jueves, 27 de abril de 2023

Parque Ecológico La Alegría: un paraiso de biodiversidad en la ruta Upata Sabanetica


Sendero principal del Parque La Alegría, sobresalen especies nativas y exóticas, de árboles y arbustos, las mayoría de reciente plantación. La imagen es de abril del 2023, desde junio hasta enero en ese camino se forma un túnel vegetal de gran belleza escénica. 
A un costado de la vía Upata El Pao, antes de llegar al caserío Sabanetica, se localiza este hermoso parque natural ecológico La Alegría, en la gráfica sobresale a la izquierda la frondosidad de este maravillosa zona de protección, educación ambiental y esparcimiento de Upata, a solo 3 kilómetros de la ciudad capital del municipio Piar. 
Chaguarama y bosque tropical a la entrada del Parque.

Profesor Giovanny Sánchez Coro, creador, promotor y guardían del Parque Ecológico La Alegría, en tierras cercanas a su finca familiar Los Naranjos en Chapire.

Especie de orquídea proveniente de la Gran Sabana, donada a la familia Sánchez Coro y plantada en el Parque La Alegría y la finca Los Naranjos. 
Al lado de Villa Paraíso, en Chapire, y muy cerca del embalse Cupapuicito de Upata, se localiza el Parque Ecológico La Alegría. Imagen de Google Map. 

Área de recreo y encuentros ecológicos en el Parque.

Sendero en un bosque natural bajo del Parque

Heliconia plantada en zona húmeda y boscosa del Parque.

Otra especie de heliconia, típica de los bosques tropicales.



Plano de Open Stret Map, el símbolo azul de ubicación y el logo muestran donde está localizado el Parque Ecológico La Alegría, al oeste de Upata en la ruta a  El Pao y Guri.

Tras un heroico esfuerzo, luchando y venciendo obstáculos, incomprensiones de algunos parceleros  que no creían en la viabilidad de este proyecto conservacionista sino en el sostenimiento de un modelo de explotación agrícola poco amable con el medio ambiente, hace dos décadas el docente Giovanny Sánchez Coro tuvo un sueño, una idea, una propuesta de largo plazo, que hoy se ha convertido en realidad, y que es un ejemplo de cómo la constancia es capaz de vencer la apatía. Ese proyecto, cristalizado en un bosque en recuperación, rehabilitación y en continua expansión, sobre tierras que se creían estaban perdidas por la acumulación de mineral estéril proveniente de movimientos de tierra, lleva por nombre Parque Ecológico La Alegría. Se trata de un proyecto ambiental, que cuenta ahora con el respaldo de las instituciones locales, regionales y nacionales de gobierno, que tras dos décadas de trabajo y lucha de su creador el profesor Giovanny Sánchez Coro, docente de amplia experiencia y  también líder vecinal y conservacionista, fue reconocido como tal por decreto municipal en el 2021 en plena pandemia. 

La inauguración de este espacio como alternativa de recreación y educación ambiental fue realizada entonces en un acto oficial, en el cual estuvieron presentes la la alcaldesa Yulisbeth García, la Coordinación Estadal del Ministerio de Ecosocialismo, como ente supervisor del proyecto y rector en materia ambiental. En esta jornada destacó  participación de  la Misión Piar,  del Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico coordinación regional Bolívar, la Misión Árbol, voceros y representantes del sector cultura, e integrantes de la comunidades de Sabanetica Chapire, entre otros. 

El Parque Ecológico La Alegría, según precisó el profesor Sánchez Coro,  es un atractivo turístico ambiental que tiene por objeto la conservación del medio ambiente, en especial dar sostenimiento a  un bosque en expansión, con una variedad de flora y fauna adaptada a las condiciones ambientales de la zona, su clima, altitud, relieve y suelos, sobre una superficie de 3 hectáreas. "La idea es que en futuro cercano se pueda ampliar a 4 ó 5 hectáreas, cuando se complete el ciclo de recuperación y reforestación de las zonas impactadas negativamente  por la construcción del urbanismo Chapire; y se avance en la rehabilitación de otros mantos boscosos aledaños, que resultaron afectados por la intervención humana descontrolada, que afecta la biodiversidad y el equilibrio ecológico de nuestras zonas silvestres". 

Al respecto señaló el ambientalista que luego de muchas gestiones ante los entes oficiales y organizaciones conservacionistas ha logrado contar ahora con el apoyo institucional necesario para darle impulso y lograr por la vía legal  que la zona natural protegida Parque La Alegría se haya convertido, desde marzo del 2021 hasta la fecha en  el primer parque ecológico del municipio Piar.

En cuanto a los objetivos del proyecto indicó que "este parque se crea con el fin de desarrollar un espacio ecológico mediante el repoblamiento de variedad de especies de flora, lo que permitirá preservar y cuidar árboles emblemáticos, útiles, o esenciales para el equilibrio ecológico y el sostenimiento de la fauna tropical, que de manera sistemática ha vuelto a pernotar en el área recuperada: aves como los guacamayos que con mayor frecuencia recorren esta alfombra vegetal en sus movimientos diarios, las guacharacas que tienen aquí su hábitat, los monos araguatos, que desde los bosques más lejanos también han comenzado a retornar a estos espacios, y los perezosos, que han sido reinsertados a estos bosques aprovechando la abundancia del árbol yagrumo, que le proporciona su alimentación básica. 


Desde uno de los miradores del Parque se contempla este paisaje del embalse de Cupapucito, sus colinas y zona boscosa protectora.

Sendero sobre bosque bajo, limitado por arbustos plantados recientemente.

Antecedentes del Parque Ecológico 

El Parque lleva el mismo nombre de aquel famoso hato La Alegría, colindante con Sabanetica y el cerro Cacahual, que tuvo su momento de gloria hace 70 y 50 años. Recordó Sánchez Coro que esta unidad de producción agropecuaria sucumbió al abandono y el deterioro, sin los rebaños de ganado vacuno que pastaban por el lugar.   De la prosperidad de otras épocas solo quedaba hasta un aviso de bienvenida, en un arco metálico, que por cierto también desapareció. 

En relación con el estado de los suelos y el bosque recuperado en la parte alta de Chapire, donde está localizado el Parque Ecológico La Alegría, admitió que estos terrenos, igual que el Hato, se encontraba en situación de abandono y deterioro ecológico, debido a la devastación producida por el movimiento de tierra realizado por equipo pesado para conformar lo que sería el urbanismo del IPASME, hoy Villa Paraíso.

Esta intervención no supervisada adecuadamente por el Estado dejó como impacto la destrucción del paisaje, evidenciada por la presencia de taludes irregulares, erosionados y desnudos de vegetación, amarillentos, marrones, rojizos, que parecen a lo lejos las marcas de un gigante insensible que arañó las colinas y las dejó desfiguradas. 

Fueron miles de toneladas que las empresas constructoras del urbanismo removieron de forma anárquica, llegando no solo a alterar el relieve por la escorrentía irregular del agua de lluvia, sino a propiciar derrumbes y el acarreo incontrolado de sedimentos, desde las colinas y zonas de pendientes, hasta las zonas más bajas cercanas al urbanismo.

Señaló Sánchez Coro que ese fue y sigue siendo un daño ambiental aún sin enmendar, que se puede visualizar a un costado de la vía que une Upata con Sabanetica. "Allí en esa zona tenemos profundos barrancos, que pudieran en un futuro comprometer la estabilidad de viviendas y calles de la urbanización, si no se evita que se puedan transformar en cárcavas".  

Como consecuencia de aquella intervención- que no contó con un proyecto de  atenuación del impacto ecológico, acompañada de su respectivo plan de recuperación ambiental- la alteración de los suelos y la destrucción del ciclo de vida en los bosques, matorrales y vegetación secundaria localizados en los alrededores del urbanismo, sigue siendo una materia pendiente de las autoridades.

Evolución del proyecto ambiental



Senderos y área de recuperación ambiental en la zona protectora cercana al Parque Ecológico

Jabillo, una especie no nativa, creciendo en excelente estado en el parque, a la derecha otro sendero
Arbusto en floración en abril del 2023.

Protegido por el bosque encontramos en el Parque Ecológico árboles de cacao, una planta muy adaptada al clima fresco de esta zona de Upata.

Al lado de la via arboleda del parque, a la derecha guayacán juvenil árbol emblemático del estado Nueva Esparta, ausente de nuestros bosques guayaneses. 

Guayacán en floración en abril de 2023. Este ejemplar donado al coordinador de proyecto ecológico fue plantado en el interior de parque y se ha adaptado perfectamente a este bosque tropical.

Helechos sobre el húmedo suelo, en la parte baja del Parque.

Tallo espinoso de una ceiba joven, y el profesor Sánchez Coro mostrándonos su proyecto ecológico.

Contra este panorama incierto, le correspondió al profesor Sánchez Coro iniciar un duro camino personal, en aras de devolverle a aquella zona su anterior esplendor como zona boscosa protectora.       . 

Con casi ningún apoyo oficial, enfrentando largas jornadas para recuperar unas tierras y ecosistemas de bosque, que habían sufrido un enorme impacto por la acumulación de material arcilloso y caolínitico, que arrastraba la lluvia desde las cercanas terrazas del conjunto residencial Villa Paraiso en altos de Chapire, el profesor Giovanny Sánchez inició su proyecto ecológico. 

Este parque ecológico, una especie de jardín botánico, tuvo sus primeros pasos hace dos décadas, cuando enfrentó solo y de manera quijotesca el proyecto de recuperación de aquella zona cercana al urbanismo. Se encontraba amenazado su predio rural, la Finca Los Naranjos, donde por años su familia y él mismo habían practicado una agricultura ecológica, de bajo impacto, que le había permitido tener a un costado de su propiedad un hermoso bosque tropical. Un espacio biodiverso, bien conservado, donde además de las especies autóctonas, habían plantado árboles, arbustos y hierbas, especies  ornamentales muchas, otras de uso medicinal y algunas alimenticias.     

Su tarea de levantar allí al lado de su finca, un  proyecto ecológico de educación ambiental, recreación y preservación de la biodiversidad de vegetación y fauna, tuvo momentos duros, que no mermaron su capacidad de resistencia, de día de noche, buscando, plantando, especies vegetales, para adaptarlas a aquellas tierras invadidas por el caolín y la arcilla. Eso sí contando con el apoyo incondicional de su madre, familiares cercanos y amigos. Con el asesoramiento de especialistas, técnicos, baquianos, campesinos y la consulta en Internet, ha tenido acceso a los conocimientos y la sabiduría popular, según el caso, para aprender y comprender el ciclo de vida de las plantas tropicales: su utilidad, la mejor época para la siembra y la plantación, los cuidados, cómo favorecer su floración, cómo podarlas, el trabajo de suelo, entre otros tópicos.   

El clima fresco de aquel sitio, Chapire, a una altitud de más de 400 metros sobre el nivel del mar, y localizada en las cercanías de los bosques protectoras de la cuenca del río Cupapuicito, ha sido propicio para el optimismo. De lo alto del cerro no intervenido, también se movilizan nutrientes minerales, que al depositarse en los suelos ya recuperados o estables, facilitan el proceso de formación o recuperación del sustrato y crear las condiciones para que la vegetación pueda alcanzar su clímax, y contar en un futuro con un bosque de excepcional belleza escénica, biodiverso, enriquecido con especies provenientes de otras regiones tropicales, como algunas que le han donado de Brasil.    

Humedad, lluvias constantes, veranos suaves, neblinas, un suelo un bosque que se estabiliza por el aporte de nutrientes orgánicos y por la propia dispersión de semillas de las especies de aves que tienen acá su hábitat, y por la fertilidad autogenerada por la hojarasca de los árboles que resistieron el embate de la tala, quema y la erosión. Al respecto el profesor Giovanny Sánchez señala que todas estas condiciones ecológicas favorables, y la toma de conciencia de mucha gente de la comunidad de Chapire, Sabanetica y la propia Upata, que ahora han entendido la importancia y el valor de su proyecto ambiental,  han propiciado el milagro de la recuperación del bosque, del cual quedan remanentes del bosque seco, que daba cobijo y sustento a monos araguatos, guacharacas, cachicamos, zorros guaches, entre otras. 

Obviamente su esfuerzo es titánico, ya que al apretar el verano le toca con sus pocas herramientas llevar el agua para el riego de los árboles y otras especies vegetales, que constantemente planta en suelos muy alterados por la erosión o desprovistos de capa orgánica. 

Su tarea diaria incluye, ahora con el apoyo de algunos promotores sociales o ambientales de su comunidad, desmalezar, podar ramas, remover materia vegetal tronco y ramas caídas, construir y mantener despejados los senderos del parque, para facilitar la caminata de los amantes de la naturaleza y excursionistas, que tengan a bien visitar este espacio natural. "Aquí tenemos la presencia habitual por lo menos una vez a a semana de ciclistas de montaña, y senderistas, para quienes el parque resulta un grato descubrimiento, a menos de tres kilómetros del casco urbano, al cual pueden llegar a pie, en bicicleta o en transporte público por la ruta de la calle Bolívar, Borbón, Chapire, Sabenetica, mejor conocida como carretera Upata El Pao, Troncal 19", indica Sánchez Coro. 



Jardín plantado en el interior del bosque, armonía entre tanta variedad de plantas, flores y colores.

Ya espigada la ceiba progresivamente pierde sus espinas en el tallo.

Palma coroba y arácea plantadas en este reservorio ecológico, dos especies para admirar.
Rosa de Montaña asidua habitantes de nuestros bosques, a la derecha especie muy extraña de cactus 

Especies de un jardín tropical, plantadas sobre bosque del Parque Ecológico.  A la derecha troncos de dos yagrumos jóvenes, cerca de sustrato rocoso.

Arbolito recién plantado, superviviente de la reciente sequía, a la derecha un pardillo, árbol que sigue siendo abundante en los bosques secos subhúmedos de Upata, a pesar del exterminio de los ejemplares más desarrollados, por la excepcional calidad de su madera. 

Cerca de otro mirador, en el borde del Parque.

Cacho de venado, planta epífita plantada sobre árbol huésped.

Incontables senderos en el Parque.

Piñuela, bromelácea, presente en el bosque.

El parque hoy

El parque luego de este proceso de construcción de su infraestructura de senderos, bosques temáticos, miradores, áreas de relax, posee espacios de contacto directo con plantas ornamentales, arbustos, árboles, epífitas y hierbas autóctonas o exóticas, medicinales, orquídeas, palmas, helechos, araceas o calas, cactus, leguminosas. En sus laberintos, que requieren un proyecto alterno de señalización e identificación de sus espacios naturales y especies más relevantes o emblemáticas de árboles y plantas en general , está compuesto por más de 20 senderos, entre principales y secundarios. También se está ampliando hacia la zona intervenida colindante con el urbanismo Chapire, donde se ejecuta la recuperación de suelos y repoblamiento forestal con especies como mata ratón, anonáceas, mango, acacia manguín, entre otras. 

Tiene además varios afloramientos rocosos tipo lajas o rocas flotantes, sitios despejados de recreo en el bosque en forma circular, ideales para el descanso de las personas de la tercera edad o para la realización de tareas dirigidas, talleres de educación ambiental, actividades lúdicas con los niños y observación de aves. Una de las rutas o senderos permite el ascenso de la serranía por un camino despejado entre la vegetación alta, que culmina en un mirador, desde el cual se puede contemplar el paisaje del valle del Yocoima, la cuenca y el embalse de Cupapuicito en todo su esplendor, el sistema de colinas del oeste de Upata, y toda la variedad de paisajes verdes de la ciudad y sus alrededores en este sector de Sabanetica Chapire Cacahual . 

Todo ello permite fomentar el ecoturismo además de facilitar el que estos espacios naturales primarios o recuperados puedan ser visitados y admirados por los estudiantes de primaria, secundaria, universitarios, para un mejor contacto con la naturaleza, nos dice el profesor Sánchez Coro, quien agrega:  

"Nos hemos propuesto también que se puedan realizar in situ investigaciones o clases abiertas con los estudiantes de  ingeniería en industrias forestales de la UNEG. Queremos propiciar la llegada de promotores sociales, líderes vecinales, para que puedan captar las alternativas que acá hemos desarrollado para recuperar, mantener, conservar estas áreas naturales y su biodiversidad, que son también fuentes de protección de las fuentes de agua y generadoras de microclimas atractivos. Esas experiencias con el poder popular organizado  puede ser útiles para ejecutarlas en sus comunidades, muchas de las cuales también poseen zonas silvestres y de factible protección de flora y fauna, que requieren ser preservadas de su destrucción o deterioro. El parque igualmente estará abierto para la población de Upata que tiene aquí un patrimonio de flora y fauna, y para los visitantes, turistas, que tengan la disposición de conocer y disfrutar de este proyecto de parque natural ecológico, como zona esparcimiento y contacto con la biodiversidad". 

Inventario de especies botánicas

Finalmente y en relación con las especies vegetales presentes en este espacio natural y que pudimos detectar en el recorrido realizado por sus senderos y bosques en compañía de profesor Sánchez Coro podemos citar las siguientes: ceibas, jabillos, caro-caro, palmas hueso de pescado, palma coroba, chaguaramos, palma corozo, caobas, apamates, araguaney, aceite o copaiba, pardillo, guamos, guayacán Guaiacum officinale árbol emblemático del estado Nueva Esparta, sarrapia, guatacare, cacao, araceas o calas, cactus, heliconias, orquideas, cocuizas, piñuelas, rosa de montaña, quebrahacho, algarrobo, yiguire, zapatero, cacho de venado, varias fabaceas o leguminosas provenientes de Brasil, tulipán africano o gallito, cañafístola llanero, yagrumo.



Jabillo y su espinoso tronco y ramaje, una especie nativa en Venezuela pero exótica y escasa al sur de Orinoco y  por ende en nuestros bosques del municipio Piar.

Frondosidad del bosque a un costado de la vía, este ecosistema forma parte del Parque Ecológico La Alegría.

Plantas arbóreas en su primera fase de crecimiento.

En pocos años aquí se formará un tupido bosque tropical.

Camino por el borde del Parque Ecológico La Alegría.

3 comentarios:

Alí Reyes dijo...

Una entrada maravillosa. Felicito al profesor Geovanny Sanchez Coro por esta iniciativa tan loable. Todo muy bonito, no obstante se debe reconocer todo el trabajo que ha tenido que hacer y hasta los obstáculos que ha tenidoque soltear para lograr este parque.

Por favor mi hermano, hasle llegar esta nota y dile que coloqué dos fotos y algo acerca del parque en esta entrada:

https://tigrero-literario.blogspot.com/2021/03/upata-un-rinconcito-del-sur-de-venezuela.html

Juan Ruiz Correa dijo...

Saludos Alí. Ya ví el enlace, el artículo sobre Upata en su blog El Tigrero. Aproveché y saludé también a sus lectores. Y les hice una aclaratoria sobre la cañafístola llanera, que no es la misma que la llamada Lluvia Dorada, que es una especie asiática y del norte de Africa. Estamos en contactos. Y gracias por su apoyo.

Alí Reyes dijo...

Qué error tan grande, no solo el de confundir esas especies vegetales sino el de colocar el verbo hazle con "s"