martes, 26 de mayo de 2015

Upata es ciudad de apamates

Apamate en flor en la urbanización Bicentenario de Upata en abril del 2015
Espectacular flor del apamate con su manchón amarillo al centro
El Apamate es junto al caobo uno de los árboles que han sido privilegiados durante las últimas décadas como una de la especies predilectas para su plantación en las plazas, parques y jardines de la ciudad de Upata. 
Por su rápido crecimiento, la vistosidad de sus flores con tonos que van del rosado al lila, incluso al blanco, su amplia copa y raices profundas que generan poco daño en la infraestructura urbana, el apamate sobresale como uno de los árboles más apreciados dentro de los programas de ornamentación urbana de la capital del municipio Piar.

Poema al Apamate

Altivo apamate

Arbol regio que improvisas rimas

Al candor de un día soleado.

Busco en tus hojas antiguas palabras

Como queriendo atrapar un verso

Prendido entre tus ramajes.

En tí la poesía se viste

De blanco, rosa y  morado

Son tus flores un manojo de estrofas

Que el viento declama en la tarde.


Elegante poeta de esquinas

De plazas, de parques

En algún lugar de mi tierra

Se que estas viejo bohemio,

Escribiéndole versos al cielo

conversando con viejos amigos

                                            [Los pájaros.



Te miro en silencio

Como queriendo atrapar

La nobleza que inspiran  tus flores

Arbol sabio Fuste real

Nazareno de mayo

Se agolpan en mi

Las horas buenas,

La de esos días

Cuando te suelo mirar

Y se alejan de mi

Todas las tribulaciones. 

Daniel Ruiz Correa
Gran cantidad de ejemplares de apamate destacan así por su porte, llegando a alcanzar entre 15 y hasta 25 metros de altura cuando se dan las condiciones para su desarrollo pleno, tal como ocurre en algunas áreas de la ciudad, donde crecen frondosos y esbeltos formando manchones verdes de gran belleza escénica, tal como ocurre en el patio de la Escuela Santo Domingo, en la cerca viva de la mansión de la familia Matamoros en la avenida Raúl Leoni y en otros espacios abiertos de la ciudad.
Apamate de elegante porte en la Plaza Piar de Upata
Floración persiste más 
de una semana
Su floración característica que va de los tonos rosados al blanco, lo convierten en un solicitado compañero urbano, que tiene además la ventaja de que sus flores persisten por más de una semana, a diferencia de su especie hermana el araguaney, cuya floración espectacular apenas dura de tres a cuatro días.
El apamate, (Tabebuia rosea), que pertenece a la familia de las Bignoniaceae, es un árbol nativo de los bosques tropófilos de la zona intertropical americana. Es el árbol nacional de El Salvador donde se le conoce como maquilishuat. También es el árbol emblemático de Barranquilla, Colombia (donde se le conoce como "Roble morado").  En Venezuela destaca por haber sido nombrado como el árbol emblemático del estado Cojedes. Su nombre binomial Tabebuia, procede de su nombre vernáculo brasileño tabebuia o taiaveruia; mientras que su denominación rosea, proviene del latín, por el color rosado, por sus flores. 
Entre otros nombres comunes se le conoce como roble de sabana, lapacho rosado, apamate, rosa morada, palo de rosa, roble morado, Maquilishuat, matilisguate,macuelizo, guayacán rosado, amapa rosa y orumo.
Características del apamate
Este árbol se multiplica por semillas; tiene un crecimiento mediano. Pero cuando encuentra condiciones ideales en climas cálidos y de alta humedad en el suelo, y fertilidad, puede incluso sobrepasar sus tallas promedios, elevándose hasta más de 20 metros.  Las semillas se dispersan con el viento ya que son muy ligeras, que se presentan como alas asimétricas e irregulares, con el fin de poder posarse sobre el suelo a cierta distancia del árbol original. La verdadera semilla está formada por dos pequeños discos lenticulares soldados entre sí, también asimétricos para favorecer la dispersión con el viento, en ocasiones favorables pueden desplazarse hasta casi 1 km. Su fruto, una vaina alargada de hasta 30 centímetros, domina en el ramaje dos meses después de su floración.
En Upata el apapamate a partir de marzo, abril, incluso en mayo, exhibe su espectáculo de flores rosadas, lo que lo convierte junto a su primo el araguaney en una de las especies más apreciadas por la belleza de su floración, la cual en algunos ejemplares también se presente al finalizar la temporada de lluvia, entre los meses de octubre a diciembre.
Centenares de Apamates esparcen su porte en Upata
Apamates en el patio posterior de la Escuela Santo Domingo de Upata
Si bien no existe certeza exacta sobre el número de árboles de apamates diseminados o esparcidos en el valle del Yocoima, como una de las especies ornamentales fundamentales de la ciudad de Upata, se calcula que en sus plazas, jardines, avenidas, áreas verdes, patios, pequeñas propiedades urbanas, rurales y semirurales, existen no menos de 300 árboles plantados, que han alcanzado un apreciable estado de madurez. Si nos extendemos a las áreas de la periferia rural la cantidad de individuos sobrepasa largamente los 500 ejemplares.
El apamate es una especie no nativa del Sur del Orinoco, asociada a los bosques de galería de los llanos altos occidentales y selvas húmedas del piedemonte andino, que igualmente crecía silvestre en amplias zonas de los valles interiores de la Cordillera de la Costa, que encontró en la extensa geografía de Guayana, condiciones favorables para su desarrollo, dadas sus virtudes como árbol ornamental.
Son notables entre otros los apamates vistosos que ya alcanzaron su madurez en la plaza Piar, los que fueron plantados en la avenida Valmore Rodríguez, y los que se han desarrollado como árboles de sombra y ornamento en las áreas verdes de las edificaciones escolares y centros públicos de la ciudad.Lastimosamente uno de los apamates más altos de la ciudad, que tenía como hábitat el patio de la abandonada Casa Piar, en el Casco Central de Upata, fue recientemente talado.
Como le corresponde a tan digno representante de nuestro patrimonio vegetal el apamate, en este caso su hermosa flor, fue cantada también por poetas como el inmortal Andrés Eloy Blanco, quien decía en sus versos sencillos "Que pena de medio luto tiene la flor de Apamate, que pena de medio luto, desde que tú te marchaste..."

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