sábado, 31 de octubre de 2020

Upata memoria fotográfica calles avenidas inmuebles en julio octubre del 2020


Además de sus barriadas, donde falta mucho por hacer en materia urbana, desde la atención a sus pobladores mejoras ambientales, asfaltado, servicios y seguridad, Upata cuenta con zonas consolidadas que la aproximan a la imagen que debe irradiar una ciudad más ordenada. 
En sectores como Bicentenario I, avenidas Valmore Rodríguez y Raúl Leoni, o en ruta a Banco Obrero, se nos muestra una localidad más acorde a lo que debe ser una ciudad, donde tanto los particulares como el Estado han mantenido un patrón de crecimiento del patrimonio inmobiliario acorde con las regulaciones sobre el uso del espacio urbano, lamentablemente que no ha ido a la par con la calidad de servicios e infraestructuras básicas, como la red de disposición de aguas servidas, que en estos sectores están fuertemente afectadas por la falta de mantenimiento y el deterioro de los colectores, que quedaron cortos para el nivel actual de uso de la red. 
No obstante esta problemática sería deseable que el resto de comunidades de la capital del municipio Piar, sobre todo las ubicadas en su periferia o zonas tradicionalmente deprimidas, pudieran ser sometidas a un plan de reordenamiento, regulación y ornato urbano, que pueda impactar en la calidad de vida de sus pobladores, ya que son zonas donde el nivel de pobreza es alto y que se han expandido de manera anárquica y sin un patrón de ordenamiento óptimo. 
Habría que destacar que es notoria en las imágenes la baja afluencia de vehículos y personas en la calle, debido a cuatro factores, la problemática del combustible, la merma sustancial de la actividad económica en este último semestre, la hora de intensa insolación en que fueron tomadas las fotografías y el hecho de que las tomas coinciden con las semanas de cuarentena radical. De todos modos así es Upata, o mejor dicho parte de la ciudad en estos tiempos de dificultades económicas y pandemia.




En esta primera entrega insertamos fotografías recientes de la ciudad que históricamente ha logrado superar el atraso, es decir que están relativamente consolidadas. Lo deseable sería que todos los espacios y confines de este valle puedan consolidar una relación de armonía y equilibrio entre lo construido y la naturaleza, lo que pasa por lograr en el corto mediano y largo plazo urbanismos más gratos, bien estructurados y con todos los servicios que nos merecemos quienes aquí habitamos. 

Las otras imágenes, la de la ciudad del abandono, la desidia, la contaminación, el olvido, la pobreza, la desorganizada, no forman parte del propósito de este blog, pero existen formas de presentarlas y colocarlas en la vitrina pública sin desvirtuar el objeto de este espacio de promoción de nuestros patrimonios citadinos, rurales, culturales y naturales. En esa tarea estamos abocados, aún con los riesgos personales que implica mostrar ese ángulo, ese rostro ingrato de nuestra realidad como centro poblado. 

Una ciudad donde además de su estructural problemática de falta de empleo, debemos lidiar con la ausencia de políticas públicas para mejorar su maltrecho y desastroso sistema de transporte público,  y con la falta de atención prioritaria al colapso de las redes de aguas servidas que está generando peligrosos focos de contaminación. Pese a estas realidades inocultables y rudas, la Upata posible, la ciudad que aspiramos todos, y la de sus valores culturales, patrimonios naturales y sueños por realizar, es la que nos motiva a seguir en esta tribuna hemisférica del optimismo y la esperanza en un futuro mejor para los que nos sucederán en el tiempo y tienen ante sí la tarea histórica de transformar a esta valle en un mejor sitio para vivir, y del cual sentirnos siempre orgullosos. En eso estamos, aquí. Con este aporte personal y comunicacional. 

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