viernes, 14 de agosto de 2020

Upata desde el mirador de Cerro Guacarapo en agosto del 2020

De las tantas colinas y cerros que rodean y dan su singularidad a nuestro hermoso valle del Yocoima, la de Guacarapo, donde fue levantado el monumento de la Virgen de la Paz, es una de las más singulares, tanto por su pequeñísima altura, tan solo 80 metros sobre el valle, como por la simpleza de su forma y la facilidad de acceso por los sectores 3 de mayo y San Marcos. Este lomerío, donde predominan la vegetación de sabana, debido a que casi toda su vegetación crece sobre un suelo en extremo recoso, no obstante posee algunas islas de vegetación más alta, tipo arbustiva, y está rodeada en su base más oriental por un ecosistema de bosque bajo, matorrales y suaves pendientes, que algunos lugareños la utilizan como pequeñas unidades de producción tipo conuco. 

Ya en su cima Guacarapo tiene aún la evidencia de un interesante proyecto de paisajismo y parque mirador, que aprovechaba las excelentes vistas que desde su altura se pueden apreciar de casi toda la Villa del Yocoima. A pesar de su pequeño porte y superficie, que apenas roza las 20 hectáreas. su estratégica ubicación en medio del valle permite extender la vista tanto por la zona de expansión de Upata por el Este como por las tradicionales sectores del Oeste de la población, donde se localizan el centro de la ciudad y los barrios del arco El Corozo, Chapire y California. Incluso tiene la ventaja de permitir la contemplación de los estrechos valles y cerros del Norte de la capital de Piar, entre otros La Carata y su mesa, La Vaca, Copeyal, Los Chorros y California, lo que se puede hacer cuando se sube a su topo por las trochas de San Marcos. 

Lamentablemente por tratarse de una propuesta de intervención de un espacio natural que no tuvo continuidad administrativa, y debido además a las restricciones financieras que padece nuestro municipio, este proyecto cayó en el olvido, y las instalaciones pioneras de apoyo al mirador lucen hoy corroídas, desvalijadas, convertidas en ruinas, quedando solo en pie la construcción o muro de roca ferruginosa que lo delimita por su ladera principal, y la estructura de la estatua de la virgen con evidentes muestras de deterioro, sin pintura protectora, con un hueco que desnuda su interior, y sujeto el monumento al vandalismo.

Sin embargo, la propuesta de convertir al cerro Guacarapo en un área de recreación pasiva no es descabellada. La cima de este pequeño cerro sigue siendo un espacio con suficiente amplitud como para que en algún momento se pueda rescatar este proyecto. Se tiene la ventaja de que afortunadamente esta colina y su entorno inmediato se mantiene libre de invasiones o rancheríos, y es perfectamente viable en algún momento rescatarla y reconvertirla en el más cercano mirador turístico de la ciudad, al cual se podría acceder fácilmente por la ruta de 3 de Mayo, tal como se hizo cuando fue inaugurado a comienzos de la década del 2000. En próximas entregas mostraremos el estado actual de abandono del mirador de La Virgen y las panorámicas que Guacarapo o su ruta de acceso por San Marcos le regala  los upatenses que tienen el privilegio y dependiendo del día y la hora la "osadía" de trepar hasta este hermoso rincón de nuestra Villa del Yocoima.
Cerro Guacarapo desde la calle Alberto Ravell

Las gráficas tienen voz propia. Nos muestran la hermosa panorámica de nuestro valle del Yocoima y su expansión. 

2 comentarios:

Alí Reyes dijo...

Buenísimo...tienes unas fotos del carajo!

Juan Ruiz Correa dijo...

Saludos Alí, a pesar de que la cámara teléfono no ayuda mucho, ya que la óptica Samsung no es la mejor... Cuídese amigo. Un abrazo...