Luego de la culminación de la temporada de Carnaval El Callao vuelve a la calma. Esta pequeña ciudad que vive de la minería del oro y la orfebrería artesanal, muestra entonces a los turistas una imagen de tranquilidad. Su iglesia, su plaza Bolívar, su centro y la sede de la Alcaldía, se muestran en esta secuencia gráfica capturada los primeros días de marzo del 2008.
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