jueves, 20 de agosto de 2020

“Upata en la literatura y los libros…” IV


Diario de Viaje de John Princep 

Otro libro fundamental para el conocimiento de la historia de Guayana, escrito en tono de crónica, es el "Diario de un viaje de San Tomé de Angostura en la Guayana española, a las misiones capuchinas del Caroní", el cual tuvo como autor al británico John Princep, comerciante, que vino a Guayana en plena Guerra de Independencia para comercializar armamentos por ganado, tabaco y otros productos locales.

En el estudio ensayo sobre "Los antecedentes poblacionales de la moderna Santo Tomé de Guayana: 1595 – 1961. publicado en la Revista Guayana Sustentable 12, editada por la UCAB y la Fundación Honrad Adenauer el investigador Reinaldo José Rincón Chávez refiere sobre este diario lo siguiente:  

"John Princep sobrecargo del bergantín Hunter, el cual llegó a Guayana procedente de Inglaterra transportando 7.000 fusiles, además de espadas, municiones, vestuarios y otros efectos militares para ser entregados al gobierno republicano en Santo Tomás de Angostura. Este cargamento tenía un valor de más de 31.660 libras esterlinas, valor que debería ser cancelado con mulas, ganado en pie, carne en tasajo y todo el tabaco cosechado en las misiones del Caroní 18 . El documento publicado con el título de Diario de un Viaje a las Misiones Capuchinas del Caroní, nos muestra con un relato vívido y ameno, aunque doloroso, el estado de los pueblos de misión, escrito en el año 1818, a lo largo de su recorrido donde iba acopiando los productos necesarios para el pago de la deuda" .  Su viaje se realizaba cuando ya este extenso territorio de las antiguas misiones eran dominadas por el Ejército Libertador, y toda su riqueza ganadera, agrícola, pertrechos y sus habitantes estaban al servicio de la causa independentista

Esta obra del siglo XIX de Princep junto a la de otros viajeros del siglo XIX fue reeditada en 1975 por la Presidencia de la República, en ella existen 20 páginas donde se describen, comentan y relatan situaciones diversas relacionadas con esta región de las Misiones del Caroní y Upata temas como la fiebre amarilla, su geografía,  pueblos, cultivos, clima, gobierno, ganadería, comercio, entre otros. A continuación insertamos un fragmento de este libro,  que lamentablemente no está al alcance de las nuevas generaciones mediante alguna edición de papel o digital accesible masivamente:

“Upata está ubicada en un terreno seleccionado que tiene muy buenos montes de labor para cualquier fruto de cacao, caña, tabaco, yuca y maiz, es de muy buen temperamento, bien batido de la brisa, que es el viento más sano de estas tierras. Tiene aguadas, aunque no tiene ríos navegables. Tiene buenos y bastantes sabanas para pastos de ganado...En la distribución del espacio colonial le correspondía a Upata ser el centro de referencia de un conjunto de pueblos que actuaba como su satélite. Además de ello hubo también la intención de otorgarle cierta importancia política pues quería que fuera la capital de las Misiones...El pueblo está construido en manzanas rectangulares, pero la casas son miserables y la mayoría de barro, sin simetría, elegancia o ventilación. Un torrente de buena agua serpentea por unas dos terceras partes de la población, y aunque ahora se seca a veces podría con poco trabajo suministrar amplio abastecimiento del líquido”.

Exploración Oficial de Michelena y Rojas

“Exploración Oficial por el Norte de la América del Sur en los años 1855 1859” es una soberbia y bien documentada obra de la autoría de Michelena y Rojas y Editada por Lacroix Editores en 1867. 
Es un libro fundamentalmente de viajes, con vastas referencias estadísticas, geográficas de Venezuela, Colombia, Perú y Brasil, del cual tomamos los siguiente fragmentos en los que el autor describe y comenta sus impresiones sobre Upata, villa que a su juicio ha logrado sobrevivir al estado general de atraso y calamidad de la antigua provincia de Guayana, y que a pesar de estar ubicada a una distancia relativamente lejana de las ricas zonas auríferas de Caratal y Nueva Providencia, mantiene aún en esas circunstancias su importancia como centro poblacional:

“En menos de 2 días después de haber atravesado valles y montañas risueños, y de atravesar las ruinas del memorable pueblo de San Félix, llegué a Upata, cabecera del cantón de este nombre. Esta antigua ciudad,a no faltarle el agua la mayor parte del año, como efectivamente sucede, estaría bien situada ; pues se halla edificada en un valle casi igual en extensión al de Caracas, rodeada de fértiles colinas; goza de una temperatura templada sumamente agradable, y residen los principales propietarios de ganados, que son únicamente los ricos del cantón”. Pag 224

“Después de pasar la noche a mediado del camino entre Puerto Tablas y Upata, en una buena casa-posada, y haber andado todo el día por un camino menos favorecido que el primero, llegué a las cercanías de esta última, como a dos leguas de distancia, a un punto delicioso del camino, a 2,000 pies de elevación sobre el nivel del valle en donde está situada la población. En aquellas montañas de una rica tierra vegetal, que se extienden por algunas leguas equidistante del valle, es particularmente en donde hay más cultivo, todo de frutos menores y de sabrosas frutas. Hay con este motivo algunas casas de campo que por su temperatura, su variado cultivo y su ninguna plaga de zancudos son de lo mas agradables, y en una de las cuales descansé algún tanto mientras el sol bajaba. Dos horas después continuando mi marcha, llegué a Upata, capital del cantón de esta inmensa comarca, situado en un gran valle o mas bien sabana”. Pag 230, 231

“Upata, pues, y su cantón, según lo que acabamos de demostrar, aun comparado con el de Angostura, es el único que ha hecho algún progreso material, y que puede decir con razón que las propiedades que haya adquirido las debe á su perseverante industria y trabajo, y que no está sometido a las contingencias que experimenta Angostura por razón de la única industria que posee.

Tiene un caserío bastante regular; un colegio, no solo para la primera educación sino para la superior; una Iglesia, que corresponde con la riqueza pecuaria de los feligreses. Pero cosa muy singular, aquella Upata que fue ahora 50 años una de las principales misiones de los capuchinos catalanes, hoy, que hay allí mas riqueza e infinitamente mas civilización, no hay mas que un solo párroco en la capital del cantón”. Pag 233

“Sin embargo de aquella prosperidad, su población no se aumenta, o no se aumenta en las proporciones que podía. La base de aquella, componiéndola la raza indígena, y hallándose ésta, de tiempo inmemorial, sometida a escandalosos abusos que influyen profundamente en impedir su multiplicación, ciertamente que no puede aumentarse, y que si de otra parte no le viene, mas bien irá en gradual disminución hasta su completa extinción”. Pag 234

2 comentarios:

Alí Reyes dijo...

En este momento no puedo leer el artículo completo. Pero mañana, Dios mediante, lo haré, pues me interesa. Por cierto. Soy escritor de libros de cuentos (dos libros publicados) y la leyenda de la princesa Upata me pareció bellísima. Quiero esxribir acerca de eso. Gracias por el dato. Y cuando lo haga serás el primero en saberlo.
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Ah... Gracias por la foto de Peraza.
Saludos desde Maringá.

Alí Reyes dijo...

La última descripción, la de Michelena y Rojas, fue la que más me gustó, porque se siente que está escrita por alguien que caminó el sitio a conciencia. Me asombró el dato de que ya para ese tiempo ¡Había un liceo en Upata!