Maestra Isaura con la también Maestra Baudilia Correa de Ruiz
Con Juan Ruiz Jr la Maestra Isaura muestra sus dibujos a mano alzada
Retrato de la Maestra Isaura
Parafraseando el
libro del colega comunicador y cronista upatense Pedro Quijado Marcó
debemos afirmar que nuestra Maestra Isaura Gómez de Ayala se mantiene con sus huellas en el tiempo: vigorosa, risueña, soñadora, creativa, y comprometida con su Lar Nativo Upata. A la Villa del Yocoima, la Maestra Isaura ha dedicado toda su vida, desde la tempranísima edad de la juventud adolescente, cuando decidió erigirse en educadora. Esta actividad vital de hondo contenido social, vocacional, siempre la alternó con su condición de poetisa, escritora, pintora, experta en el
arte de la palabra, creadora de artesanías, manualidades, y
sembradora de conciencia. Ella la Maestra Isaura a sus 93 años sigue su marcha incansable como depositaria de lo mejor de nuestro acervo artístico, en su condición de Patrimonio Vivo y Portadora de la Cultura, reconocida por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura por su aporte de la Creación Individual.
Cerros de Apurito a la izquierda, desde la Finca Los Novillos, Km 32 de la carretera Upata El Manteco. La cacería, actividad tradicional de los habitantes de la extensa zona rural del municipio Piar, es el tema de este pequeño relato en tono campesino, donde se dibuja en pinceladas sencillas las aventuras de un cazador famoso de Apurito, una serranía localizada al Sur de la Villa del Yocoima, visible su silueta desde los hatos del sector Las Topias, carretera a El Manteco. Los personajes aunque pertenecientes al universo de la ficción, guardan mucho parecido con los campesinos y peones que pueblan estos parajes, expertos mucho de ellos en el arte u oficio de la cacería.
El Cazador de Apurito: Relato en Tono Campesinos
Por
la carretera Upata El Manteco, después de atravesar el Cerro San Juán y las quebradas Caratupán y San Buenaventura, reposamos un ratico en los Chinchorros,
cómo quién busca el paso hacia la roca de Lavandera. Estamos muy cerca de esa laja a flor de suelo, histórica y misteriosa donde hace años un
labriego dejó la vida en un accidente insólito. Desde entonces los campesinos dicen que allí en las noches sin Luna aparece el muerto de Lavandera. Yo no lo he visto. Pero igual me cuido de andar por esa sabana a medianoche y sin compañía.
Más
allá de la vía al Saliente se yerguen serenos y atractivos los cerros de Apurito. Mucha sabana hermosa nos
rodea. A un costado de la vía, hacia el poniente, están las tierras que
drenan sus aguas al Caroní, es decir al lago de Guri. Al otro a la
izquierda, al Oriente se extienden pastizales de primera. Hay aquí
colinas cercanas, adornadas con rocas enormes del precámbrico,
montículos de granito y gneiss, ennegrecidos por el sol y las quemas
anuales en todos los milenios de vida humana.
Penetramos un primer
portón, y seguimos rumbo a los tantos hatos que se esparcen por este
territorio.Buscamos cacería. Por supuesto ya el Sol es el de los Venaos, bajito, naranja, hasta que se colorea de tizón rojito, y luego desaparece así de golpe. Como siempre nos embarga un temor ancestral por aquel silencioso concierto de animales nocturno, chillidos, repiques, cantos de anfibios, que de manera repentina comienza a despertar en la sabana. De pronto escuchamos: "Venado pa tirá pa arriba hay aquí en este llano". Lo sentencia un peón, que nos despierta del letargo y tantas reflexiones.
Puente sobre el río Morichal Largo, localizada en el municipio Independencia del estado Anzoátegui, en la carretera La Viuda Puente Orinokia.
Plantación de Pino Caribe en la ruta que une Puente Orinokia con El Tigre.
Desde los altos cercanos al Morichal Largo, sinuoso río que nace en una de las tantas mesas orientales localizadas en el estado Anzoátegui, se vislumbra una hermosa vista de las plantaciones de pinos de Proforca y las sabanas cálidas del municipio Independencia. Al costado de este mágico río de casi 300 kilómetros que corre de Oeste a Este, hasta desembocar en el Delta del Orinoco al Sur de la Barra de Maturín, se cuentan las imponentes y poco conocidas mesas de Los Hachos, Los Coloraditos y la propia mesa Morichal Largo.
Los niños y jóvenes protagonistas en el paseo y baño en el lago de Guri.
Preparativos para el paseo en lancha.
Ya en las quietas aguas de Guri, durante una jornada de intenso Sol pero agradable temperatura
30 de diciembre de 2012 en el lago de Guri, día de paseo y encuentro en familia, en la zona de El Mangal, donde fuímos recibidos por el amigo Jonás, propietario de este hermoso fundo, ubicado en pleno sector nororiental del embalse que represa las aguas del Caroní. Dicho recodo del lago se localiza 35 kilómetros en línea recta de la ciudad de Upata, en el territorio del municipio Piar. Ese día, bajo un intenso Sol, con una temperatura a la sombra bastante fresca, 29 grados, las familias Mora, Salazar, Ruiz, compartimos una jornada de baño, juego de béisbol y paseo en la lancha particular del amigo El Catire Mora. Imágenes de un sereno lago y de sus colinas y macizos cercanos reflejan sin duda la variedad de paisajes de esta Guayana diversa en atractivos turísticos, uno de los cuales el embalse de Guri en su sector Este nos invita de manera constante al disfrute sano y con respeto al medio ambiente. Esta franja costera del lago tiene diversos y variadísmas alternativas de gran valor escénico, muchas de las cuales apenas son conocidas por un pequeño número de habitantes del municipio Piar y sus zonas vecinas.