martes, 29 de julio de 2014

Centro Cultural Manuel Carlos Piar de Upata Espacio para el Arte y la conservación del Patrimonio

Desde el patio del Centro Cultural constraste de las casonas de estilo colonial con la Iglesia Parroquial y el edificio de la Alcaldía de Piar.
Pasillo Principal del inmueble utilizado como espacio de la exposición fotográfica
La antigua Casa Verde hoy exhibe un nuevo color
A mediados de julio del 2014 fue inaugurado el Centro Cultural Manuel Piar de Upata, proyecto arquitectónico que articula en un sólo espacio de recreación, exhibición, educación y planificación a la Casa de la Cultura María Cova Fernández y otras instituciones del arte del municipio Piar. La intervención principal del inmueble integra dos casonas antiguas de la Upata de la segundad mitad del siglo XIX, una vieja casa familiar convertida en los 90 en sede de la Casa de la Cultura de la Villa del Yocoima y la denominada Casa Verde, inmueble adquirido por la Municipalidad de Piar en la primera década del 2000, que por años estuvo a la espera de su recuperación.

jueves, 24 de julio de 2014

Producción y Consumo de Casabe: tradición agroalimentaria arraigada en Upata y su zona campesina

Comienza la faena de la producción del casabe, con el raspado de la concha de la yuca amarga.
Rayado de la yuca, antes con métodos rudimentarios, hoy con la ayuda de un pequeño motor, al cual se anexa un rayo cilíndrico.
Colocada la harina de yuca preparada en saco para el prensado
El prensado, para extraer el yare o amargo venenoso de la yuca, todavía se realiza con implementos mecánicos rudimentarios
Seca la harina y con poca humedad los trabajadores procedan al tendido sobre los budares de barro, alimentados su poder calórico con leña de la propia zona.
Mandy Torres manos expertas en la producción del casabe
Upata y su área campesina aparte su ancestral tradición ganadera mantiene plenamente su potencial como zona productora de casabe, el tradicional pan de yuca amarga, que constituye además de una fuente permanente de ingreso para centenares de familias campesinas, un alimento básico infaltable en la gastronomía local.
Almuerzos, carnes, pollos, sopas, guisos, hasta las empanadas son acompañadas con esta harina de yuca o mandioca, que al contacto con los budares de barro adquiere su consistencia particular, y ese sabor neutro que al encuentro de los alimentos salados o condimentados se hace indispensable en la mesa de los guayaneses.