En resumen de este libro podemos extraer las siguientes informaciones, basadas en la revisión documental que el presbítero Placht realiza de diferentes autores:
"El antecedente más antiguo a lo que sería la evolución de la iglesia católica en Upata hay que remitirlo al año 1738 cuando se levantó un primer templo de este credo, meses antes de la primera fundación de Upata, capilla improvisada de materiales precarios dedicada a Nuestra Señora de la Candelaria, donde se realizaron los primeros oficios litúrgicos desde enero de 1739.
Epidemias, carencia de recursos, el asedio de grupos indígenas hostiles a quienes pretendían usurpar sus territorios, así como el ataques de piratas que penetraban hasta el interior de Guayana, provocaron su decadencia absoluta y la temprana muerte de este primer intento de fundación de Upata, que ya en 1740 fue abandonado por sus primeros habitantes. Persistían y sobrevivían a este asedio y a otras calamidades no obstante las cercanas misiones de San José de Cupapuy, Santa María del Yecuario, y San Francisco de Altagracia, fundadas años atrás por los padres capuchinos.
Luego de este fracasado intento Upata, como proyecto de villa, renace en 1762 con la fundación de la localidad el 7 de julio. Desde meses atrás a este fecha ya los padres capuchinos catalanes habían realizados algunos actos religiosos en una sencilla capilla, ubicada en aquel tiempo en lo que hoy es el Hotel Yocoima, antiguo edificio Pararayos, a cuatro cuadras del terreno donde se ubicaría definitivamente la primera y mas importante iglesia parroquial de Upata.
Otra estampa muy común de la vieja Iglesia de San Antonio en la década de los 50 y 40 del siglo pasado. |
Este templo de modestas dimensiones, pero levantado con madera más trabajada, mampostería y otros refuerzos estructurales, estuvo en pie durante dos siglos. Con algunas restauraciones se mantuvo en pie, hasta que dado su nivel de deterioro fue sustituido por el templo actual, inaugurado en 1962 en la fecha conmemorativa del bicentenario de la fundación de Upata.
Campanas y otros artilugios litúrgicos, en aquel viejo templo de 200 años fueron trasladados a Upata desde la parcialmente destruida misión y Castillo de Araya al norte de Cumaná.
Posteriormente a esta primera etapa de administración misionera de los padres capuchinos catalanes en 1817, con la entrada del Ejército Libertador al mando del General Piar, la situación de estabilidad y relativa prosperidad de las denominadas Misiones del Caroni cambia por completo. Los religiosos fueron apresados y martirizados luego en Caruachi, quedando Upata y sus misiones cercanas sin la presencia de religiosos católicos, salvo ocasionales oficios anuales. Situación que se prolonga hasta el séptimo decenio del siglo XIX, cuando desde el obispado se nombran los primeros párrocos de la villa, Luis Benigno Pérez (1870-1893), Rafael Mora (1894), José Aristiguieta (1895-1897), Adrián María Gómez (1897-1902), y Juan de la Torre (1902-1924).
Upata sede del Vicariato de Caroní
1924 marca el renacer de Upata como principal centro religioso católico de Guayana, después de la Diócesis de Ciudad Bolívar, cuando por Bula de Papa Pío XI se crea en 1922 el Vicariato de Caroní con sede en esta ciudad, el cual se le entrega a la Orden de las Padres Menores Capuchinos de San Franscisco de Asís, quienes formalmente ese mismo año se trasladan a la zona. En total eran 16 sacerdotes y frailes, siendo su primer Vicario Monseñor Diego Antonio Alonso Nistal,quien ejerció este apostolado hasta 1938 cuando fallece y es sustituido por Monseñor Constantino Gómez Villa, párroco de Upata
A Gómez Villa le correspondió una tarea estelar, ya que bajo se mandato se crea en abril de 1940 el Seminario Misional para el clero indígena, en los terrenos y edificaciones que tres décadas después fueron entregados al Estado para su uso como sede de la Escuela Granja ETI Monseñor Garcia Mohedano, en el sector Alaska. Al Monseñor Villa le corresponde también el logro de gestionar la creación del Convento Religioso de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia en septiembre de ese mismo año y un mes después fundar el Colegio María Inmaculada de Upata, una de las instituciones de enseñanza pre-escolar, primaria y media diversificada más importantes de la ciudad.
30 años después de su instalación en la ciudad el Vicariato del Caroní abandona Upata en 1954 y se traslada a su nueva sede en Santa Elena de Uairén, con todo su personal eclesiástico. Al mismo tiempo por mandato del Papa se crea un nuevo vicariato con sede en Tucupita, para atender los asuntos religiosos de los pueblos indígenas y la feligresía en general de la jurisdicción del Delta del Orinoco y parte de Imataca, que durante esas tres décadas también estuvieron bajo el mandato eclesiástico del Vicariato del Caroní con su sede central en Upata.
A partir de 1954 Upata pasó a formar parte de la Diócesis de Ciudad Bolívar, y luego de la de Ciudad Guayana. Ese mismo año el presbítero Tirso de Escalante fue el primer sacerdote en recomendar y proponer la construcción de un nuevo templo para la comunidad católica asentada en esta población.
En octubre de 1954 monseñor Constantino Gómez Villa comisionó al presbítero Manuel Pinto Gómez para formalizar la entrega de la parroquia a los padres Redentoristas, en la persona del sacerdote Juan Calvo, quien ejerció como párroco hasta 1955, cuando los padres Capuchinos retoman la administración de la parroquia.
La actual iglesia de San Antonio en construcción en 1961. |
La iglesia con su nuevo pórtico. |
Así lucía el templo con sus líneas rectangulares predominantes.. |
El templo en la actualidad 2024. |
Hasta aquí este apretado resumen de la historia del principal templo católico de Upata y sus tres etapas, desde aquel precario aposento eclesiástico del año inicial de la fundación de Upata en 1762-1763, pasando por la iglesia de modestas dimensiones que tuvo una vigencia de 200 años, hasta su actual estructura de líneas más modernas y estructura más estable y resistente, entregada a la ciudad hace 62 años en el marco de sus fectividades del Bicentenario de la ciudad. Es una contribución del presbítero Robert Placht, quien en su libro ya mencionado dedicado a la historia de la iglesia católica en Upata hace mención a las sucesivas creaciones de otras parroquias, vicarías y templos menores en la jurisdicción de Upata y su zona campesina inmediata.
Tomas a la distancia y desde las alturas de la Iglesia San Antonio de Padua, el principal templo católico de Upata. (Fotos propias y las aéreas cortesía de la Alcaldía de Piar). |
Qué bueno presentar la historia tal como lo has hecho acá. Felicitaciones
ResponderEliminar