sábado, 30 de mayo de 2009

Nuevas imágenes de Upata y Guasipati en Google Earth



Desde este viernes 29 de mayo los internautas tiene la oportunidad de visualizar y disfrutar un nuevo conjunto de imágenes fotográficas de la ciudad de Upata, sus alrededores, el embalse Cupapuicito, el Cerro El Toro, la llanura de El Candado, el vuelo en parapente, así como de Guasipati, y el balneario de El Miamo en el municipio Roscio, todas ellas en alta resolución.
Estas fotografías fueron tomadas en los meses de marzo abril por el periodista Juan Ruiz Correa autor del blog Hemisferio Sur Guayana y de la bitácora de opinión Upata Octavo Paralelo.
Si nuestra gente de Upata, Guasipati, guayaneses o interesados en conocer mejor los paisajes de l estado Bolívar desea tener acceso a las imágenes deben tener instalado el programa Google Earth, el cual es de distribución gratuita por la red.
Una vez que entre en la aplicación le aparecerá la imagen del globo terraqueo, desde la cual usted debe acercarse a la región Guayana hasta enfocar la imagen satelital de la ciudad de Upata o la de Guasipati o el pueblo de El Miamo, en la medida en que se acerque podrá tener la opción de hacer doble clic sobre las cuadrículas o capas que contienen las fotografías.
Primeramente sin salir de la aplicación Google Earth puede observarla como un elemento anexo al mapa, si vuelve a hacer doble clic esta vez sobre la imagen entrará en su navegador en la página WEB también de Google identificada con el nombre Panoramio, donde podrá incluso detallarla con mayor resolución, buscar el resto de fotos de Juan Ruiz Correa, localizar fotos de Upata y la región Guayana colocadas allí por otros usuarios, e incluso bajarlas en su equipo.
Las fotografías de Upata están también disponibles en el sitio maps.google.com

miércoles, 27 de mayo de 2009

Al Sur de El Manteco el lago de Guri revela secretos y parajes de ensueño ideales para el turismo

Islote de piedras sedimentarias, areniscas y esquistos en el tramo intermedio del lago de Guri.


La sabana comparte morada con las aguas del Caroní en el lago de Guri
Ensenada, pequeña bahía en un recodo del lago, allí las aguas reposan tranquilas


Inicio del paseo fluvial, al fondo el periodista Eligio González.
Árboles muertos forman parte del paisaje inconfundible del embalse
Comunidades indígenas Pardillal y Mamonal, en la margen derecha del Lago, muy cerca de La Vigia

Embarcaciones y bote de paseo turístico fluvial en el Puerto de La Vigía, muy cerca de El Manteco

Texto: Juan Ruiz Correa

Fotos: Fernando Silva

El lago de Guri en mayo del 2009 semejaba bajo un intenso Sol, inclemente y brillante como pocos, una fiera dormida. El espejo de agua en el puerto de La Vigía muy cerca de El Manteco, apenas a unos 6 kilómetros de esta población de ganaderías, mineros y gente dedicada al oficio de la pesca, la explotación forestal y la agricultura, se nos antojaba un tanto silencioso, sin el bullicio de otras épocas, cuando las bullas auríferas de las colinas cercanas al lago, atraían oleadas enteras de trabajadores informales de las minas.

No obstante allí estaban las embarcaciones, las curiaras, las canoas, con sus duras, enmohecidas e impermeables maderas, y uno que otra lancha de metal, con sus motores apagados. Cerca, muy cerca, el catamarán, un buque turístico de mediano porte, adaptado al lago y sus recovecos, esperando también al visitante extranjero, a uno que otro grupo de nacionales, para llevarlos a conocer aquel inmenso embalse, que abierto al horizonte, kilómetros más abajo, en el inmenso sur de su antiguo lecho o canal principal del río Caroní, se nos antoja como una especie de mar interior, enorme, retador, repleto de paisajes, de sorpresas, de islas de todos los colores.

Así las pudimos ver, a estas islas caprichosas, algunas no más grandes que un simple conuco de esos que tanto abundan en el Sur de Guayana. Otras verdes, muy verdes. Algunas vestidas de sabana. Pedregosos surgían otros islotes. Con cuarzo lechozo. Con esquistos y areniscas de extrema blandura. Islas y más islas brotando del lago, apenas una mancha de arenas de duros silicatos, como recordatorio de que alguna vez fueron colinas, fueron promontorios de una sabana prodigiosa y variada, que se mecía entre manchas oscuras de selvas tropicales.

Estas extensiones del Sur del municipio Piar fueron tierras ganadas por el agua para el proyecto hidroeléctrico del Caroní, que movió el curso del Caroní hasta estirarlo a decenas de kilómetros de su antiguo cauce, que distaba de El Manteco, de La Vigía, no menos de 30 kilómetros al poniente de esta tierra alguna vez ganadera, ahora atrayente para mineros, admirada por indígenas pemones que ahora la tienen como destino de sus moradas y de sus unidades de producción agrícola y sus fábricas de casabe, de mañoco o fariña y transformada también en refugio de campesinos criollos que la valoran como tierra apta para el cultivo de las lechozas, de las yucas, de las hortalizas, del cacao y para el resguardo de sus aves de corral.

Gente de trabajo, agricultores, pescadores y mineros surcan las aguas del Lago

También es ahora tierra de agua, agua de tierra con sabor a paisajes de ensueño, aptos para el mejor turismo, el más sano, el de la contemplación, aptas para el paseo fluvial, en canoas que se nos convierten en moradas duras y humildes como esos parajes, en islas abiertas a la imaginación y el contacto directo de los humanos con una naturaleza sorprendente, cambiante, que cambia de color con el paso del Sol ardiente de este trópico lejano para el citadino, que adora sus rayos vitales pero que por igual echa de menos una lluvia copiosa para apaciguar el calor.

Naturaleza repleta de aves acuáticas, como esos inquietos y elegantes gaviotines, gaviotas de río, guanaguanares, celosos guardianes de sus nidos y de vuelos prodigiosos sobre el lago. Carraos, garzas blancas, tiranos colas de golondrinas, pericos con todas sus variedades, uno que otro arrendajo oculto entre los bosques cercanos, tímidos cari caris a la distancia, golondrinas como presagiando la llegada inminente de las lluvias. Fieras ocultas allá en las soledades selváticas, mamíferos ariscos, réptiles igualmente reacios al contacto con los hombres.

En mayo la brisa del lago, en sus orillas orientales, lucen calmadas, tímidas, sobre todo en las mañanas y mediodías, en las tardes o se hace pesado el aire, queda inmovilizado o se despierta de improviso, arremolinado sobre aquellas sabanas isleñas y bosques vírgenes o intervenidos. En mayo 2009 estuvimos en este lago inmenso el de Guri, atendiendo la invitación del amigo periodista Eligio González, redactor, reportero estrella del Sur, adscrito a la plantilla del diario Nueva Prensa de Guayana. Con nosotros también Fernando Silva, el autor de las fotografías que acá reproducimos. Con la ayuda logística de la camarada y amiga Nuvia Sosa, toda una institución en El Manteco, amada y vituperada, pero siempre activa y con su sonrisa a flor de rostro. Al mando de la canoa el baquiano, el capitán indígena Antonio, experto en el difícil arte del manejo de la curiara por aquellas aguas engañosas, a veces quietas, casi un piso pulido acuoso, aguas a veces embravecidas, remolinadas y sinuosas, con tantos recodos, tantos caños, tantos laberintos, tanto árbol desnudo de hojas.

Junto a los troncos muertos, se alternan islas y las azules colinas al Sur de El Manteco

Tanto tallo muerto y silencioso en medio del agua se nos hace evidencia indudable de que alguna vez fue bosque no dado a convivir con el medio acuático, que lo inundó, le secó su savia, le arrebató sus hojas y lo dejó sin frutos, sin descendencia, sin sombra para su poblada de animales, petrificado, fosilizado en un pesado o liviano carbón vegetal con formas caprichosas, que jugando con el Sol, con las sombras, con el agua, con la vegetación cercana de las orillas, adoptan figuras caprichosas, tanto como la imaginación de quién lo observa.

Con una temperatura ambiente que en su pico rozó los 34 grados a la sombra, 42 grados al Sol, pero que se suaviza en las mañanas con una temperatura fresca de 23 grados, o en las noches con unos 24 grados el lago de Guri nos recibió sin prepotencia, con respeto lo contemplamos, y con respeto nos trató, a pesar de los sustos normales de toda travesía por las aguas inquietas del Caroní, que se nos convirtieron en nudos de garganta, cuando el fuera de borda de la canoa se detuvo en pleno canal principal del río, en medio del lago artificial más grande de Venezuela.

No hubo lluvia ese domingo de 24 de mayo, a pesar de que en esos días finales de mayo lo usual es que ya arranquen esos diluvios de la temporada húmeda.

El lago de Guri sigue sin embargo solitario, a pesar de la incuestionable calidad de sus paisajes, a pesar de que tiene variantes de relieve, islas de cualquier calibre, aguas quietas, aguas bravas, playones ideales para el baño seguro, recodos de pesca del famoso pavón, especie introducida en la década de los 80 con fines de reproducción y cuya carne blanquecina es ansiada por los pobladores de estas zonas y por los turistas y la gente de El Manteco y Upata que disfruta de sus bondades como alternativa alimenticia.

Guri, antiguo pueblo de misión, desaparecido bajo las aguas del río que alguna vez le dio cobijo, es hoy un cuerpo de agua que de impetuoso se convirtió por obra de la ingeniería humana en una enorme masa lacustre que se acerca en la época de aguas altas a las 500 mil hectáreas de superficie, donde hay toda clase de espacios para la recreación turística o el trabajo creador y tesonero del indígena, del criollo dedicado a la agricultura, a la minería, ahora prohibida, del aventurero que lo quiere para recorrerlo sin descanso, en sus recodos, en su Pardillar indígena, en Mamonal más al Sur, en La Cuaima, en La Victoria, Castillito, Coítora, la isla de El Tigre.

En medio de las aguas surgen las islas, lomeríos y cimas de antiguas colinas inundadas por el lago.

Además le quiere y mucho el promotor, el inversionista, que ha vislumbrado su enorme potencial como atractivo turístico de la región del Nekuima, Chiripón, Cogollar, Panamo, Cerro Azul, en camino líquido luego a las lejanas regiones de El Plomo, la desaparecida San Pedro de las Bocas, las costas boscosas del Antabare, del Supamo que se niega a morir en sus aguas oscuras de ácidos húmicos de este Caroní y que prefiere marcharse aún más lejos hacia las selvas también mineras del Guariche, para caer rendido en el Yuruán y despeñarse sereno en el Cuyuní.

De los cerros azules que marcan la divisoria de aguas entre el Yuruari y el Caroní también hay mucha tela que cortar, son como las murallas protectoras del lago. Y más allá por el Oeste, por el poniente, se visualizan apenas, bien débiles sus contornos, sus siluetas, los cerros del Pao de la Fortuna, San Isidro, Altamira, en el municipio hermano de Raúl Leoni, que comparte con el municipio Piar, con El Manteco y la región suroeste de Upata, la inmensidad de este lago, que apenas muy pocos tenemos la oportunidad de conocer.

Espejo de agua en el cuerpo central del lago de Guri, en la ruta a El Plomo

Guri es un lago que la Corporación Venezolana de Guayana utiliza y muy bien como energía impetuosa de su represa y central hidroeléctrica principal, la Simón Bolívar de Guri, pero que en esta franja Sur de Piar, bosteza, sin definiciones, sin uso permanente, sin centros auténticos de movilización o disfrute turístico, sin una infraestructura básica de posadas, de rutas fluviales para la navegación recreativa, sin miradores para la contemplación pasiva de sus paisajes, sin el cariño que amerita para que pueda ser disfrutado por la mayor cantidad posible de venezolanos, de compatriotas de la Guayana y de los amigos extranjeros.

Quizás será que la CVG no asume que todos tenemos el derecho de entrar en contacto con este lago de Guri, a veces sereno, a veces impetuoso y de valorarlo, amarlo, acariciarlo, quererlo como a un buen hijo o a un buen padre. Apropiarnos con criterio de racionalidad y respeto, para que no siga siendo una inmensidad triste, vacía, despoblada, melancólica, pero que al mismo tiempo respira, se llena de vitalidad, de esperanza, con la labor de sus pioneros indígenas, capitanes indígenas provenientes de tierras distantes y cercanas, de las orillas del Caroní del Sur que ya no es lago, o del Paragua cálido que tampoco es lago.

Con su espejo de agua, a 266 metros sobre el nivel del mar, en este mayo sin lluvias, Guri, sigue siendo posibilidad, sueño, proyecto inconcluso de la Venezuela y la Guayana profunda. Ahora es tiempo de que las imágenes, las fotografías, hablen, que ya las palabras no tienen nada que aportar. Para que nos sintamos motivados a conocerlo en carne viva. Única y auténtica manera de amarlo y no olvidarlo para siempre.

Línea de costa en el lago la franja clara revela el límite máximo del lago durante su creciente

Ciudad Bolívar 245 años de historia


El 22 de Mayo de 1764, con la bendición del Fortín de San Gabriel, se cumple la fundación de la ciudad de Angostura, que se había empezado a trasladar desde Santo Tomé el 14 de febrero de ese mismo año.Fue Don Joaquín Sabás Moreno de Mendoza quien realizó, por encargo de Don José Solano, el traslado de dicha población a la que llamó Santo Tomé de la Angostura del Orinoco. Privaron en ello factores económicos, de seguridad y ambientales. Angostura a mediados del Siglo XIX se convierte en Ciudad Bolívar, y mantiene por supuesto su importancia y su función como capital de la región de Guayana, bautizada también Bolívar en honor al Libertador.

Grandes sucesos han ocurrido en esta ciudad, sede en 1818 del Congreso de Angostura, sede del diario republicano más importante de la gesta de Independencia como lo fue el Correo del Orinoco.

Con sus 350 mil habitantes, con su vocación como centro administrativo, político, turístico, comercial, aeroportuario, fluvial, histórico Ciudad Bolívar mantiene su plena vigencia como una de las ciudades claves del entramado geográfico de la Venezuela profunda, auténtica capital histórica y económica del río Orinoco, a la cual por cierto como upatenses nos atan toda clase de vinculaciones culturales, sociales, tradiciones, costumbres e historia patria.

Felicidades a Ciudad Bolívar y a todos quienes han nacido en esta hermosa ciudad, cuyo Casco Histórico fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación y está pendiente su declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Unesco.

Digno de visitar en Ciudad Bolívar además de su Casco Histórico, la Catedral, la Casa del Congreso de Angostura, el Museo de Arte Moderno Jesús Soto, hijo de esta tierra, el Jardín Botánico, el Paseo Orinoco y su Mirador Angostura, el Fortín El Zamuro, el Parque Leonardo Ruiz Pineda.

Además Cuidad Bolívar es la sede de la V División del Ejército, una ciudad muy vinculada a la economía minera de la cual actúa como centro aeroportuario hacia las minas de oro y diamantes localizadas al Sur de Guayana, es asiento de factorías agroindustriales y silos de cereales (maiz y sorgo), forma parte también de un vigoroso sector ganadero, centro de manufactura de tractores, fábrica de cables eléctricos y otros implementos industriales.

Ciudad Bolívar es la capital del estado Bolívar, del Municipio Heres, se localiza al Norte de Guayana, en la margen derecha del Orinoco, a los 8 grados de Latitud Norte, a 600 kilómetros de Caracas

domingo, 10 de mayo de 2009

Ciudad Bolívar Imágenes del Casco Histórico de la Vieja Angostura

Catedral de Ciudad Bolívar, Fachada Principal
Casa del Congreso de Angostura
Vista de la Catedral de Ciudad Bolívar
Calle lateral del Palacio de la Gobernación Casco Histórico de Ciudad Bolívar
Casa del Congreso de Angutura y sede de la Gobernación de Bolívar
Entrada principal a la Casa del Congreso de Angostura Patrimonio Histórico de la República Bolivariana de Venezuela
Plaza Bolívar al fondo Casas Coloniales del Casco Histórico
Verdor y esculturas en la Plaza Bolívar
Plaza Bolívar epicentro cultural y monumento de la Vieja Angostura
Fachada Sur de la "Casa del Gobernador" en Ciudad Bolívar
Casco Histórico de Ciudad Bolívar la antigua Angostura.
Plaza Bolívar, al fondo Lateral de la Catedral de Ciudad Bolívar, en su pared Oeste.
Desde el Casco Central al fondo el Soberbio Orinoco

Fotografías cortesía de Zuleyma Idrogo estudiante Comunicación Social UBV. Imágenes de la histórica Ciudad Bolívar antigua Angostura, capital de la Gran Colombia en 1819, allí Bolívar organizó el célebre Congreso de Angostura, en el cual orientó a la naciente República y sentó las bases para su institucionalidad y principios rectores, con la educación y la moral como necesidades primarias de nuestra joven nación.
En esta calurosa ciudad capital del estado Bolívar el Libertador creó el Correo del Orinoco un 27 de junio de 1818, artillería del pensamiento y periódico comprometido con la Revolución de Independencia.
El Casco Histórico de Ciudad Bolívar declarado Patrimonio Histórico Nacional, ha sido sometido a un proceso largo de reconstrucción y acondicionamiento de sus edificaciones históricas y su arquitectura colonial, con miras a su consideración por parte de la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

sábado, 2 de mayo de 2009

En la época de la Cruz de Mayo saludamos afectuosamente a la Maestra Isaura Gómez de Ayala

Maestra Isaura sigue dejando huella en nuestro prodigioso Valle del Yocoima

En esta fecha de mayo insertamos algunos escritos de la Maestra Isaura Gómez de Ayala patrimonio viviente de nuestra Villa del Yocoima. Lamentablemente la Maestra Isaura no fue tomada en cuenta al momento de concretarse la selección de los máximos representantes de nuestra cultura popular en el municipio Piar. El jurado calificador de este homenaje a los íconcos vivientes de nuestra cultural no la tomó en cuenta, no la valoró en su justa medida, a pesar de su huella, a pesar de su trayectoria como educadora, sus aportes a la educación pública y privada y su preocupación por el rescate de las tradiciones y las artes.

La Mestra Isaura ha sido promotora de encuentros artísticos, talleres de literatura, pintura, actos culturales, autora de libros, poetisa, pequeños y sencillos ensayos sobre la historia local de Upata, todo ello la convierte en referencia indiscutible de nuestra cultura, aún vigente, aún dinámica, aún preocupada por la formación de recursos humanos para las tareas administrativas, mecanografía, informática, allá en su más que cincuentenaria Academia Primera, la cual comparte el espacio de su hogar en la calle Vargas de Upata. De su pluma aún inquieta nos hizo llegar estos sencillos pensamientos que ella título simplemente MENSAJES…

En ese escrito destacamos los siguientes pensamientos, frases o fragmentos…

“No Tomes Ventaja sobre los débiles porque al final la debilidad te alcanzará”…

“Si ves las mariposas volar imagínate que son flores y que vuelan, si ves flores que el viento lleva imagínate que son mariposas que vuelan”…

“Caerse es de los humanos, levantarse es de los escogidos”.

“No afirmes ni lo que vez ni lo que escuches, porque a veces hasta los sentidos engañan”.

“Cuando la ira te ciegue ten calma, abre los ojos del alma y procede”…

“La Felicidad existe donde existe el amor, porque el amor es la madre de la felicidad”.

“Nosotros mismos escribimos nuestra historia, escríbela sin heridas porque las heridas dejan cicatrices”…

“Ama a la vejez cuando entres en ella con un amor ferviente de servir a la humanidad,aunque sea con el humilde consejo para todos en general”.

Estas frases de nuestra Maestra Isaura, a sus más de 80 años, forman parte de un trabajo de reflexión y orientación a nuestro pueblo de Upata, que ella intituló “Así es la Vida”.

Quizá son sus escritos de Memoria, fragmentos de palabras inéditas, las cuales posiblemente serán legadas a la posteridad con un nuevo libro de su producción personal, quizás el libro de su despedida y cierre como forjadora de juventud y luces…

Saludos desde Hemisferio Sur Guayana a nuestra entrañable Maestra Isaura y a todos los suyos, a sus familiares, descendencia, a sus discípulos y alumnos, que la siguen considerando Maestra de Maestra. Este mensaje de reconocimiento también lo hace llegar una de sus amigas eternas acá en Upata la también docente jubilada Baudilia Correa de Ruiz, con quien ha compartido largos años su inquietud por la cultura, por las bellas letras, por la poesía, por la enseñanza.

La Cruz de Mayo tradición popular que se resiste a morir en Upata

Hoy en el prémbulo de la Tradición del 3 de Mayo, la Celebración de la Cruz de Mayo, muy vinculada a nuestra historia como pueblo, por la concentración popular en torno a la Santa Cruz del Calvario del final de la calle Bolívar con Polanco, o la celebración de la Cruz de Mayo en el cercano Cerro Corozo. Con el telón de fondo de la Cruz del Sur en los cielos australes de nuestra Villa del Yocoima la Cruz de Mayo, el 3 de Mayo, era el tiempo propicio para el encuentro en familia, el rezo compartido y la alegría de viviir en armonía con nuestro entorno, tiempo también para el tradicional caratillo, la chicha del genuino arroz, el agua de maíz, y tantos otros especímenes de nuestra culinaria o gastronomía local.

Mayo tiempo de renacer del verdor y de la lluvia intensa, tiempo de leyendas, de tradiciones, del canto del galerón que nos legaron acá en Upata en épocas recientes algunos hijos adoptivos de la Villa del Yocoima, provenientes de las tierras orientales de Margarita, Anzoátegui y Sucre... Tiempo del florecer, de los mangos, de reencuentro en familia, cuanto echamos de meno esas enormes filas de paisanos en procesión desde la calle Santa Fe del barrio Corozo hasta la cima misma, cercana, pero empinada del cerro El Corozo, recorrido que igual se hacía pero con mayor facilidad por el otro camino menos rebelde de lo que ahora es el sector 17 de Mayo. Ahora tenemos en Upata otro ícono necesario para reconfortarnos como pueblo tradicional la Cruz que adorna junto a la Virgen de La Paz el cerro Guacarapo, otra colina cercana y prodigiosa por su espectacular mirador del valle del Yocoima, la cual por cierto fue iluminada por el Alcalde Gustavo Muñiz, ojalá y que este renacer de costumbres, reencuentro con la Cruz Bendita nos traiga el necesario progreso de ver a nuestra Upata iluminada toda y sin apagones, con un servicio eléctrico a la altura de nuestra vitalidad como pueblo y realidad...