lunes, 21 de junio de 2021

Ciudad Bolívar a dos años del Bicentenario del Congreso de Angostura: Imágenes recientes de su Casco Histórico en junio de 2021


No rondábamos los históricos escenarios del hermosísimo casco patrimonial del centro de Ciudad Bolívar desde septiembre del 2018, cuando la ciudad se encontraba preparando los solemnes actos de conmemoración del 200 Aniversario o Bicentenario del Congreso de Angostura. De esa fecha a junio del 2021 han pasado casi tres años y mucha agua, episodios, dificultades, ha pasado por la ciudad vieja, por su casco histórico Patrimonio Cultural de Venezuela y candidato persistente a recibir igual distinción por parte de la UNESCO.


Lo resaltante es estos tiempos es la muy escasa presencia de visitantes a estas cuadras e inmuebles centenarios y bicentenarios algunos, cargadas de historia y tradición, ocasionado esta realidad tanto por el impacto pernicioso que en el turismo interno y externo tiene la profunda crisis económica que padece Venezuela desde hace un quinquenio, amplificada ahora con estos dos años de pandemia y cuarentenas. 

Ante tales circunstancias el Casco Histórico se ha convertido en un espacio con muy poca presencia humana, lo cual se ha traducido igualmente en la merma del dinamismo comercial, de servicios, eventos culturales y actos oficiales que en otros tiempos le eran comunes a este valiosísmo sitio patrimonial. Como ha sido referido por historiadores y cronistas la antigua Santo Tomé de la Angostura del Orinoco, hoy Ciudad Bolívar, fue desde su toma por el Ejército Libertador en 1817 hasta 1821-22 el epicentro de trascendentales decisiciones militares, políticas e institucionales, y notables hechos históricos, como el Congreso de Angostura, el proceso y fusilamiento del general Manuel Piar, la publicación aquí del Correo del Orinoco, la artillería de pensamiento impulsada por el genio de El Libertador. 

Notable también su rol como capital de la Provincia de Guayana, cuyo aporte al éxito definitivo de la confrontación con el Poder Imperial de España, fue enorme, como centro logístico de apoyo a las decisivas batallas que estaban por darse en el Occidente, los Llanos y el Centro de Venezuela y residencia oficial del Gobierno y el Congreso provisional republicano que se instauraba bajo el fragor de la Guerra de Independencia. Un rol estelar que la convirtió por varios meses en la primera capital de Colombia la Grande, antes de que se ratificara la unión de Venezuela, Nueva Granada y Quito en territorio neogranadino.
 

A pesar de su actual estado de postración y ausencia de visitantes, turistas, jóvenes estudiantes, y pueblo, Ciudad Bolívar sigue teniendo en su Casco Histórico un referente valioso y de notable belleza arquitectónica, cultural, histórica y tradicional, el cual sigue mostrando en sus edificaciones patrimonionales lo mejor de nuestra nacionalidad y gentilicio guayanés, como notables ejemplos del arte colonial, postcolonial y antillano, que a lo largo de esos dos siglos el XIX y el XX hicieron de esta ciudad una de las más aclamadas y admiradas de Venezuela, por el relativo buen estado de conservación de su cuadrilatero patrimonional, que por fortuna no cedió ante las aberraciones de las utilitarias y poco vistosas construcciones que como un cáncer se plantaron en algunas de sus viejas calles y rincones. 
 

Ciudad Bolívar es pues imagen positiva, histórica, un recodo de cultura y arte urbano patrimonial, que merece todo nuestro reconocimiento, y es por ello que cada vez que nos acercamos a sus calles empedradas y cuadras repletas de casonas, templos, inmuebles, fuertes, miradores, escalinatas, casas sobre lajas y sitios públicos, plazas, boulevares y su otrora concurrido Paseo Orinoco, nos llenamos de admiración, y aprovechamos siempre para dejar plasmada en fotografías la extraordinaria belleza de la ciudad vieja. Son instantes de la ciudad captados por el lente en las frescas tardes de junio del presente 2021, año Bicentenario de Carabobo. 



Nunca será reiterativo ni cansón este homenaje gráfico a la cuna de Heres, Dalla Costa, el maestro Antonio Lauro, Jesús Soto, y tantas personalidades de la cultura, la poesía, la pintura, el humanismo, las ciencias, el deporte, profesionales de las ciencias, médicos, emprendedores europeos de casas comerciales ancestrales ya en su mayoría desaparecidas, que son todos por supuesto el factor humano que complementa con vigor la potencialidad de nuestra gran capital del inmenso territorio de Guayana, y obviamente la del estado más grande de Venezuela, que rinde en su epónimo merecido reconocimiento al Libertador Bolívar.   




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