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Arboleda en la céntrica avenida Táchira |
A pesar de su
clima de calores extremos, asociados a su suelo repleto de rocas milenarias, a
su baja altitud, y al húmedo vapor proveniente del Orinoco y las llanuras y
colinas circundantes, Ciudad
Bolívar cuenta con un patrimonio vegetal
prodigioso, que se desarrolla en sus extensas zonas boscosas cercanas, selvas
de galería, morichales, sabanas abiertas, flora de peñascos, plantas acuáticas,
y áreas verdes urbanas, entre otras.
Ciudad Bolívar
un 29 de mayo de 1994 precisamente fue declarada por el entonces alcalde Leonel
Jiménez Carupe como “La Ciudad de los Arboles y Parques Naturales”. Dos años
antes en un primer decreto conservacionista la Alcaldía de Heres había creado
la Reserva Hídrica El Trabuco, en la zona protectora del Morichal y quebrada de
San Isidro.
Variedad botánica en la Plaza Bolivar, Casco Histórico de la Angostura del Orinoco |
Vegetación y rocas en Reserva Hídrica El Trabubo (Zona Natural de la Casa San Isidro) |
Ciudad de los Árboles
Ante la magnitud
y variedad de sus espacios verdes, hoy en peligro de desaparecer ante la
arremetida de la expansión urbana y degradación medioambiental, Ciudad Bolívar
bien merece el título de “La Ciudad de Los Arboles”, tal como la bautizara el doctor
en Botánica Leandro Aristiguieta, quien describe como típicas de la ciudad a más de 180 especies arboreas, entre
otras el araguaney, apamate, flor de reina, cañafístolo, guamacho, samán,
roble, pilón, bototo, araguán guayacán, josefino, guatacaro, paraíso, ceibas,
merecure, algarrobo, aceite, caoba, cautaro, árboles frutales como el mango,
merey, níspero, mamón, merecure, jobo, ponsigué, pomalaca, icaco, sarrapia,
ciruela de huesito, tamarindo, anón, guanábano, cereza, aguacate, tamarindo
culí y guayaba.
Areas verdes
franjas arboladas
Vegetación en los farallones del Fortín El Zamuro |
Esta importancia
de Ciudad Bolívar como ciudad de árboles y parques naturales sigue vigente hoy
en sus áreas verdes tradicionales de urbanizaciones y sus plazas Bolívar y
Miranda, en sus ejes verdes de la avenidas República, Táchira, calles Gasperi,
Independencia, Rojas Paúl, Negro Primero, Paseos Heres y Meneses. Zonas
arboladas se multiplican en los parques El Zamuro, Ruiz Pineda y Dalla Costa,
en el Morichal de San Isidro, en el
cinturón protector de las lagunas El Porvernir, El Medio y Los Francos, y del
propio río Orinoco, su Paseo y el Mirador Angostura, en las áreas verdes del
Fuerte Cayaurima, la UDO en La Sabanita, en las islas El Degredo y Panadero,
así como los bosques de galería de los ríos San Rafael, Cañafistola, Maipure,
Marhuanta, Candelaria y el distante Orocopiche.
Por su valor ecológico como zona
protectora destacan las franjas arboladas, de arbustos y herbazales
semiacuáticos, que entran en contacto con el río Orinoco bien de manera
permanente o cuando el río las inunda en su época de aguas altas. Sobresale
además el imponente espectáculo que desde julio hasta septiembre nos regala el
Orinoco cuando las inquietas boras Eichhornias crasipes, arrancadas de sus
lagunas en miles, bajan en migración flotante hacia los caños y las barras del
Bajo Delta.
Tamarindo de San Isidro
Restos petrificados del Tamarindo de San Isidro |
Quizás el árbol más asociado con
la tradición en Ciudad Bolívar no sea otro que el tamarindo de San Isidro, un
hermoso ejemplar de la especie Tamarindus indica plantado hace más de 200
años,y que según la tradición era utilizado por el Libertador Simón Bolívar
para amarrar su caballo cuando estableció en la vieja Angostura el centro
administrativo de la naciente Colombia, entre 1818 y 1819. Hace más de 20 años
el tamarindo culminó su ciclo vital, quedando como recuerdo parte de su tronco
fosilizado y varios hijos, que por estaca o clonación fueron plantados unos en
el actual Jardín Botánico del Orinoco y otros en sitios públicos como la
Universidad Simón Rodríguez en Los Próceres.
Ciudad de Mangos
El Mangifera indica, nuestro
popular mango encuentra condiciones ideales de clima cálido, alta insolación,
suelos franco arenosos, que permiten el desarrollo de un fruto de excelente
calidad, situación aprovechada a nivel artesanal por grupos familiares que dan
vida a una actividad frenética de fabricación de dulces, jaleas, jugos,
mermeladas, muy apatecidas por los turistas que recorren la ciudad o la rozan
en su tránsito hacia otros destinos. Arboles
como la ciruela de huesito Spondias, propia también de los climas cálidos, cuya
cosecha única se da entre abril y mayo, y el mamón Melicoccus bijugatus, cuyo
frutos alcanzan su madurez en los meses de agosto y septiembre, constituyen
otros dos excelentes especies vegetales muy cultivadas en la ciudad.
Sarrapia arbol emblemático
La sarrapia, Dipteryx punctata si
bien ni abunda ni es propia de los ecosistemas de la zona de Ciudad Bolívar,
tiene mucha vinculación con ella, debido a que desde Angostura se realizaba a
mediados del siglo XIX el comercio de su semilla y su sustancia la cumarina
hacia los mercados internacionales. Le correspondió a un grupo de notables
naturistas y cronistas de la ciudad el privilegio de nombrar a la sarrapia
árbol emblemático del estado Bolívar, por la importancia económica de esa
especie de árbol, que se distribuye principalmente en la zona del Bajo y Medio
Caura, donde se exhiben los grandes sarrapiales que tanta fama le dieron a
Guayana como centro de producción de esta aromática semilla, utilizada para dar
olor o sabor al tabaco, perfumes y alimentos.
Caucho y balatá
Igual importancia económica
tuvieron otro árboles empleados para la fabricación de neumáticos y las gomas
industriales, como el caucho Hevea
brasiliensis ampliamente cultivado en San Fernando de Atabapo y el Río Negro,
en el antiguo Territorio Federal Amazonas. Otra resina de importancia para la
industria de las gomas y el caucho lo fue el pulgo o balatá Manikkaria
bidentata, que se producía en grandes cantidades en las intrincadas selvas localizadas al Sur del
estado.
Ambas especies a finales del
siglo XIX y comienzos del XX desde la ciudad permitieron crear una red de
comercio del caucho y otros productos selváticos del Amazonas venezolano, de la
cual participaron como promotores o beneficiarios directos comerciantes y
políticos bendecidos en su tiempo por los mandatarios andinos Cipriano Castro y
el Benemérito Dictador Juan Vicente Gómez.
Precisamente como lo revela en su
libro el destacado escritor Rufino Blanco Fombona en este comercio los grandes
perdedores eran los pueblos indígenas del Atábapo, el Ventuari y el Río Negro,
obligados en condiciones de explotación esclavistas a recolectar estos valiosos
productos.
Centro de distribución de rubros
vegetales
Ciudad Bolívar la Angostura del
Orinoco durante el siglo XIX fue centro de distribución fluvial de productos
vegetales selváticos o cultivados, alimentos, resinas, rubros aromáticos,
cortezas y aceites esenciales provenientes de nuestros bosques guayaneses y los
llanos occidentales, desde su puerto y vapores se exportaban tabaco, café,
cacao, incluso el añil de Barinas.
Otros tantos rubros tenían en
este puerto su centro de embarque hacia mercados internacionales, como el
balsamo de Copaiba, sustancia extraida del árbol Copaifera officinalis o Aceite
de Palo, muy abundante en las zonas cálidas al Norte y Sur del Orinoco, y el
algodón y las variedades de frijoles cultivadas con excelente rendimiento en
las vegas y franjas de tierras costeras e islotes del Orinoco.
En la capital del estado también
surgió el amargo de Angostura, sustancia fabricada con extractos vegetales provenientes
de la selva guayanesa, entre otras la quina, la cuspa, utilizada para la preparación de cocteles y
como condimento, creación del médico de origen alemán Johanes Siegert, que
lamentablemente ya no se produce como marca comercial sino en la isla de
Trinidad.
Maiz y Merey dos prodigios
vegetales
Ciudad Bolívar mantiene hoy un
rol protagónico como centro de acopio y comercialización del maiz y el menor
medida el sorgo cosechado en La Paragua San Francisco, dos cereales básicos en
la alimentación humana y animal. Otra especie vegetal primordial es el merey
Anacardium occidentale muy plantada en las zonas de sabana que rodean a Ciudad
Bolívar y en sus mesas cercanas. Dulce de merey, merey pasado, merey tostado en
bolsitas, mazapán, se expenden y se comercializan con fuerza en la ciudad y sus
ejes viales principales, en paradores turísticos y terminales, dando vida a una
actividad económica de la cual dependen muchas familias, que se han dedicado al procesamiento de esta
prodigiosa especie que posee grasas, proteinas, vitaminas y minerales de alta
calidad nutricional.
Jardín del Orinoco investigación
y preservación botánica
En este recorrido por la
vegetación la flora de Ciudad Bolívar no puede quedar fuera el proyecto de la
Fundación Jardín Botánico del Orinoco, una experiencia de investigación,
divulgación del conocimiento sobre la flora local y preservación ambiental de
la biodiversidad vegetal, que desde 1992 se desarrolla con éxito en el área de
la Laguna El Porvenir.
Gracias al impulso que le proporcionó
el notable doctor en Botánica nacido en Guasipati Leandro Aristiguieta se
promovió entre los habitantes, estudiantes y turistas el interés y conocimiento
sobre el patrimonio vegetal de la ciudad y la necesidad de su preservación.
Este propositó se concretó en 1995, con un primer estudio actualizado y de alto
nivel sobre la flora de Ciudad Bolívar y su zona circundante, que arrojó como
resultado el inventario o catálogo de 868 especies de plantas vasculares, de
las cuales 19 son helechos, 141 monocotiledóneas y 708 dicotiledóneas. Una
lista que contiene 135 familias, 502 géneros, cuyas familias más importantes
son las fabaceae como el jebe, los bucares, las poaceae, cyperaceae, mimosaceae
como el samán y el yucuare, caesalpiniaceae como el dividive, la bauhinia y la
cañafístola, y las rubiaceae, entre
otras. La gran mayoría pertenecientes a la gran familia de las leguminosas, la
de mayor incidencia en las regiones tropicales.
Este estudio o catálogo de las
plantas vasculares de Ciudad Bolívar recoge la experiencia de estudiosos
botánicos como el botánico sueco Pehr
Lofling, Alexander Von Humbolt, Aimé Bomblap y
los hermanos Schomburgk en los siglos XVIII y XIX, los registros de
Liberty Hyde Bailey en 1920, del botánico Ellsorth Kilip, quien colecta en 1943
unas 500 especies cerca de Ciudad Bolívar. De los estudios de Francisco Tamayo
y Tobías Lasser, que entre Ciudad Bolívar y Caicara del Orinoco recolectan más
de 600 muestras de especies vegetales.
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