Marzo lluvioso, húmedo y "frio" del 2022. Desde el 2020 sigue ausente la temporada de sequía en Upata

Paisaje silvestre de Upata a finales de febrero del 2022 en horas de la mañana, destaca el inusual verdor de estos ecosistemas en un mes que tradicionalmente es de sequía intensa.

Comenzando el mes de marzo del 2022 y después de una tarde lluvisoa la neblina adorna la línea de cima de la serranía de  La Viuda.

En las colinas circundantes al este de Upata, los bosques y sabanas se exhiben frondosas y verdes, ante la ausencia de lo que acá en nuestro país llamamos "verano", o más propiamente temperada de sequía, que normalmente se extiende con mayor intensidad de enero a abril en el territorio nacional y norte de Guayana.

Por segundo año consecutivo hemos sido testigos en Upata y prácticamente toda la región guayanesa de condiciones climáticas excepcionales, debido a incesantes lluvias que sin reposo mantienen la humedad en nuestros ecosistemas, los tiempos nublados y frescas las temperaturas (frías como solemos decir los que somos de tierras calientes de trópico).  

Como consecuencia de este ciclo de lluviosidad continua y extrema nuestros campos y zonas silvestres, bosques y sabanas, siguen conservando en su mayor parte el verdor propio de la temporada de lluvias.
Tal fenómeno se presenta en Upata desde mayo del 2020 y se sigue extendiendo hasta esta primera quincena de marzo del 2022. Tan solo un  mes rompió este ciclo de lluvia continúa, que fue septiembre del año pasado, cuando durante 25 días, no hubo precipitaciones en la ciudad. El resto de los meses las lluvias y la humedad han sido permanentes, con muy cortos ciclos de alta insolación o cielos despejados.

Valle del Candado al este de Upata, verde y parcialmente nublado en febrero del 2022.

Roble, Platysmiscium pinnatum, sobre un manto verde en pleno mes de marzo.

 

Cerro Guacarapo a finales de febrero del 2022, verde como en la temporada de lluvias.

En  las planicies, valles y colinas el olor a humo, a ceniza,tan típico de marzo no se siente sino en muy pocos sitios. Estamos por lo tanto ante un ciclo de humedad atípica por segundo año consecutivo. Destaca también que hasta hemos tenido tardes con lluvias torrenciales, actividad tormentosa, nubosidad permanente y hasta neblinas en las colinas que rodean la ciudad. 

En este primer trimestre del año las quebradas, lagunas, pequeños cursos de agua, no han mermado casi. Seguimos con un nivel freático alto en nuestros suelos, y los ciclos de floración de las especies vegetales están alterados ante la prolongación de este tiempo fresco y húmedo, ventoso a ratos. 

Nubes estratiformes de baja altura o incluso nucleos nubosos de alto desarrollo vertical, propios de los meses centrales del año, cuando arrecian lo que popularmente llamamos el invierno o temporada de lluvias, están marcando la pauta en estas fechas.
Desde enero, y con particular fuerza a finales de febrero y en esta primera quincena de marzo en proceso, las precipitaciones en todas sus formas, lloviznas muy finas, lloviznas más copiosas y persistentes, de hasta seis horas o más, diurnas, y nocturnas, con mayor intensidad al caer la tarde, algunos aguaceros más breves y otros de mayor intensidad como los registrados entre el 14 y el 15 de marzo, siguen siendo los protoganistas.
Extrañamente el carnaval y las semanas iniciales de la cuaresma en Upata y sus alrededores, y en gran parte del estado Bolívar, han sido tiempo de humedad, que se siente, respira y marca nuestras vidas,limitandonos a permanecer cobijados, a buen resguardo en nuestros hogares, protegidos, sufriendo la inclemencia de filtraciones en los techos, las fastidiosas goteras de los hogares humildes. 

Desde El Callao se reportan en estas fechas inundaciones en su casco central y sectores aledaños, se incrementa el deterioro de los bordes en la carreera internacional Troncal 10 que nos enlaza con Brasil, en los municipios Sifontes y Gran Sabana, y en general reina cierta preocupación ante la posibilidad de que en la temporada de lluvias, a partir de junio, podamos vivir situaciones de emergencia aún más críticas si se mantiene este ciclo de precipitaciones continuas e intensas, que también se han registrado en los municipios Angostura del Orinoco, Caroní, Roscio, Padre Chien y obviamente Piar y su capital la Villa del Yocoima.

En este trimestre notamos además la ausencia de esas olas de calor típicas de la fecha, ningún golpe de altas temperaturas, por el contrario la gente se queja de frío, la humedad, y nubosidad constante. Vaguadas, mantos nubosos húmedos provenientes del Atlántico, encajonamiento de frentes lluviosos siguen marcando la pauta en esta temporada. 

En fin estamos ante una situación climática anormal, que altera los tradicionales ciclos de poda, quema, y preparación de la tierra en las zonas campesinas, donde los productores agrícolas se quejan con razón que el exceso de humedad obviamente afectará algunos cultivos, que requieren insolación y no tanta humedad en el suelo para iniciar su desarrollo y crecimiento, previo a la cosecha para el segundo semestre del año. 

A continuación anexamos nuestro registro extraoficial de temperaturas y precipitación para el valle de Upata:

Enero del 2022 Mínima Absoluta 15,5°. Mínima Promedio 19°. Máxima Absoluta 31°. Máxima Promedio 28°. Promedio 24,5°
Febrero del 2022 Mínima Absoluta 18°. Mínima Promedio 20,5°. Máxima Absoluta 32°. Máxima Promedio 29°. Promedio 25°.
Hasta el 15 de marzo Mínima Absoluta 20°. Mínima Promedio 21°. Máxima Absoluta 32°. Máxima Promedio 28°. Promedio 24,5.

Precipitación mensual: Enero 38 mm. Febrero 41 mm. Marzo 84 mm. Acumulado anual 2022 al 10 de marzo 163 mm. 

En la secuencia gráfica podemos notar el contraste entre la serranía tal cual como estaba, en un mes seco y de altas temperatura, mayo del 2020, en comparación- más arriba- con el verdor y la neblina del mismo cerro en marzo de este 2022. Abajo otras imágenes de las colinas de Upata en temporada de sequía "normal" del 2014.

Serranía de El Toro en mayo del 2024, solo algunos chaparros conservaban su verdor.

Sequía extrema en mayo del 2024, los cerros con las huellas de los incendios forestales y el tapón casi seco.