del 2013 lluvias inusualmente torrenciales para esta época del año provocaron este ascenso moderado del Yocoima.   

Esta creciente en noviembre del 2013 sorprendió a la ciudad.

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