Con nuevo equipamiento mostramos imágenes recientes de la ciudad de Upata, tomadas con una cámara Sansung con un lente de mayor calidad que permite acercamientos más vistosos, gracias a un zoom óptico y a un censor de luz de mejor definición al de los teléfonos inteligentes. En esta oportunidad las imágenes corresponden a los cerros El Algarrobo, visto desde Rafael Caldera, el cerro El Toro y el Valle del Yocoima desde esa misma zona serrana, las cuales se tomaron con cielo despejado, propio de esta época fresca de enero del 2022.
Por cierto que en las cuatro semanas que llevamos de mes en Upata las temperaturas han oscilado en un rango entre 18 grados mínimos algunas mañanas de cielo despejado, con promedios de mínimas de 20 grados, máximas absolutas de 32 grados, solo en dos días muy calurosos, promedios de máxima en torno a los 29 grados, mientras que el promedio general se sitúa en 24,5 grados, propio de esta temporada climática previa a los meses cálidos, asoleados y ventosos de febrero y marzo, y los extremos de temperaturas elevadísimas abril y mayo.
Bueno ya estamos en este ciclo, con normalidad comienzan a aparecer las señales evidentes de la sequía en los cerros y sabanas circundantes, donde los bosques comienzan a perder parte de su follaje y las floraciones típicas de esta época le dan cierto coloridad al paisaje, que lamentablemente es devastado por los típicos incendios forestales, propios de nuestra cutura incendiaria. Luego de dos años de lluvias ininterrumpidas, constantes y extraordinarias pareciera que entramos en el ciclo de la normal sucesión de lo que en Venezuela llamamos invierno y verano. En espera estamos igualmente de las lluvias iguaneras que marcan el fin definitivo de la transición desde la humedad de la temporada de aguaceros hasta las altas insolaciones y calor de la sequía.
Excelente las fotos. Gracias mi hermano.
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En otro orden. quisiera saber por qué es que se llama a las lluvias mayeras, "lluvias iguaneras"
Saludos amigo Alí Gracias por sus comentarios. De las "iguaneras" acá en Upata el tema es que son las últimas lluvias más o menos fuertes previas a las calenturas y la sequía extrema propia de la segunda quincena de febrero, marzo, y parte de abril. Es decir son las lluvias moderadas que marcan el fin del fresco clima de fin y comienzo de año, y la entrada del verano. Así llamada porque es la época propicia para la práctica poco ecológica de atrapar a las iguanas, que comienzan a ser más visibles en los ramajes de los árboles y los peñascos, y a las hembras extraerle los huevos para su consumo, una costumbre campestre, pueblerina, que afortunadamente se está perdiendo,lo cual beneficia a las poblaciones de este réptil, tan afectada por tal"tradición culinaria". Iguaneras dicen porque alborotan a las iguanas... Un abrazo desde la distancia y saludos a su Maringá allá por lejanas y frescas tierras del estado de Paraná, que son según he visto en videos de una excepcional belleza paisajística, amén de su potencial y alta productividad agrícola.
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