Poema al Merey
En el antiguo parque Bicentenario
flanqueando la entrada al baño
una mata de merey nos ofrendaba su reluciente fruto
donde el amarillo, el rojo y el naranja
matizaban su color, es como si la luz de este trópico
dibujara una abstracción al estilo kandiski.
Trato de evocar el árbol, pequeños atisbo
me sugieren que no era de gran tamaño
ya que era fácil tomar su fruto.
Su sabor, es difícil describirlo
me gustaba pero al mismo tiempo
me dejaba un extraño ardor en la garganta.
Notaba que había algo singular en su fruto
una pepa pendiendo como un arete
como si al Creador se e había olvidado
dotarlo de semilla.
Como compensación a tal descuido,
le otorgó bondades a este árbol,
el valor agregado del fruto y la semilla.
Se pierde de vista, merey pasado
el mazapán, es un regalo al paladar,
en Ciudad Bolívar, frente al terminal,
están los kioscos ofertándolos.
La forma de la pepa
ha sido motivo
para apodar a algunas personas
Pepa e Merey
hay historias populares que cuentan
que fulanito, agarró una PEA loca
porque pasó debajo de una mata de Merey.
En Guasipati, a sus habitantes los llaman los mereyeros,
hay un famoso festival llanero
llamado "El Merey de Oro".
Cuando un niño sufría de agmidalitis
lo mandaban a chupar Merey.
La palabra Merey está en el ideario del Guayanes:
tu semilla tostada
el esplendor de colores de tu fruto
esa mágica congregación, Mereyal
el don vegetal que la naturaleza te
ofrendó/
que los caminos de tu extirpe
se conserven a perpetuidad
Daniel Ruiz Correa
En cuanto al árbol de merey debemos señalar que una planta que luego de adaptarse a los suelos arenosos no necesita mayores cuidados. Se trata de una especie vegetal de porte mediano. Resiste climas calientes, secos, con sequías
prolongadas y sembrado en hileras o como cerca viva le proporciona una mayor vistosidad al monótono paisaje de la sabana y chaparrales, tan típica de vastas regiones de los Llanos y del norte de la Guayana venezolana.
Su nombre científico es Anacardium occidentale, y constituyen junto al mango, la ciruela de huesito, el jobo, y el imponente mijao de los bosques del norte del Orinoco, una de las especies más conocidas y apreciadas de la familia de las Anacardiaceae. Este pequeño árbol es nativo del nordeste
de Brasil y de la región de las Guayanas. Su fruto es muy apreciado
y en español recibe distintos nombres según la región:
Alcayoiba,
Anacardo (en España), Castaña de cajú (en Uruguay, Argentina y
Chile), Cajuil (En República Dominicana), Marañón (en Perú,
sureste de México, Colombia, Ecuador, Panama, Cuba y Centroamérica),
Merey, en Venezuela, entre otros.