jueves, 29 de octubre de 2015

Efectos del Niño se sienten con fuerza en región Guayana Año 2015 destaca en Upata y Este de Guayana por bajas precipitaciones y registros de temperaturas extremadamente altos

Valle del Yocoima Upata desde el topo del cerro El Toro, en julio del 2015

Las recientes lluvias, intensas focalizadas y acompañadas con actividad eléctrica no comunes en este mes de octubre,  no fueron sino un inusual fenómeno atmosférico que no modifica la tendencia y el efecto que el Niño ha tenido este año en nuestro país y en la región Guayana, donde por cierto debemos activar extremar el seguimiento a nuestra principal fuente de energía y suministro de agua potable, el río Caroní, ya que el embalse de Guri ya se aproxima a los 258 metros sobre el nivel del mar, un registro incluso inferior al que registró para el mismo mes en 2002-2003, años de sequía extrema y descenso histórico del lago, por debajo de sus promedios anuales. Insertamos este escrito elaborado recientemente en septiembre del 2015, cuando en Upata padecimos las temperaturas máximas y promedios más elevadas de las últimas décadas: 

 Balance del tiempo en Upata a finales 
del mes de septiembre del año 2015
A pesar del balance hídrico desfavorable, baja intensidad y frecuencia de lluvias y altísima insolación y evaporación, la zona más húmeda boscosa al Noreste de Upata, el sector El Buey, todavía mostraba en octubre del 2015 un verdor propio de la temperada de lluvia, y sus cuerpos de agua están todavía en niveles relativamente óptimos.
Tal como había sido previsto por los expertos en metereología, el 2015 se proyecta sin duda como uno de los años más secos y cálidos de las últimas 5 décadas tanto en América como en el resto del mundo.
Por efecto del Fenómeno del Niño se está presentando con fuerza desde el pasado mes de abril extrema humedad y precipitaciones intensas en la seca región del Pacífico, desde la zona central de Perú hasta el Norte de Chile, y sequías o temperadas de lluvias muy débiles en las regiones localizadas al Norte del Ecuador, sobre todo en su franja más cercana al Atlántico y en la zona de la Orinoquia y la Amazonía Nororiental.
La región Guayana no escapa a esta realidad, ya que el clima global en esta área del contintente americano resulta siempre muy afectada por el Fenómeno del Niño, que se activa cuando la temperatura del agua superficial oceánica frente a las costas del Sur del Perú y Centro Norte de Chile, elevan su temperatura significativamente, entre 1 ó 2 grados centígrados, lo que trae como consecuencia la inversión de las tendencias climáticas en prácticamente toda la América del Sur.
Particularmente dos situaciones destacan este año con relación a este fenómeno climático.
Año seco con insolación y temperaturas máximas extremas
En primer lugar en nuestra región del noreste de Guayana, el área de Imataca Norte, sabanas y lomeríos a ambas márgenes del Bajo Caroní, en la cuenca del Yuruari, y en la ciudad de Upata, este año 2015 se ha caracterizado por ser extremadamente seco, con altísimas temperaturas por encima del promedio, con mínimas que en enero ni siquiera se acercaron a los 21 grados, y que desde febrero se han ubicado en un rango entre los 23 y 25 grados promedio.
Este año también hemos padecido de máximas absolutas de casi 34 grados en Upata, en su zona periférica más fresca y hasta 35 grados en los espacios urbanos del centro de la ciudad, 2 grados por encima de este valor, mientras que el promedio de las máximas se ubica entre 31 y  32 grados, cuando lo usual es que sean de 30 a 31 grados. 


Desde la torre toma del embalse La Mariposa se puede notar la secuela que este año extremadamente bajo en lluvias ha provocado en el principal reservorio de agua para el consumo humano de El Callao y Guasipati

En Guasipati y El Callao las máximas se han acercado a los 37 grados. Mientras que reservorios de agua como el embalse La Mariposa en Puente Blanco, que surte de agua a ambas poblaciones, están en niveles críticos.
Septiembre sin lluvias y con máximas históricas
Particularmente el mes de septiembre ha sido el más caliente del año, incluso con una máxima promedio superior a la de abril del 2015. A modo de ejemplo el miércoles 30 de septiembre la máxima en las faldas del Cerro El Toro, en Manuel Carlos Piar,  alcanzó los 33,5 grados a las 3:30 de la tarde, ese mismo día a las 9 de la noche todavía el termómetro marcaba los 28,5 grados, a las 11 se estabilizó en 26 grados, registros muy por encima de los valores normales para esta época del año (El gráfico anexo nos permite visualizar una situación similar el 26 de septiembre, un día en el cual la media fue de 28,7 grados centígrados).

Lluvias esporádicas escasas y de baja intensidad este 2015
Con respecto a las precipitaciones el balance es igualmente negativo, con respecto a la media anual, ya que en Upata este año 2015 el acumulado apenas llega a 685 mm hasta el 28 de octubre, un registro extremadamente bajo, ya que aún con un último bimestre inusualmente húmedo, poco probable, cuando mucho nos estaríamos acercando a los 750 mm de lluvia en 12 meses, una magnitud de precipitación muy inferior al promedio anual, que oscila entre los 980 y los 1050 mm.
Es decir este año en Upata ha llovido menos del 45 por ciento de su valor promedio, lo que evidencia que ciertamente los efectos del Niño se han sentido y con fuerza en nuestra ciudad valle, donde por cierto este año el río Yocoima ha estado todo el año prácticamente seco, con esporádicas y débiles crecientes que no generaron ningún tipo de alerta en las poblaciones ubicadas en las cercanías de las zonas de inundación aledañas a este curso fluvial y a sus pequeños tributarios. 

Registro de precipitación en el 2015 en Upata hasta el miércoles 28 de octubre(Fuente no Oficial)

Es bueno destacar que desde el año 2013 la tendencia ha sido constante, tenemos ya tres años con registros de precipitación en descenso continuo, a tal punto de que en ese lapso las lluvias han declinado sobre todo en las temporadas húmedas, con valores en los meses más lluviosos por debajo de los 160 mm por mes, incluso entre 2014 y 2015 nuestro valle del Yocoima ha presentado niveles de precipitación acumulado casi tan bajos como los que se registran en ciudades de clima semiárido como Maracaibo o Cumana, por fortuna las lluvias se han distribuido equitativamente, salvo en febrero y marzo, y eso ha suavizado un poco el balance hidrológico en la capital de Piar.
Parte de estas realidades las mostramos en algunos gráficos de elaboración propia, que recogen los registros de precipitación y temperaturas en nuestra pequeña estación metereológica de Manuel Carlos Piar, localizada en el piedemonte del Cerro El Toro, al Este de Upata.

 Cuenca del Caroní también afectada por el Niño
Con respecto a la cuenca del Caroní Paragua que alimenta nuestro lago de Guri, debemos destacar como hecho significativo que este año las lluvias han sido muy irregulares o de baja intensidad, ya que están por debajo de la media, incluso aproximándose o superando los mínimos históricos. Lo que se traduce en que el embalse que nutre el 65 por ciento de la energía eléctrica de Venezuela, se encuentre de hecho 10 metros por debajo de sus valores normales para esta época del año, en la cota 261 metros sobre el nivel del mar, cuando lo usual, es que en septiembre este lago debería estar en un rango entre los 266 y 271 metros sobre el nivel del mar.
Esta situación por cierto obliga al Estado venezolano a incrementar el monitoreo y el seguimiento a este sistema hídrico, ante la posibilidad de se vuelva a repetir un descenso del embalse similar al de los años 2002-2003, cuando se vivió la contingencia de operar las centrales hidroeléctricas del Caroní en condiciones especiales, ante la eventualidad de una posible paralización de algunas de las unidades generadoras de Guri, situación que afortunadamente no se presentó.
En esos años, y sobre todo en el 2003, el lago llegó a su mínimo histórico al alcanzar para la temporada de aguas bajas un registro de 244 metros sobre el nivel del mar. Actualmente el embalse se encuentra en un nivel muy bajo para este mes de octubre, que históricamente es el que marca el inicio del descenso de su cota,y como se aproxima un ciclo de bajas precipitaciones a sequías inusualmente intensas, no se descarta que volvamos a experimentar situaciones de racionamiento del volumen almacenado de agua en el lago, para garantizar la plena operatividad del sistema hidroléctrico del Caroní. Esto conllevaría a racionamientos en el suministro de energía al Sistema Interconectado Nacional, que tiene en el Guri a su principal fuente generadora de electricidad.
Esa es una posibilidad, que está latente y que puede presentarse en caso de que los efectos del Niño se dejen sentir con mayor fuerza a lo previsto por los expertos, que calculan condiciones de intensa insolación y altas temperaturas en la región Guayana precisamente durante estos meses finales del 2015 y el primer trimestre del 2016, cuando arrecie la sequía en todo el territorio al Sur del Orinoco y a nivel nacional.   


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