sábado, 12 de diciembre de 2020

El Roble árbol primordial de nuestros bosques secos y paisaje urbano

Dos ejemplares de roble Platysmiscium pinnatum en la plazoleta del urbanismo Manuel Piar en Upata
Roble de más de 15 metros en la franja boscosa de la quebrada de El Caballo en sus nacientes en el cerro El Toro.
El Roble Platymiscium pinnatum es un árbol de rápido crecimiento, muy resistente al verano, típico de las tierras bajas del trópico suramericano, sobre todo al Norte de Suramérica y en Centro América. Es una planta que abunda en el Oriente de Venezuela, en Guayana y particularmente en Upata, donde se le observa en grandes espacios abiertos, avenidas, parques y en las áreas rurales. Varios ejemplares destacan en la Plaza Bolívar, en la Plaza Piar y Miranda de la ciudad capital del municipio Piar. En el piedemonte del Cerro El Toro, al Este de Upata, y con menor cuantía en la zona de El Candado al este de la ciudad, el Roble formaba bosques de gran belleza, que han sido talados para darle paso a urbanizaciones y barrios. No obstante de los más de 15 Robles que había en el urbanismo Manuel Piar apenas quedan en pié un árbol adulto en la plazoleta del sector y unos 6 de siembra reciente en la plazoleta central, sometidos a toda clase de atropellos, deterioro, quema de sus troncos, destrozos de su corteza y contaminación del suelo circundante. 
 

Floración de un roble adulto en el urbanismo Manuel Piar.
Sobre el Roble como árbol perteneciente al género Platysmicium podemos leer en el foro del portal web www.infojardin.com la siguiente reseña de la autoría de Fernando Macé:  "El Estado Sucre está representado en la flora emblemática de Venezuela por un bello y valioso árbol, muy común en el Oriente del país: el Roble". Conocido también vulgarmente con los nombres de Roble blanco, Roble gusanero, Roble gateado, Roble montañero, Roble colorado, Tasajo y Uvedita. En Costa Rica se le llama cristobal, en México granadillo, hormigón en Guatemala. Este noble y hermoso árbol está muy vinculado a nuestro quehacer en las zonas rurales de Upata, donde suele predominar en los escarpados y rocosos ambientes silvestres que rodean la ciudad.  

Botánicamente nuestro Roble no tiene ningún parentesco con el Roble europeo (Quercus). El hecho de que sea también un árbol muy resistente, de gran durabilidad y capaz de crecer en suelos pobres, le ha valido este nombre, que hace mención exclusivamente a su resistencia para adaptarse a los ambientes hostiles y a la dureza de su madera. 

El Roble, símbolo de la flora del Estado Sucre, es un árbol de mediano a gran pote propia de Venezuela (endémica), de amplia cobertura nacional sus varias especies. Crece entre los 10 y los 1.500 m de altitud. Pertenece a la gran familia botánica de las Leguminosas, a la subfamilia de la Papilionáceas y a la tribu Dalbergia. Pertenece al género Platymiscium, que comprende unas 15 especies propias de América tropical, de las cuales P Pinnatum es la especie predominante en nuestros espacios urbanos y en los bosques secos que rodean la ciudad de Upata, donde conjuntamente con el indiodesnudo, palo blanco, yiguire, yagrumo y el zapatero, entre otras, conforma algunos de los árboles más comunes en esos ecosistemas selváticos que le dan verdor y frescura a nuestro valle del Yocoima. El roble predominante en el estado Sucre es una variante de este mismo género Platymiscium. 

A finales de la temporada de lluvias el roble en nuestra región Guayana, al noreste del estado Bolívar, se va despojando de sus hojas de un intenso verde oscuro, las cuales pasan a conformar una tupida fronda de foliolos amarillentos, que da luego cabida a un nuevo rebrote folial, que alterna con su etapa de floración. Las flores del roble son de un amarillo llamativo, a pesar de que son bastante pequeñas y difíciles de detallar cuando se agrupan en racimos en las partes altas del árbol. El roble destaca por su corteza áspera que muestra relieves verticales alargados tanto en el tallo principal como en su amplias ramificaciones, que son de un color marrón a gris oscuro. Cuando no tiene competencia con otras especies arbóreas se extiende frondosamente y es capaz de ofrecer una excelente sombra. 
El roble puede alcanzar hasta los 25 metros de altura, su tronco en promedio es de unos 50 centímetros de diámetro. Las hojas tienen cinco hojuelas, y su semilla solitaria rodeada de un ala que facilita su dispersión por el viento. En los planes de arborización urbana desarrollados en el oriente, sobre todo en Ciudad Guayana, y en la misma Upata, el roble ha jugado un papel preponderante por su adaptabilidad, resistencia y calidad como planta de ornato, por lo que es corriente verlo en corredores como la avenida Guayana, donde es la especie preferida para adornar sus islas y brocales. 

El roble atrae igualmente avifauna y cuando está plantado en espacios abiertos constituye un excelente árbol de sombra que refresca las duras condiciones de nuestro cálido clima. En el cerro El Toro, en la quebrada de El Caballo, el roble es junto al zapatero, el indio desnudo y otras leguminosas, una de las especies predominantes por su facilidad para adaptarse a los bordes pedregosos de este curso de agua, y porque ofrece resistencia a las quemas forestales. En pleno verano, o sequía extrema, este árbol por lo general mantiene su frondosidad, ya que cuando se despoja de sus hojas de inmediato las suplanta con rebrotes foliales, que destacan por sobre el resto de la vegetación alta, que durante estos meses de intensa insolación y sequedad permanecen sin hojas. 

El botánico Jesús Hoyos destaca de roble la calidad de su madera que es es dura, de grano fino, marrón y rojiza con vetas oscuras, apropiada para trabajos de carpintería ebanistería. Señala que la especie se propaga por semilla; presenta crecimiento mediano a rápido. Requiere de lugares cálidos con plena exposición solar y posee un sistema radical profundo. Sus flores son fragantes y, por tal razón, muy visitadas por las abejas.

3 comentarios:

Alí Reyes dijo...

Estoy buscando un árbol para plantar acá en Maringá y me has dado la idea de hacerlo con este roble Platymiscium pinnatum

Alí Reyes dijo...

te cuento esto porque acá lo único que he sembrado han sido dos cardones para acordarme de Coro, uno en el campus universitario y otro en la residencia donde vivo. Pero necesito un árbol para anunciar la llegada de la hija de mi sobrina ¿qué tal?

Juan Ruiz Correa dijo...

Son 15 varientes de género al que pertenece nuestro roble tropical, posiblemente se consiga uno allá en esa zona de Brasil. En el inmenso país donde vives actualmente deberías encotrarlo, pues la floresta en gran parte es similar... saludos y gracias por los comentarios...