lunes, 14 de diciembre de 2020

La Sarrapia árbol emblemático del estado Bolívar con escasa presencia en nuestro valle del Yocoima

Sarrapia en la parte alta de Libertador, al Oeste de Upata.
Entre septiembre y octubre del 2020 se dio la floración de la sarrapia, en el árbol plantado en el sector La Viuda, en ruta al Cerro El Toro.
El mismo ejemplar en noviembre del 2020, un mes después de su floración, ya muestra los frutos verdes; entre enero y marzo, en las zonas sarrapieras de Guayana se llevaba a cabo la cosecha del fruto y la extracción de su semilla.
Existen plantas que están íntimamente vinculadas al desarrollo de una región o incluso de un país y otras que teniendo la potencialidad de utilidad no han sido aprovechadas al máximo, restando a la nación de entradas económicas apreciables. Tal es el caso de la sarrapia Diphysa punctata, el árbol emblemático del estado Bolívar, en Venezuela, árbol que sí bien favoreció históricamente, en parte, la zona sur del país, donde crece en forma espontánea en los grandes espacios abiertos del Bajo Caura y otros porciones occidentales del extensísimo territorio guayanés, no ha podido ser fuente de gran riqueza para toda Venezuela mediante plantaciones artificiales. Este árbol de notable belleza aunque no enorme porte, tiene un follaje muy denso, a la distancia cuando está apretada con otras plantas puede confundirse con la pumalaca, pero sus hojas, flores y frutos son muy distintas a la de esa especie frutal.
Si bien no conocemos a fondo las razones que pesaron para convertirla en el árbol emblemático del estado Bolívar, lo cierto es que no es una especie generalizada en todo el extenso territorio federal que le rinde tributo al Libertador, ya que lejos del Caura y los bosques del municipio Cedeño, la sarrapia deja de ser predominante en los bajos selváticos y solo ocasionalmente observamos algún ejemplar plantado o pequeños sarrapiales. Obviamente en la región había otras especies de árboles de presencia generalizada en todos sus espacios geográficos, relieve, zonas de vida y ecosistemas, y en las zonas urbanas, donde la serrapia casi no es tomada en cuenta en los planes oficiales de arborización,  pero para elevarla al rango de Árbol Emblemático privaron sobre todo las consideraciones de tipo económico, en ese caso bien pudo ser nombrado como tal otra especie de amplia resonancia histórica, comercial y tradicional como el caucho balatá Manilkara bidentata, también conocido como purgo, pariente cercano del chicle o níspero, perteneciente a la familia de las Sapotaceaes.

El valor económico y comercial de la sarrapia como ya señalamos reside en su semilla, de la cual se extrae la cumarina, sustancia con sabor a vainilla que se utiliza para aromatizar ciertos tabacos, rapés, perfumes, jabones, licores y productos de panadería. Entre todas las especies de sarrapias existentes en Venezuela, la más cotizada y de la cual se extrae mayor cantidad de cumarina es la sarrapia real o yape, conocida científicamente con el nombre de Diphysa punctata. La explotación de su cultivo históricamente se organizó y centralizó desde la vieja Angostura hoy Ciudad Bolívar, desde la cual se planificaban las incursiones de los sarrapieros y se acopiaban los cargamentos de la semilla para su exportación.

Otro ángulo de la serrapia Diphysa punctata planta en La Viuda, al lago del centro de distribución de agua de manantial, en la ruta al cerro El Toro Manuel Piar.
Este comercio tan importante en la zona occidental del estado Bolívar, se inicia con fuerza a mediados del siglo XIX, 1846-45 según refiere el cronista y periodista Américo Fernández en su blog Crónicas Angostureñas, y tuvo su máximo en la década de los 40 del siglo pasado, cuando alcanzó su exportación un tope de 874 toneladas en 1942, desde los 50 y hasta finales de los 60 la extracción entró en picada, y desde los 70 hasta nuestros días la producción es marginal, con respecto a otros países que dominan el mercado de la semilla y la cumarina como insumo principal. Actualmente los principales países productores de sarrapia son Brasil, Trinidad y Tobago. 

Este árbol crece en forma silvestre entre el sur de Venezuela, norte de Brasil y la zona de las Guayanas. En Venezuela abunda principalmente en las cabeceras de los afluentes del margen derecha del Orinoco, hasta el Caura pricipalmente,  donde forma manchas extensas o sarrapiales. Se desarrolla bien en una gran diversidad de suelos, peso generalmente prefiere las orillas de los ríos, con tierra formada como resultado de inundaciones, con textura suelta, algo arenosa con mucha grava y rica en humus. Puede desarrollarse en general en todo tipo de suelos, siempre que estos tengan buen drenaje. Aunque la sarrapia puede resistir cortos períodos de sequía, requiere de precipitaciones pluviales entre 1.500 y 2.500 mm y temperatura media anual de 21 a 26 °C, por lo que deja de ser abundante más allá de la cuenca del Caura.

La sarrapia real, leguminosa de las fabáceaes espicíficamente de las Papilionaceae, se propaga mediante semillas, las cuales pueden sembrarse en un semillero o en su lugar definitivo. En su etapa juvenil requiere sombra moderada o parcial hasta que logre alcanzar alturas de 1 a 2 m. En algunos países,cuando hacen plantaciones artificiales, suelen sembrar maíz o cambur entre los arbolitos para que les proporcionen sombra. En Trinidad, donde existen plantaciones, suelen recoger los frutos entre los meses de marzo a mayo. Es un árbol de 8 hasta 30 m de alto. Hojas compuestas con 4 a 6 foliolos aovados a oblongos, brevemente acuminados en el ápice, coriáceos, glabros, con puntos translúcidos, de 6 a 15 cm de largo por 3 a 6 cm de ancho. Flores en pániculas cortas, rufo-tomentosas. Brácteas y bratéolas aovadas, hasta 7 mm de largo. La madera es dura, de color moreno, grano fino, poros grandes y llenos de pésima blanca y olorosa. De las semillas se extrae la cumarina, que se utiliza para aromatizar bebidas y comidas. El uso de las semillas, como talismán fue común entre los indígenas del Amazonas, quienes confeccionaban collares y brazaletes con ellas. Como árbol ornamental se puede utilizar en las zonas cálidas y sería muy valioso debido a la frondosidad de su copa y a su tronco recto. En Ciudad Bolívar por cierto aún persiste cierta cocina tipo gourmet especializada en aromatizar con la cumarina los platos principales, sobre todo en algunos restaurantes del casco histórico.

En Upata se nos hizo harto difícil visualizar árboles de sarrapia, pues a pesar de ser la especie arbórea emblemática del estado ninguna autoridad local o institución educativa, se dio a la tarea de plantarlo para aprovechar su hermoso porte, y obtener de primera mano su semilla y la cumarina. Por eso no hay sarrapias ni sarrapiales en la ciudad y su cercanía, salvo dos ejemplares aislados, uno al lado del tanque de La Viuda, vía el Cerro El Toro,  oculto entre el follaje de otros árboles más grandes, y otro en una de las colinas cercanas a la urbanización Libertador de Upata. También tenemos una comunidad La Sarrapia pasando el desvío y un puente de la carretera a Sabaneta Guayabal Las Adjuntas El Pao, donde posiblemente puedan encontrarse algunos ejemplares de esta especie. En los estudios botánicos sobre nuestros cercanos bosques secos, deciduos, semideciduos de Upata y los más lejanos bosques húmedos de Imataca, no la encontramos tampoco inventariada a la sarrapia como especie presente o dominante. No obstante agregamos algunas imágenes de la planta, de sus dos ejemplares detectados en Upata, para que podamos conocerla un poco más de cerca. Para más información sobre este árbol visualizar el artículo La Sarrapia del cronista Américo Férnández en su blog Historia y Crónicas de Angostura.

1 comentario:

Héctor F. Aguilar dijo...

AGUILAR Héctor F., 2018.- La Sarrapia Dipteryx punctata (S.F. Blake) Amshoff. Fabaceae presente en Venezuela Rev. Ecol. Lat. Am. 19(1-3): 19-24 ISSN 1012-2494