Se fue mayo de 2022 el mes de la Cruz. Un tiempo tradicionalmente de transición desde los calores intensos de la sequía hasta la humedad y el fresco de junio. No obstante este mes de las flores y el inicio de la cosecha de mangos, fue atípico, con mucha lluvia, alternada con pocos días de insolación. No hubo en esta oportunidad los calorones típicos del "verano" sino mucha nubosidad y lluvias incesantes, moderadas, alternadas con cortos periodos de calor moderado y cielos despejados, que mantuvieron el verdor en las serranías cercanas al valle. Este año tuvimos la visita en las capas altas de la atmósfera del Polvo del Sahara que en la última semana del mes tiño de un pálido azul grisaceo el cielo y que en las tardes dio paso a un tono rojizo en ese mismo cielo.
Desde junio del 2020, hace exactamente dos años, el fenómeno de La Niña ha dejado su impacto en la región nororiental de Guayana, en estas tierras de lomeríos del Yocoima, y aunque la lluvia perenne tiene sus detractores, por los estragos que provoca en el precario sistema de drenaje de la ciudad de Upata, por el daño que genera en el asfaltado público y la alteración de los ciclos de siembra cosecha, la gente la disfruta en tanto contribuye a suavizar el clima cálido del valle. Con el telón de fondo de las cuatro estrellas brillantes de la Cruz del Sur, que se dejan ver en gran parte de la noche sobre el cielo austral por el horizonte que se explaya hacia las sabanas y lomeríos lejanos del Yuruari, mayo sigue siendo por excelencia el mes de las festividades tradicionales de la Cruz Bendita.
Cruz en Bicentenario II, tradicional símbolo de esta comunidad. |
Cruz del Movimiento Cursillo de Cristiandad, en la Iglesia de San Francisco. |
Cruz de Mayo devoción y presencia en Upata
En Upata la celebración de la Cruz de Mayo, sigue siendo una costumbre religiosa cultural muy vinculada a nuestra historia como pueblo, una celebración que desde hace más de medio siglo ha tenido su epicentro en las escalinatas y las Cruz del Calvario, al final de la calle Bolívar con Polanco. Todos los años sus tres cruces son adornadas con cintas de colores y se convierten en altar al que le colocan ofrendas como flores, frutas y cruces de palma bendita. Se le entonan cantos alusivos a la Cruz, galerones, tonadas de cuatro. Al respecto el Catálogo del Patrimonio Cultural del Municipio Piar del Ministerio de la Cultura señala que estos honores a la Cruz constituyen una forma de agradecimiento por la fertilidad de la tierra, gratitud por la buena salud, homenaje a la lluvia que reaparece en mayo, y a la naturaleza, y bienvenida a la nueva cosecha. En El Calvario de Upata las familias Ventura, Aro, Manrique, entre otras, mantienen viva esta tradición, que alternan con las actividades culturales que promueve para el 3 de mayo instituciones como la Alcaldía de Piar y la Banda Juan Vicente Gutiérrez.
El Corozo añora su fiesta de Cruz de Mayo
Muestras de esta devoción a la Cruz las tenemos esparcidas en la ciudad y pese al avance de otras costumbre extrañas a nuestras tradiciones, en muchos sitios, calles y lugares emblemáticos de la Villa del Yocoima allí está la Cruz: cruces de madera, de metal, hasta de concreto, irradiando el espíritu de respeto hacia este símbolo religioso, representativo de la fe popular católica, y formando parte del patrimonio cultural religioso de nuestra ciudad.
1 comentario:
Interesantísimo. Sobre todo eso que dices acerca de la Cruz del cerro El Corozo.
Por cierto acabo de publicar algo acerca de Punto Fijo una ciudad coriana que me gustaría que leyeras.
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