Enero continúa con sus temperaturas frescas, con máximas que rara vez llegan a los 30 grados, más bien se sitúan en promedio en torno a los 28 grados, incluso hemos tenido días con lluvias o muy nublados con máximas de 26 grados. Las mínimas no han bajado de 18 grados en casos excepcionales, pero más bien han sufrido un ligero aumento ya que se están ubicando hasta el 28 de enero en un rango entre los 20 y 21 grados. El promedio de temperatura del mes se sitúa en 24,5 grados.
En cuanto a las precipitaciones aún se siguen presentando lluvias moderadas y algunas intensas, pero ya no con la frecuencia de los primeros días del año. Después del 15 de enero solo han caído dos "aguaceros" o lluvias intensas, de unos 10 mm cada una, no obstantes el acumulado hasta la fecha es de 120 mm. El paisaje en torno a la ciudad se mantiene totalmente verde y húmedo, los "tapones" y lagunas llenos, y las quebradas en sus nacientes siguen conservando cierto caudal para esta fecha, cuando lo normal es que a partir de diciembre estos pequeños cauces permanezcan secos. Se da la circunstancia de que las quebradas con facilidad recuperan su caudal de la temporada de lluvias, cuando caen sobre el valle lluvias extraordinarias para la fecha.
Finalizando enero no se visualiza en el valle del Yocoima y sus zonas silvestres aledañas ninguna señal de la temporada de sequía, ya que los árboles de los bosques cercanos no han perdido su follaje, ni siquiera en las franjas menos húmedas y de suelos arenosos y pedregosos como lo son sus ecosistemas de sabana. En el paisaje de drenaje cerrado persisten los humedales y no se han presentado hasta la fecha los incendios forestales que son característicos en la zona a partir de noviembre, diciembre y enero. Apenas quedarían febrero, marzo y parte de abril como meses de sequía, y de repuntar nuevamente las lluvias torrenciales, hay que estar preparados ante la eventualidad de crecientes extraordinarias de los cursos de agua, ya que el subsuelo sigue saturado de agua, las lagunas naturales siguen crecidas y existe la posibilidad de que se presenten inundaciones en las áreas urbanas cercanas a los drenajes naturales, cuando se reinicie la temporada de lluvias.
Finaliza enero comienza febrero y las máximas comienzan a rozar los 31 grados y las mínimas se sostienen en 21 grados
En febrero del 2021 la escorrentía prosigue sobre las lajas, señal evidente de que no ha entrado la temporada de sequía. Aspecto de una de las nacientes de la quebrada de El Caballo. |
En cuanto al cierre del mes de enero, la situación no varió mucho. Las mínimas fluctuaron entre 20 y 21 grados, los promedios en torno a los 24 o 25 grados dependiendo de la mayor o menor insolación, o la ausencia o presencia de lluvias. Las máximas algunos días escalaron hasta 30 grados después de la 1 de la tarde, pero en este nivel de calor se sostenía por poco tiempo, ya que tanto al mediodía como después de las 4 de la tarde el registro de temperatura entonces oscilaba entre 28 y 26 grados. Y las noches frescas siguieron en un rango entre 24 y 23 grados.
Entrando en febrero la tendencia a aumento de temperatura si se siente en el ambiente, ya que a ratos la temperatura sube a 31 grados en su máxima, aunque por breve tiempo y ya hemos tenido mañanas de 22 grados. El promedio por su parte sigue fresco en torno a los 25 grados, y el verdor en el paisaje se sigue manteniendo, y la incidencia de incendios forestales en la región de Upata sigue siendo de muy baja a nula.
Pequeña poza sobre laja granítica en una de las colinas de la serranía de El Toro, comenzando febrero del 2021 persisten las lluvias, no hay verano todavía en Upata. |
Al menos disfrutarán de un poco de frescor...Eso se agradece.
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