viernes, 14 de abril de 2017

Las Venerables y Gigantes Ceibas de Upata Testigos de Historias y Aparecidos

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Ceiba centenaria en Santa Rosa de Upata
Ceiba en la entrada de Altagracia, ya desaparecida.
La imponente Ceiba constituye tan sólo por su enorme porte uno de los árboles más representativos de nuestras sabanas y bosques americanos. Abundante en casi todo los rincones del Nuevo Continente, desde México, Centro América, el Caribe y América del Sur, este árbol centenario se yergue como uno de los símbolos botánicos más singulares del Neotrópico, admirado y hasta adorado por etnias ancestrales, que lo vinculan con sus tradiciones, cosmogonía,   historias cotidianas o épícas guerreras. La Ceiba pentadra igualmente se erige como testigo de episodios pueblerinos y relatos de aparecidos y espíritus en pena, y en ocasiones hasta testiga muda de gestas libertarias y eventos históricos.   
Por su presencia predominante en bosques tropicales de Centroamérica la Ceiba pentadra fue elevada a la categoría de Árbol Nacional de Guatemala. Es también la Ceiba el Arbol emblemático del Distrito Capital Caracas. 
 La Ceiba árbol representantivo de Upata y su zona rural
La Ceiba es uno de los árboles más abundantes de los bosques y sabanas arboladas que circundan a Upata. En la ciudad hermosos ejemplares de ceiba adornaban las riberas del Yocoima al final de las calles Miranda y Ayacucho. Una de ellas, la imponente ceiba del final de la calle Miranda, a un lado de este riachuelo,  era la más grande de la ciudad, exhibía al final de su vida un tronco de casi cuatro metros de diámetro, y una altura superior o cercana a los 30 metros. Hasta que un buen día de esta imponente ceiba no quedó ni el tronco, fue arrancada de cuajo, luego de cortarle sus enormes ramas horizontales, y nadie lamentó su abrupta muerte. En esas riberas yocoimeras sólo quedaron en pie ceibas de menor tamaño, más jóvenes nada imponentes en comparación con esa ceiba centenaria desaparecida.

Otras ceibas famosas en Upata se encuentran o encontraban en la entrada al sector rural Altagracia (ésta ya fue talada), las de las rectas del sector Sabanetica, la ceiba de la entrada al barrio La Unidad antiguo Barrio Loco en San Lorenzo, la ceiba de la carretera Upata El Manteco en el sector Santa Rosa,  a escasa distancia del cruce a las Charamizas, la imponente ceiba de la plaza Bolívar del mismo sector Santa Rosa. Este árbol singular también se puede visualizar en diferentes tamaños y edades en sectores cercanos a la autopista y carretera Upata San Félixa,  además de las que abundan en las cercanías de las carreteras e Guasipati y El Manteco, donde se encuentran asociadas a pequeños bosques secos o cercanos a cursos de agua.

Descripción de la ceiba
Ceibas cercanas a la Plaza Bolívar de El Manteco
La “Ceiba pentandra” pertenece a la familia: BOMBACACEAE. Es un árbol decíduo de copas redondeadas hasta 40 m alto. Frecuentemente poseen grandes aguijones en los troncos los árboles jóvenes, aunque hay variedades sin aguijones. Estos árboles con el tiempo pueden desarrollar raíces tabulares en forma de aletones en la base y engrosar el tronco a modo de barriga y perder los aguijones. Las ramas de la ceiba son notablemente robustas quedando a veces con aguijones solamente en esta porción de la planta. Esta especie tiene hojas compuestas digitadas, que caen durante la estación seca, con 5 a 9 folíolos lanceolados u oblongos, de 8 a 20 cm de largos. La floración suele ser durante los meses de Enero a Marzo, apareciendo antes que rebroten las hojas nuevas en inflorescencias axilares fasciculadas o solitarias agrupadas hacia el ápice de las ramas, flores con sépalos con el cáliz irregularmente  lobulado, pétalos blanco verdoso a rosados, de 2 a 3 cm de largo. Los frutos de la ceiba son capsulares, elíptico oblongo de 10 a 12 cm de largo; posee semillas envueltas por abundante lana, que le sirve para ser dispersadas por el viento y que son utilizadas para rellenar almohadas y almohadones.
Ceiba en El Manteco al Sur de Upata
La ceiba se distribuye en las regiones tropicales de México y Centro América y sobre todo al norte de Sur América incluyendo las Antillas. El árbol es cultivado en Malasia, Java y Filipinas. Se trata de una especie de crecimiento relativamente rápido, resistente a sequías y en cierto grado, inundaciones, por lo que lo podemos encontrar en prácticamente todos los paisajes naturales de Venezuela, desde las selvas húmedas, las premontanas, las pluviales, las selvas de galería y los bosques secos tropófilos o caducifolios al Norte y Sur del Orinoco. La ceiba se reproduce por semillas; su madera blanca y blanda se utiliza en carpintería, para empaques y cajas de madera, también se ha utilizado para fabricar canoas y como componente de agregados. La decocción de las hojas se utiliza para afecciones de la piel, granos y picaduras infectadas de insectos, de las semillas se obtienen aceite, utilizado para la elaboración de jabones y como combustible para lámparas de aceite.
Ceiba de Santa Rosa, vista de su tronco desde la base de árbol
Ceiba hito vegetal de nuestros caseríos 
A pesar de todas estas bondades la ceiba siempre ha sido un árbol olvidado en los programas de reforestación, plantaciones forestales y planes de ornato urbano, por lo tanto su reproducción y desarrollo posterior no obedece a la intervención antrópica, es decir a la acción multiplicadora de la especie por parte del hombre, sino a las imponderables y casuística influencia de los factores medio ambientales o ecológicos, que son los que facilitan su propagación o permanencia como árbol representativo de los paisajes de sabana arbolada y bosques tropicales de Guayana. No obstante la ceiba siempre se las ha arreglado para superar estos escollos y para erigirse, sobre todo en nuestros caseríos rurales de Upata, como uno de los árboles más emblemáticos y con mayores vínculos con la tradición, la historia y el anecdotario pueblerino, que suele adoptar su nombre a sus sitios, localidades, negocios, puntos geográficos, como Las Dos Ceibas en el Pao, los clubes sociales Las Ceibas. Tradicionalmente se le asocia como referente de sectores rurales o residenciales, cuando señalamos que tal familia, bodega, taller, galpón, finca se encuentra al lado o cerca de la ceiba representativa de ese mismo sector, es decir las ceibas son como hitos vivos para señalar direcciones o sitios específicos.

2 comentarios:

Alí Reyes dijo...

Bellísima esa primera foto y muy detallada la explicación. para mí son los gigantes del bosque
Por cierto ¿qué te había pasado que no habías publicado más?

Juan Ruiz Correa dijo...

Tuvimos severas limitaciones con el Internet en casa, y es impagable peligrosa y caótica por lo infuncional de las conexiones en salas web...por fin ahora recién pudimos solucionar la falla de acceso por Banda Ancha... Saludos