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Se nos antoja Guacamayo a la distancia, visto desde el Este, un celoso guardían de las llanuras del Carichapo-Yuruari, en un semicírculo abierto sobre el cual se exhiben otros cerros colinosos, redondeados por la erosión. Entre estas montañas serenas y no muy elevadas destacan los cerros Teuteo, Los Jiménez, y soberbia la serranía de Tomasote, cuyo punto máximo alcanza los 695 metros sobre el nivel del mar.
Guacamayo se alza en medio de la llanura circundante y los bosques de galería con pendientes abruptas y suaves, donde se alternan vegetación boscosa con sabanas de trachypogón y chaparrales. En uno de sus recodos creció una pequeña comunidad rural de agricultores, que sobrevive en condiciones poco óptimas. Ya no es el pueblito de Guacamayo el caserío bullicioso, bien plantado, visitado y famoso de otras épocas, pues ha cedido su importancia y vigoridad a la vecina población de Santa Bárbara, la cual queda más al Sur, ya en territorio del municipio Roscio.
Al Este de Guacamayo se encuentra la zona boscosa denominada en el lenguaje campesino local Montaña de La Justicia, área de diversidad de fauna y vegetación, que ha sido muy intervenida por los hatos ganaderos cercanos y pequeñas propiedades rurales. Cerca del cerro tenemos pequeños cauces, caños, secos casi todo el año, con sonoros nombres registrados en la cartografía oficial, pero que muchos de los lugareños han olvidado. Entre otros están los caños Espinero, El Pavo, Mamure. Recientemente hasta una "bulla" aurífera reventó en Cerro Guacamayo, atrayendo a centenares de pequeños mineros, lo cual obligó a la intervención de las autoridades para evitar un ecocidio sobre este espacio geográfico.
Al Este de Guacamayo se encuentra la zona boscosa denominada en el lenguaje campesino local Montaña de La Justicia, área de diversidad de fauna y vegetación, que ha sido muy intervenida por los hatos ganaderos cercanos y pequeñas propiedades rurales. Cerca del cerro tenemos pequeños cauces, caños, secos casi todo el año, con sonoros nombres registrados en la cartografía oficial, pero que muchos de los lugareños han olvidado. Entre otros están los caños Espinero, El Pavo, Mamure. Recientemente hasta una "bulla" aurífera reventó en Cerro Guacamayo, atrayendo a centenares de pequeños mineros, lo cual obligó a la intervención de las autoridades para evitar un ecocidio sobre este espacio geográfico.
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