En julio del 2023 Upata y el valle del Yocoima padecen una ola de calor, con un promedio diario de 27 grados, una temperatura inusual y extraordinaria para este época del año. |
Lo notable de las condiciones del tiempo en el segundo semestre del 2022 fue en primer lugar las temperaturas relativamente agradables en julio, agosto y septiembre, luego tuvimos una elevación del calor como es normal en octubre y noviembre. En diciembre bajaron las temperaturas coincidiendo con el Sol inclinado al Sur típico del Solsticio de Invierno al norte de ecuador, pero la media se mantuvo cercana a los 26 grados, con mínimas no tan significativas, entre 21 y 22 grados. Las lluvias por oleadas de varios días alternadas con días de intensa insolación, tenían la particularidad de ser intermitentes, comenzando temprano en la tarde, y haciéndose normal las precipitaciones nocturnas. Solo registramos una o dos madrugadas con el termómetro bajando a los 19 grados. Ya teníamos entonces algunas evidencias de que ya había culminado el ciclo de lluvias extremas, continuas y persistentes del lapso junio 2020-2022, las señales eran claras, el calor fue atípico en diciembre, y las lluvias muy bajas.
2023 se acabó la Niña volvió el calor extremo y lluvias esporádicas: en el horizonte se avista El Niño
Upata a 360 metros sobre el nivel del mar experimenta insolaciones intensas y bajas precipitaciones en lo que va del 2023, hasta el 25 de julio, solo 331 mm. |
En febrero siguió la tendencia, lluvias muy esporádicas, temperaturas mínimas de 21 a 22 grados promedio. Máximas de 31 y hasta 32 grados. Precipitación 8 mm.
Marzo seco como es tradición y esta vez muy caloroso, con solo dos eventos lluviosos de bajísima intensidad. Mínimas 22 a 23 grados. Máximas medias 31 grados. Media 26 grados. Precipitación 14 mm.
En abril hubo dos o tres lluvias intensas, pero lo usual fueron los días de insolación extrema, máximas de 33 grados promedio, mínimas de 23 a 24 grados, medias de 26 grados, arreciando los incendios forestales en Upata y sus alrededores. Precipitación 36 mm.
Mayo después del 15 se dejaron caer algunas lluvias continuas, pero nada extraordinarias. Máximas absolutas 34 grados, máximas medias 33 grados, mínimas 23 a 24 grados, media de 26,5 grados. Precipitación 46 mm.
Junio lluvioso solo después de la segunda semana, luego ciclos de lluvias continuas con días de sequía, las temperaturas bajaron un poco, pero solo hasta los 22 grados, con una media muy alta de casi 26 grados, dos grados más que en los últimos tres años. Precipitación 123 mm, bajas con relación a la media, que se aproximan o superan los 180 mm.
Julio rompiendo toda tendencia, ha sido incluso el julio más seco de la última década, hasta el 25 del mes solo han caído 82 mm de lluvia, desde el 12 de este mes no se registran prácticamente lluvias en el valle del Yocoima, ya que estamos en las canículas adelantadas, un sistema de altas presiones que han generado días despejados y de intensa insolación y que este año se adelantaron a julio en vez de agosto. Se concentran más bien las precipitaciones al norte, sur y oeste de la ciudad, pero el valle ha estado muy caluroso y se nota en el calor acumulado en las estructuras urbanas y el mismo suelo.
Tenemos entonces calores extremos para este mes, con máximas esporádicas de 34 a 33 grados, 4 grados más que la media para julio, mínimas diarias elevadísimas de 24 a 25 grados, 3 a 4 grados más que la media, y temperatura media de 25 grados hasta el 12 de julio relativamente normales y de 27 grados del 12 al 25 de julio, un registro histórico pues se trata de un promedio por 3 grados superior a la media en el valle.
No hemos tenido máximas absolutas de 33 a 34 grados sino durante dos o tres días, y la media máxima se ubica en 31 grados, un valor soportable. La sensación de calor extremo sin embargo es muy superior debido a que en la noche el termómetro se estabiliza entre 26 y 24, y el calentamiento diurno e insolación más la humedad del aíre, provocan que esta sensación de calor no desaparezca sino que se mantenga en el tiempo. Algunos días de calor extremo hemos tenido noches muy calientes con 29 y hasta 30 grados a las 8 pm.
Debido a que estamos en la época de lluvias todavía el verdor del valle es intenso, porque los bosques han retenido humedad y la sostienen. Hemos tenido este 2023 algunas mañanas neblinosas, 3 ó 4, a finales de junio, y durante la segunda semana de julio. La velocidad de viento, como es usual en el valle, muy baja, menos de 5 km por hora, ráfagas esporádicas después de las tres de la tarde.
Cielo despejado en junio del 2023, un avión supersónico sobrevuela el cielo de Upata. |
Qué no espera. Seguirán las altas temperaturas, que se sostienen fuertes y que van a subir significativamente hasta octubre, sobre todo cuando no haya lluvias. Lo deseable, es que reaparezcan las precipitaciones, los aguaceros continuos o intensos, que logren refrescar la sensación de calor extremo que ha venido agobiando a la población. Después de las canículas que ya van por 15 días, debería arrancar un nuevo ciclo de mayor humedad y lluvias torrenciales, que ojalá se haga frecuente hasta mediados de septiembre, para que la ciudad de Upata, sus pobladores, puedan volver a disfrutar de su agradable clima, cálido, caliente, pero moderado, con relación a otras localidades de la baja Guayana. De no reaparecer esta tendencia a lluvias más frecuentes, nos enfrentaríamos a un ciclo de calor extremo aún más fuerte del que hemos sufrido en este primer semestre del 2023.
Finalizando julio reaparecieron las lluvias
1 comentario:
Esos calores selas traen
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