jueves, 24 de mayo de 2018

Chaguaramos en Upata

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CHAGUARAMO

Torre altiva, guardián del viento
Largo fuste que estira su cuello
Mientras tu cabellera se moja
Con las primeras gotas del rocío.
No quieres oír las hipócritas palabras
Que se revuelcan por el suelo
Y que engañan incautos, mientras asestan su mordida.
Atalaya que atisba los primeros rayos del sol
Y el último, que otea el ocaso y sus  penumbras
Vigilas cada instante que la tierra gira
Sobre su propio eje
Y atrapas los sueños de alto vuelo
Atrapasueño celeste.
Paciente ser que escuchas
Voces lejanas de lluvias
Cha Cha Cha llevas el ritmo en tu sonoro nombre
El agua se esconde entre letras insomnes
Y las ramas circundan tu copa
Como cabelleras de antiguos guerreros
Que perpetúan su nombre
Sobre la madre tierra
Daniel Ruiz/Upata 2020
 
Los tres chaguaramos que adornaban la Plaza Bolívar ya no existen...
Chaguaramo solitario en la Plaza del Ejército
Una de las palmas más vistosas e imponente por su altura y elegancia, es sin duda el chaguaramo, sobre todo cuando es transplantado en filas, y ofrece a la vista un impresionante espectáculo, tanto por la forma elegante de su tallo, hojas y frutos, como por la altura que puede alcanzar.
En Upata el chaguaramo es una planta exótica, no tan abundante, no obstante tenemos algunos ejemplares que destacan en el paisaje urbano, de sus barrios y urbanizaciones, muy vistososos en su tiempo los recientemente desaparecidos de la Plaza Bolívar frente a la Iglesia, atacados por feroz plaga, y al final talados. 
También tenemos chaguaramos en la Plaza de El Ejército, en Santo Domingo, en Sierra III, en la UEN Morales Marcano, en la calle que enlaza la plaza Van Prag con el barrio Maturín, y en el liceo Tavera Acosta, los inmensos y ocultos chaguaramos que se ocultan  en el valle central del cerro El Toro, y otros que se alzan en áreas verdes rurales de la ciudad. 
 
Notables por su llamativa línea visual son los chaguaramos que adornan uno de los caños de la carretera Upata El Manteco, entre Tagroima y Santa Inés. 
 
El cálido clima de Upata, quizás sus suelos ácidos, y sus condiciones atmosféricas, no le son propicias al chaguaramo, que a diferencia de otras zonas del país- como los valles de la Cordillera de la Costa, o piedemontes al Norte del Orinoco- aquí no alcanzan el notable desarrollo y elegancia que allá exhiben, por el contrario suelen ser atacados con ferocidad por plagas y parásitos, que limitan su crecimiento y su natural belleza.
Otro chaguaramo, en la UEN Morales Marcano

Esta palma cuyo nombre científico es Roystonea oleracea, es una especie originaria de las Antillas menores y el norte de Suramérica. Es una planta de gran porte, de hasta 40 m de altura y muy apreciada por su gran valor ornamental por lo cual ha sido cultivada en muchos países. En Venezuela es el árbol emblemático del estado  Yaracuy, donde crece de manera espectacular y es muy abundante, destacan también los imponentes chaguaramos de los valles de Aragua, los de la hacienda Santa Teresa de El Consejo plantados en las fértiles áreas de cultivo de la caña de azúcar o los chaguaramos que prodigiosamente han sido transplantados en avenidas, parques, plazas y jardines de la ciudad capital del país Caracas, donde hasta una urbanización fue bautizada con este sonoro nombre.
Pocas historias, leyendas o crónicas tenemos en Upata sobre esta planta, más allá de su llamativo porte, tampoco hay referencias escritas sobre cómo fue su proceso de introducción en el valle, quién plantó por vez primera la especie en nuestro valle. No obstante existen otras variedades de palmas muy semejantes, que han sido plantadas en jardines de quintas y parques, que configuran en su conjunto una muestra representativa de cómo las vistosas palmeras del trópico por su vistoso porte puede alcanzar un sitial importante dentro de los planes de ornato y arborización de la ciudad de Upata. Es una tarea pendiente en los planes de mejoramiento urbano de nuestro verde valle.
En el liceo Tavera Acosta

En Sierra III entre calle 5 y 24 de julio.

En el Mercado Bicentenario