jueves, 20 de agosto de 2020

“Upata en la literatura y los libros…” III

  Upata en la Geografía Médica de Oxford

 

Dr Eduardo Oxford autor de la Geografía Médica del Yuruari.

Escondido, oculto en esos estantes polvorientos o baúles, tenemos libros amarillentos que nos hablan de esa Upata del pasado como el que escribiera el Dr Eduardo Oxford “Geografía Médica del Yuruari”, donde se insertan capítulos que describen la realidad espacial, ambiental, histórica de Upata y las localidades de la cuenca del Yuruari. Citamos a continuación parte de su contenido, relacionado con nuestra ciudad, concretamente sobre los pioneros de la medicina; también insertamos otro sobre las farmacia que se establecieron en Upata a mediados del siglo XIX y el último acerca de las condiciones ambientales de sanidad del pueblo y el hecho favorable de no ser ni el valle ni buena parte de sus caseríos focos palúdicos:

Los albores de la vida médica científica, irradiaron sus esplendores en Upata con la presencia del doctor Siegert, regresado de Caratal en 1853. Aquí fijó su residencia; y en 1863, el doctor José Miguel Alcalá, en 1864 el doctor Pedro Gómez Isazi, en 1868 el doctor Ernesto Morton, francés, y en 1871, el doctor Hermógenes Rivero. Posteriormente han ejercido otros médicos con lujo de ciencia y de práctica...

La primera botica fue establecida en Upata en el año de 1853 por el doctor Siegert, regentada por el señor Hermenegildo Silva con aptitudes para el despacho de las fórmulas; y la segunda farmacia (Botica Alemana), la abrieron al servicio público, los señores Gólrner & Truníf en 1859. Recuérdase

que esta farmacia tuvo un preparado anti-palúdico especial, conocido con el nombre de Píldoras Guayanesas, que gozó de gran popularidad. Geografía Médica del Yuruari. Eduardo Oxford...

La salud pública del Distrito Piar se desenvuelve en mejores condiciones fisiológicas que la del Distrito Roscio y los matrimonios, que forman parte de la Demografía, aparecen con un porcentaje mayor en áquel que en este Distrito...

Y si entramos a señalar en detalles las poblaciones y vecindarios en donde se goza de mejor salud, militan razones en favor del Distrito Piar.

Tenemos que el Municipio más sano es el Municipio El Palmar, del Distrito Piar, y los vecindarios en donde se goza de una completa salud, son Santa María, situado en el punto más elevado de los terrenos planos del Yuruary y Santa Rosa, distante doce kilómetros hacia el norte de la población de Upata.

En el Municipio Upata, se extiende desde el sitio La Estrechura hasta el vecindario Boca del Monte, que es el foco palúdico más fuerte en este Distrito. Santa Rosa, antigua capital del Municipio del mismo nombre, hoy parte componente del Municipio Upata, no es foco palúdico. Los vecindarios: San Lorenzo, Santa María, La Garata, El Jobo, Paraparal, Campanario, Altagracia, Saboneta, Sabanetica, Borbón, San Germán, San Buenaventura y El Encanto, no son localidades aptas para el crecimiento y desarrollo del Anopheles, portador del hematozoario de Laverán.

Hay que hacer constar que el ramal de Imataca que circunda el Distrito Piar, en donde se hace la explotación del balatá, del pendare y de otros productos naturales, es sano; es decir, la salud de los trabajadores se conserva en perfecto buen estado, con la circunstancia, además, de que existen pocos animales del orden de los ofidios y de no ser dicho ramal medio enteramente favorable para la vida de los anopheles, vectores del hematozoario, excepción de la parte de dicho ramal conocida con el nombre de Montañas de Boca del Monte, en su extensión hacia el Municipio San Félix”.

Importante destacar los favorables comentarios que la figura del Doctor Eduardo Oxford, nativo de Ciudad Bolívar, de ascendencia inglesa, generó en el propio sabio Luis Razetti, quien calificó su obra como un aporte excepcional a la investigación de las patologías más recurrentes en la extensa Guayana, y añandiendo que si los médicos de provincia tuvieran la misma preocupación y constancia por estudiar a fondo los problemas sanitarios de sus regiones en Venezuela para esa época se tendría una más nutrida bibliografía sobre este tema.


Este trabajo fue dado a conocer por el doctor Oxford en 1921 en Valencia, en el marco del III Congreso Venezolano de Medicina.  Luego de una fructífera carrera y de sus aportes a las salud pública por los extensos territorios del Sur de Bolívar, zonas mineras del Yuruari, este eminente médico murió 5 años después en 1926, luego de haber publicado su Geografía Médica. De sus hijos hay que resaltar la labor de Eduardo Oxford López, escritor, autodidacta, político, autor de los libros "Usupamo y Otras Divagaciones", "Relatos y Leyendas del Sur de Venezuela", "Apuntaciones para una Geografía Económica del Estado Bolívar" y "Guayana y sus Problemas", entre otros.  

A pesar de que a mediados del siglo XX se le reconoció su aporte a la medicina regional, al bautizar al hospital principal de Upata con su nombre, este homenaje le sería arrebatado al Dr Oxford cuando se concretó la mudanza de la institución al actual hospital de Upata, que luego de funcionar dos décadas como Centro de Salud pasó a llamarse Hospital Dr Gervasio Vera Custodio, en honor a otro inminente médico de larga experiencia en esta ciudad. Actualmente ningún centro hospitalario, ambulatorio, o clínica lleva el nombre de Eduardo Oxford, consumándose así un injusto manto de olvido sobre su aporte y apostolado en pro de la salud de los habitantes del Sur profundo de Guayana.

Upata Rosa del Bosque Narrativa fantástica de Celestino Peraza

Aunque nacido en Chaguaramas estado Guárico en 1850, el polémico escritor, comerciante, minero, político con varios periplos en cárceles, Don Celestino Peraza fue un excelente contador de historias y leyendas, las cuales reunió en uno de sus libros más preciados “Leyendas del Caroní”, obra editada en 1908, de obligatoria consulta y lectura para quienes pretenden acercarse a Guayana y sus tradiciones y mitos. 

El libro “Leyendas del Caroní” reeditado o publicado en la Colección Biblioteca Popular Venezolana del Ministerio de Educación y la Academia Nacional de la Historia, se mantiene como uno de los textos más conocidos de la literatura guayanesa. Estas historias, mezcla de mitos, leyendas, cuentos de supuestos aparecidos, relatos de pasiones humanas, de ambición y hasta locura, están enmarcadas en cada una de las misiones capuchinas fundadas al Sur del Orinoco, desde las más alejadas en la cuenca del Yuruari hasta las cercanas al Caroní y la región de Upata. 

Allí está insertada como narración de apertura"Rosa del Bosque" la historia de la India Upata, su padre el cacique Yocoima y el guerrero indígena Tocoma, quien en arrebato de celos le quitó la vida a la hermosa princesa indígena Upata, obviamente se trata de un relato fantástico que no guarda relación con la historia, al colocar como coprotagonista de ese idilio a un joven de 24 años, hijo del conquistador Joaquín Moreno de Mendoza de nombre Antonio. Citamos ahora algunos fragmentos de esta narración: 

"Al comenzar el año 1762 el famoso cacique Yocoima de la raza de los arinagotos soberano ribereño de un pequeño río que después llevó su nombre, había llegado a La Sonora con su masa de súbditos y su único descendiente, para que éste prestase el tradicional juramento. Allí congregada toda la tribu alrededor del granítico vertebrado se vio salir al centro de la multitud a una joven india y dirigirse hacia la piedra sagrada, era Up Apta que en arinagoto significaba Rosa de Bosque, hija única del anciano Yocoima y desde luego heredera del Apoto..."

Ya consumada la muerte trágica de Upata luego de recibir un flechazo, envenenado con curare, que le asestara el  indio guarauno Tocoma, para vengar a su raza sometida por los españoles, termina el relato Peraza agregando estos dos párrafos: 

"Un año después la ciudad estaba definitivamente fundada por Fray Buenaventura de San Celedonia y es hoy conocida con el nombre de San Antonio de Upata, enlazando en uno solo por piadosa delicadeza del fraile los nombres de los actores de aquel idílico ensueño.

Y agregan las crónicas que sobre el metro y medio de terreno donde fueron a reposar los restos primorosos de la princesita brotó un arbusto hasta entonces desconocido de sombra apacible como el carácter de la indígena, de corteza broceada como su cuerpo; de flores rojas y siempre frescas como el carmín de sus labios. Solo que el tiempo ha adulterado un tanto el nombre de arbusto: lo llaman allí Rosa de Montaña. Fue un pétalo más con que el polvo de la virgen arinagoto enriqueció a la incomparable flora guayanesa".

Celestino Peraza autor de Leyendas del Caroní, fue además de escritor, militar, político y empresario minero.

Otra obra de Peraza, muy divulgada y de lectura imprescindible es “Los Piratas de la Sabana” que narra la historia del robo a mano armada al Correo del Oro, hecho acaecido en Rancho de Tejas entre Guasipati y Upata, cerca de la actual Villa Lola, donde fue asesinado el estadounidense Frank Bush, cuyos restos reposan en el Cementerio de Guasipati. 

De este prolífico escritor y hombre de armas, jefe de una revuelta contra Castro en 1900 y luego figura pública vinculada a las funciones de gobierno y empresario, también es el libro Cicapra, en el cual describe la tecnología empleada entonces para la extracción aurífera de veta en los filones de cuarzo y describe el trabajo de mina en la zona de Cicapra, localizada al suroeste de Guasipati, en los lomeríos cercanos al paso de Yuruari en la vieja misión de Pastora.  Peraza fue gobernador de Guárico y Táchira, además de concesionario minero, pero murió arruinado y ciego en Villa de Cura Aragua.

2 comentarios:

Alí Reyes dijo...

Recuerdo "Los piratas de la sabana"...ahora me entero de quien es el autor ¿No pudiste encontrar una foto de Peraza? ¿O es la que encabeza el artículo?

Juan Ruiz Correa dijo...

Listo, ya tiene foto Peraza, la primera foto es del Dr Oxford. Saludos.