lunes, 28 de marzo de 2022

Humboldt jamás pisó suelo upatense: error histórico afirmar que el Sabio Alemán recorrió territorio de las Misiones del Caroní

Su viaje a Guayana desde Casiquiare en 1800 culminó en Angostura, de donde partió un 10 de julio de ese mismo año rumbo a Barcelona y Cumaná

No es mito ni leyenda, sino incorrección o error histórico la supuesta visita del Barón Alejandro Van Humboldt a Upata en julio o junio de 1800, como parte final de su viaje a la Provincia de Guayana. No sabemos exactamente de qué fuente documental, libro, gaceta, acta, o testimonio proviene esta errónea afirmación sobre la  visita del célebre naturista, geólogo, astrónomo, botánico de origen alemán en las Misiones del Caroní. 

Al respecto podemos destacar que Humboldt desde la comodidad de su estancia en su natal Europa, redactó conjuntamente con su amigo el francés Aimé Bonpland  la obra "Viaje a las regiones Equinoccionales del Nuevo Continente", publicada en París en 1807, en la que describe su viaje a la Capitanía de Venezuela entre 1799 y 1800. En este libro aborda en uno de sus tomos la temática del poblamiento misional promovido por el Imperio Español en las tierras ubicadas al Este de Angostura, la capital de la Provincia de Guayana. Y hace mención además a la hidrografía, navegación, y estado de cultura de los pueblos indígenas que habitaban la región comprendida entre las costas orientales del Caroní, el Alto y Medio Cuyuní, hasta las desembocadura del Orinoco.

Llegada a Angostura

El naturista y geógrafo llegó a Angostura en la segunda semana de junio de 1800, luego de 75 días de viajes por los grandes ríos del Sur de la Provincia de Caracas, entre otros el Apure, Atabapo, Río Negro, Casiquiare y el Orinoco. 

A su ingreso a la capital de Guayana fue recibido por el gobernador Felipe de Inciarte, y allí se alojó en casa del secretario de la Intendencia. Le pareció emocionante y gratificante después de tanto viaje por zonas despobladas encontrarse con una población integrada por 6900 personas. Su llegada se vio afectada por la enfermedad de su compañero de viaje Bonpland, quien durante un mes sufrió los rigores de las fiebres atóxicas tan comunes en aquellos tiempos, patología que también padeció Humboldt, pero en menor grado, y que pudo curar gracias al efecto de las bebidas medicinales de miel con extracto de quina del Caroní, que le suministraron como remedio natural. En Angostura también estuvo en una finca con cultivos de mango y árbol de pan Artocarpus incisa, perteneciente al señor Félix Farreras. 

Humboldt y Bonpland en el Casiquiare, según grabado de la época
La relación de su visita a la Angostura del Orinoco la recoge en "Viajes a las Regiones Equinocciales del Nuevo Continente" desde la página 480 del tomo IV del libro, en la traducción al español por Lisandro Alvarado y Eduardo Rohl. A partir de este detalle de su permanencia en Guayana, Humboldt aborda temas como la hidrografía del Orinoco y su cuenca, entre otros la desembocadura del Gran Río, islotes, corrientes menores, cauce, corrientes de marea, régimen de crecimiento del cauce, su importancia estratégica como puerta de entrada a la Provincia, la necesidad de sus fuertes militares. Además describe la vegetación, suelos de aquellos parajes orinoqueños y sus grandes tributarios guayaneses,  y la conveniencia de mudar la capital de provincia a otros sitio o establecer nuevos centros de poblamiento, para asegurar la colonización y uso de aquellas tierras tan ricas y poco explotadas. 

No falta en esta parte final del IV Tomo menciones a la presencia de los pueblos indígenas, sus relaciones con el régimen misional y sus contactos con la colonias holandesas de Demerará en la que luego fue Guayana Inglesa, la necesidad de dejar a un lado el sueño de un mítico Dorado basado en la existencia infundada de un lago y una ciudad repleta de oro, ya que hasta la fecha no había certeza acerca de la supuesta existencia de minas o yacimientos de oro en la región, y las historias recopiladas solo hacen mención a minerales de pirita o sulfatos de hierro, y otras piedras micaceas, carentes de este valioso mineral. No podía imaginar su errónea apreciación, dado que jamás visita la vasta región del Yuruari y el Cuyuní, para intuir o concluir que, contrariamente a sus impresiones basadas en el conocimiento de la época, aquella zona si estaba repleta de vetas y aluviones auríferos, tal como se comprobó a mitad del siglo XIX.  Es decir este territorio, antes administrado por el régimen de misiones, revelaría cinco décadas después de la visita de Humboldt a Guayana su riqueza aurífera, dando inicio a una actividad de extracción minera de rango mundial, que por siglo y medio sigue siendo significativa para la República. Aunque en honor al Sabio alemán debemos indicar que en su libro citado sí deja abierta la posibilidad de que en la región se encontrasen algunos depósitos aluvionales y vetas de cuarzo aurífero..  

Upata en la obra de Humboldt 

De Upata qué dice o afirma en su libro el sabio berlinés. Sencillamente la menciona sin entrar en detalles sobre su valle y condiciones de vida, ya que sus comentarios y datos los ubica en un contexto más amplio, referido al entorno regional de las misiones. Esta villa aparece mencionada 5 veces en el tomo IV, que vamos a resumir a continuación:

Mapa del cantón de Upata en el siglo XIX.
En principio señala "Las misiones de indios Caribes y Guayanos, de mucha población, go­bernadas por los Capuchinos catalanes, se encuentran hacia las fuentes del Imataca y del Aquire. Entre estas misiones las más orientales son las de Miamu, Cumanu y Palmar, situadas en un terreno montañoso que se extiende hacia Tupuquén, Santa María y Villa de Upata". (pag 419). Luego describe Humbolt el potencial de las selvas del Orinoco, la factible construcción de poblaciones en sus zonas costeras favorables para el desarrollo de la economía,  aunque igualmente se refiere al estado de necesidad en que se encuentra aquella región de los pueblos misionales, ante el descenso de la actividad ganadera, las malas condiciones de higiene y salubridad de su población, afectada por fiebres y enfermedades tropicales, disensiones civiles. 

Cerro El Corozo relieve a muy escasa distancia del centro de Upata
Más adelante cita el Sabio: "Todo este país es una región abierta, llena de hermosas sabanas, y no se asemeja en absoluto al país que hemos recorrido hasta ahora en el Alto Orinoco. Las selvas no se hacen impenetrables sino a medida que se avanza hacia el Sur; al Norte hay prados entrecortados por colinas montuosas. Los sitios más pintorescos se hallan cerca de las cataratas del Caroní y en la cadena de montañas, de unas 250 toesas de altura, que separa los afluentes del Orinoco de los del Cuyuní. Allí están situadas la Villa de Upata, que es la capital de las misiones, Santa María y Cupapui. Pequeñas mesetas ofrecen un clima sano y templado; el cacao, el arroz, el algodón, el añil y el azúcar crecen abundantemente por dondequiera que se somete al cultivo un suelo virgen y cubierto de gramíneas". De esos rubros agrícolas la producción en las misiones no era tan apreciable ni importante como la deja entrever Humboltd, quien no hace referencia alguna a los cultivos de tabaco, maiz y tubérculos, que tenían importancia local, por lo tanto muy  apreciadas sus cosechas para el consumo doméstico y en el caso del tabaco para su comercio fuera de la Provincia. 

Valle de Upata, al oeste en la ruta a San Ramón de Caruachi
La tercera mención en el Tomo IV está relacionada con el tema de la quina utilizada para combatir las fiebres en la región, sobre esta planta afirma Humboldt: "Durante la gravísima enfermedad de mi compañero de viaje Bonpland, el señor Ravago mandó un hombre de confianza a las Misiones del Caroní para procurarnos, merced a los capuchinos de Upata, ramas floridas del árbol que quisiéramos poder descri­bir. Conseguimos muestras muy bellas, cuyas hojas de una longitud de 18 pulgadas exhalaban un olor aromá­tico agradabilísimo. Pronto reconocimos que el Cuspare(este es el nombre indígena de la cascarilla o corteza del Angostura) constituye un nuevo género y al enviar plan­tas del Orinoco al señor Willdenow , yo le rogaba que de­dicase este género a! señor Bonpland. El árbol conocido actualmente con el nombre de Bonplandia Trifoliata, vegeta a cinco o seis leguas de distancia de la orilla orien­tal del Caroní, a pie de las colinas que rodean las mi­siones de Copapui, de Upata y Altagracia. Los indios Caribes hacen uso de una infusión de la corteza del Cus­pare que consideran como un remedio fortificante" (pag 529). Aclara el Sabio que  de esta planta mal llamada quina de Caroní, se extrae el Cortex angosturae, tan utilizado para combatir esas fiebres comunes en la región. 

En su descripción sobre la zona agrega que la población en su mayoría se concentra desde al norte y al este del pueblo de Guri, en menor medida al Sur de esta localidad, narra además la mala relación de los misioneros con los españoles no religiosos, autoridades civiles, y obispos, que ansían tener el control sobre sus riquezas, a tal punto de que el gobernador Centurión los despoja de 20 mil cabezas de ganado. Reseña brevemente los roces con los indígenas caribes, que contrabandeaban con los colonos holandeses de Demerara e inducían continuamente a los indios adaptados al régimen misional a escapar a los montes, en pos de abandonar la semiesclavitud a la que eran sometidos. 

Oro de los tontos

Por último Humbotd en las páginas 531y 532 del libro, Tomo IV, vuelve a mencionar a Upata, cuando hace referencia al relieve de mesetas que rodean montañas cercanas a la población, y a la existencia de colinas con minerales de pirita en los cerros de Potrero y Chirica, "cerca de Upata", donde de manera engañosa se explotaba con fundición y todo un yacimiento de oro, que resultó ser de materia sulforoso, amén de otras menas de piritas y esquistos de anfiboles, que nada tenían de aurífero, pero que se pregonaban eran parte del oro negro de la provincia.  Era e oro de los tontos sin duda.

Recorrido de Homboldt por las regiones equinocciales, queda claro en la imagen que en la Provincia de Guayana solo llega hasta Angostura, donde pernota un mes por enfermedad de él y de Bompland. Eso fue en el naciente siglo XIX, entre junio y julio del año 1800. Imagen disponible en wikipedia. 

Hasta aquí las 5 menciones a Upata que Humboldt hace en su libro más conocido en nuestra América "Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente". Anexamos la portada del  Tomo IV de su libro donde deja asentado cuál fue su itinerario en la Provincia de Guayana, que lo llevó por el Orinoco desde el Casiquiare a Angostura, a la cual llegó empezando junio, hasta que el 10 de julio de 1800 toma rumbo al norte, pasando por los llanos bajos de la margen izquierda del Río Padre, atravesando la región de las Mesas centrales de los llanos orientales y El Pao, hasta su llegada nuevamente a la costa en Barcelona. de donde pasa a Cumaná, para luego tomar rumbo a La Habana por el Caribe Occidental. En total Hulboldt estuvo en Venezuela desde el 16 de julio de 1799 hasta diciembre de 1800, fueron 17 meses en territorio de la entonces Capitanía del Imperio Español, al cual no retornó jamás.

Vieja Iglesia de Upata antes de su demolición. Nuestra villa fue mencionada cinco veces por Humboldt en su obra citada, pero el Sabio alemán no la incluyó dentro de su itinerario de viaje, que en Guayana culminó en Angostura, capital de provincia entre junio y julio de 1800. 
En conclusión nunca Humboldt estuvo en Upata, tal asunto no queda asentado en ningún libro, testimonio  documento, porque un viaje a las Misiones del Caroní tomaba meses ida y vuelta, por caminos muy pocos transitados en la época de lluvias en la cual estuvo en la región, y porque si así lo hubiese hecho de seguro le habría dedicado largas páginas a este recorrido, dada su enorme curiosidad como investigador de la naturaleza y la apreciable cantidad de material biológico, plantas, minerales, observaciones astronómicas, y climáticas que hubiese realizado en este sector de la Provincia. El Sabio alemán era muy acucioso y detallista en las descripciones de su itinerario y sitios visitados,  y un viaje a las Misiones  hasta su pernota probable en la Villa de Upata hubiese significado decenas o centenas de páginas adicionales a su libro cumbre sobre estas regiones equinocciales.  

1 comentario:

Daniel Ruiz Correa dijo...

Gracias hermano por aclarar esta situación, es importante que las afirmaciones que se hagan sobre hechos históricos tengan sustentación teórica, porque si no queda en mera especulación.