lunes, 2 de diciembre de 2024
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Upata en dos tiempos: Ayer hotel al final de calle independencia Hoy proliferación de comercios
jueves, 28 de noviembre de 2024
Voces Indígenas en las denominaciones toponímicas del noreste de la Guayana Venezolana (II)
Toponimia indígena un legado cultural vigente en los municipios del noreste y sur de Bolívar
En
este contexto los pueblos indígenas, todos, y en nuestro particular
énfasis los de la región del noreste de Guayana, llegaron a
comprender y asumir como un elemento vital de su cultura que los
lugares donde ellos habitaban y sus accidentes geográficos, colinas,
montañas, aguas, sabanas, selvas, lugares, formaciones rocosas, etc
debían tener nombre propio. Estos sitios contienen la huella de lo
humano, a través de una identificación concreta, que le permite
diferenciarlos, ubicarlos en su territorio, para otorgarle en muchos
casos su valor patrimonial, religioso o mítico. Es decir los pueblos
originarios y los que posteriormente se arraigaron en sus tierras
obviamente poseen la capacidad de asociar su entorno, sus
ecosistemas, sus tierras, con sus tradiciones, saberes, historias,
mitos y leyendas, y darle significado a cada lugar o elemento
natural de su territorio.
Esa huella quedó registrada oralmente en su propia cultura y en sus comunidades, como conocimiento ancestral, y ese referente toponímico fue de tal manera impregnado, como elemento de identidad, en los relatos, crónicas, estudios y registros cartográficos de los conquistadores y colonizadores que llegaron desde Europa para apropiarse de esas tierras y reclamarlas como territorios de sus gobiernos imperiales. Esa tradición toponímica perdura y está presente hoy en el nombre de ciudades, pueblos, cerros, ríos, que se identifican con voces indígenas, y que constituyen uno de los legados más importantes que los pueblos originarios han realizado a nuestra cultura, identidad y conocimiento geográfico y linguístico.
Vamos
a lo concreto. Nombres indígenas en el noreste de Guayana.
Primeramente hay que destacar que las grandes denominaciones geográficas en la Orinoquia son indígenas en su origen. Por ejemplo la voz Guayana deriva de un pueblo indígena que habitaba en esta región, en sus valles interiores no tan distantes del Orinoco y el Caroní. Paragua es voz indígena cuyo prefijo “para” es reiterativo en toda América y que significa gran curso de agua.
También tenemos algunas toponimias como Piacoa, Imataca, Caroní, que son voces indígenas que identifican pueblos, sierras. Tenemos la denominación Up Ata, que se puede traducir como mi tierra o mi suelo, pati como sinónimo de suelo o tierra presente en Guasipati. Indígenas son los nombres Tumeremo, Paragua, río y pueblo. Caruachi voz indígena de un pueblo de misión y un paso del río Caroní, Huicsatano otro pueblo de misión cercano a Caruachi y al cerro El Retumbo, que es una palabra desaparecida en la toponimia actual pero que tuvo su vigencia en la historia de las misiones capuchinas en los siglos XVIII, XIX y las primeras décadas del XX, cuando este pueblo entró en decadencia y desapareció como referente regional concreto.
Costumbre castiza, muy española, es la de asociar los lugares o pueblos de misión a sus santos y vírgenes. Allí tenemos a Ayma en maridaje con San José, Tupuquén con San Félix, El Miamo con la Virgen de Monserrat, Puedpa con Nuestra Señores de los Dolores, Guri el pueblito desaparecido en las aguas de su lago con San Buenaventura, Yacuario voz indígena de significado no claro emparentado con Santa María, que terminó por desterrarlo como nombre de esa comunidad cercana a Upata. Cupapuí y su derivado Cupapuicito, pueblo y río, asociado a San José.
Larga es la huella de lo indígena en el nombre o identificador toponímico de los ríos, lagunas, en esta zona de Guayana. Allí tenemos una larga lista: Yocoima que significa serpiente de agua para los guayanos, Tagroima, Oronata, Puchima, Cume, Caballape, Yuruari, Yuruán, Cuyuní, Botanamo, Venamo, Macorumo, Cunurí, Antabare, Carichapo, Guanaraparo, Nacupay, Supamo Parapapoy, Guariche, Caratupán, Curripia, Cicapra, Guaramal, Chispa, Cicapra, Tucurén, Amarapo, Guaracaroima, Hualpa, Mucupia, entre otros.
También tenemos voces indígenas que no son exclusivas de Guayana y tienen uso similar toponímico en otras regiones del país, entre otras pao, totumo, corozo, guamito, carata, merecure, jua ua, terecay, etc.
Caso
especial el de nuestro río Padre el Orinoco, en la frontera de
nuestra Guayana del noreste, que entre otras expresiones indígenas,
ha sido llamado Joga-Apururú, Paragua, Bazagua, Parava, Maraguaa,
Barraguán, Aparia, Yupaparia, Huriaparia Viaparia, Uyapari, Uyapar,
Urinoco, Worenoque, Ibirinoco.
En lo atinente a lo linguístico
hay que resaltar aparte del uso generalizado del prefijo “para”
como referente a gran curso de agua, los sufijos uní, ení, arí,
asociados como raíz en el nombre de muchos de nuestros ríos Caroní,
Cuyuní, Cunurí, Yuruaní. Ata que aparece en Up Ata y Oron Ata,
siendo una anomalía Yuruari, porque en este caso la raiz iare es más
bien propia de pueblos de alto y medio Orinoo.
Importante
resaltar que mucha de las denominaciones toponímicas, si bien hacen
referencia a referentes concretos, materiales, físicos, de los
pueblos indígenas, otras tantas voces alusivas a lugares o
accidentes geográficos tienen un significado no claro, ya que la
etimología de esas palabras es desconocida.
Finalmente y como reflexión final tenemos la necesidad y el reto de promover el rescate y conocimiento de nuestra voces indígenas toponímicas; y avanzar , ahondar, en el origen de esas palabras geográficas, asociarlos a lo concreto de su significado o etimología. Reconocer además por qué se adoptaron para señalar o o identificar lugares, sitios, y porque han perdurado la mayoría o han sido borradas otras en la nomenclatura actual. Indagar que así como la toponimia local guayanesa en castellano hace referencia a seres vivos, situaciones, objetos concretos, también muchas de esas voces indígenas hoy lamentablemente son desconocidas en sus significados léxicos originales.
Nuestros pueblos indígenas fueron y son prodigiosos en otorgar atributos humanos y riqueza expresiva a su referentes espaciales o geográficos, a sus sitios, a sus ríos y relieves.
Lamentablemente se han perdido los significados de tales voces indígenas o son desconocidos. Quedando así esas toponimias convertidas en expresiones fonológicas, sonidos, expresiones verbales sin significados simbólicos, metafóricos, míticos, episódicos o concretos, reducidas a servir como referentes de sitios y lugares.
Queda abierta la inquietud, el exhorto a los especialistas, humanistas, académicos, investigadores, a estudiar este tema tan poco explorado en su profundidad y dimensión histórica, cultural, antropológica, como lo es la toponimia indígena.
En homenaje a los pueblos indígenas debemos avanzar finalmente en el objetivo de rescatar nuestro patrimonio toponímico originario en el noreste de Guayana. Ojalá y avancemos pronto en esa dirección.
viernes, 15 de noviembre de 2024
Voces Indígenas en las denominaciones toponímicas del noreste de la Guayana Venezolana (I)
Voces indígenas en la toponimia del noreste de Guayana fue el título de una conferencia dictada por el licenciado Juan Ruiz Correa, autor del blog Hemisferio Sur Guayana en el mes de abril del 2016 en la Universidad Nacional Experimental de Guayana Núcleo Menca de Leoni en Upata capital del municipio Piar del estado Bolívar.
En esa oportunidad ante un auditorio compuesto por estudiantes y docentes de este centro de Educación Superior, el periodista y autor de este blog realizó una disertación sobre un tema poco investigado como lo es la toponimia, un campo del conocimiento que se vincula directamente de la geografía, la linguística y las tradiciones, y que ahonda en el estudio de los nombres de los sitios, poblaciones, relieves, cursos de agua, y cualquier espacio natural, tanto en sus aspectos etimológicos como culturales.
De la toponimia que viene del griego "topos" lugar, "onoma" nombre, se nutren precisamente los especialistas en las ciencias geográficas y sobre todo los cartógrafos, para darle identificación a los lugares y espacios naturales de nuestro entorno ambiental.
En palabras del catedrático español Maximiano Trapero un topónimo es una forma léxica que tiene una función semántica localizadora, para identificar un punto concreto de la geografía, donde entran en juego dos magnitudes: la geografía y la lengua.
Al respecto agrega Trapero que "en la toponimia han quedado preservados infinidad de elementos linguísticos característicos de épocas pasadas, de tipo léxico y fonológico”. Esto quiere decir a su criterio que “los estratos de la lengua histórica están allí presentes, pero no están muertos, están vivos funcionales, actualizados de continuo en el habla común, con una mayor riqueza en el mundo rural".
En este mismo sentido el investigador de la Universidad de Los Andes Luis Alfonso Rodríguez Carrero señala que la toponimia representa la posibilidad de comprensión de una cultura que de manera cotidiana hace mención a los diversos nombres de regiones, ciudades, sitios, pueblos, que están ligados a tradiciones culturales, muchas veces desconocidas. Concluyendo en la necesidad actual de promover el conocimiento del significado de dichas denominaciones a través de la educación formal y no formal para lograr la comprensión de la pluralidad cultural de Venezuela".
En este orden de ideas el licenciado Ruiz señaló en la conferencia: “Estamos en pañales con respecto a este propósito, y debe ser prioridad en nuestros centros académicos, escuelas, organizaciones culturales, promover el conocimiento de la toponimia como un elemento de identidad y patrimonio de la venezolanidad”. Por lo que sostiene y tiene plena vigencia hoy "la toponimia tiene valor patrimonial y está vinculada a nuestra identidad geográfica y cultural, por lo que ha sido incorporada como un componente básico de la legislación venezolana.
Instituto Geográfico autoridad en materia de toponimia
Esta tarea institucional le corresponde por ley a un ente oficial como lo es el Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar, al que corresponde la responsabilidad de ser la autoridad nacional en materia de nombres geográficos, tal como lo establece la Ley de Geografía Cartográfica y Catastro Nacional, que le asigna la responsabilidad de administrar, conservar y difundir el patrimonio toponímico de la nación mediante la actualización de la Gacetilla de Nombres Geográficos. Este registro documental es el registro metodológico y sistemático de los nombre propios de lugar y accidentes geográficos, asociados a parámetros como tipo de accidente, coordenadas del lugar, ubicación político administrativa, fuente cartográfica y referencia cuadricular.
Importante destacar que además existe otra rama de estudio toponímico que es la cartografía histórica, contenida en mapas, planos, producidos en el pasado, la cual permite reconocer los geotopónimos que ha entrado en desuso, como por ejemplo la nomenclatura de la Colonia y la de siglo XIX, la primera etapa republicana de Venezuela.
En este contexto teórico legal el licenciado Ruiz aclaró que su disertación estuvo basada en un estudio preliminar de tipo exploratorio y muy básico, de tipo documental y con fuentes vivas, que no tiene obviamente la rigurosidad de las investigaciones formales académicas. Todo partiendo de una pregunta generadora, que a continuación insertamos:
¿ Qué nos queda hoy de esas palabras de las lenguas aborígenes de América que forman parte del patrimonio toponímico en la región del noreste de la Guayana venezolana?En cuanto al alcance de su estudio exploratorio documental precisó que la investigación estuvo centrada en el espacio geográfico de los municipios Piar, Roscio, El Callao, Sifontes, Padre Chien y parte de Caroní. Concretamente desde las márgenes del río Caroní al oeste hasta la zona de Imataca localizada al Sur de la Boca Grande del río Orinoco, y de esta porción de la Guayana hasta la región colindante con el territorio Esequibo venezolano, concretamente en la franja del piedemonte de la Sierra de Lema y otras estribaciones montañosas que separan la cuenca del Cuyuní de la Cuenca Alta del Río Caroní.
Este
territorio tiene aproximadamente unos 70 mil kilómetros cuadrados de
superficie, donde aún y pese al proceso de exterminio demográfico,
cultural e histórico por parte de los conquistadores y colonos que
se apropiaron de sus tierras sobreviven algunas comunidades de las
etnias pemón y cariña, ambas de la rama caribe, que habitan al
norte de la Gran Sabana y Sur del Orinoco y este del Caroní. Pese
a ese proceso de exterminio lo cierto es que en la zona así como en
gran parte del territorio venezolano con un importante componente
indígena persisten las huellas de la cultura indígena en lo
relativo a la toponimia, que no ha sido borrada y está viva en los
nombres de los accidentes geográficos.
Justificación de este estudio exploratorio
Antecedentes al estudio de la toponimia indígena en Venezuela
Ahora para indagar sobre algunas de estas voces, o los posibles nexos de los nombres indígenas de los accidentes geográficos, es posible hacerlo consultando en vivo a los indígenas que siguen habitando algunos territorios ancestrales, o acudiendo a fuentes documentales, como los estudios del padre Miguel Angel de Gerona, autor de un compendio de la lengua pariagota, o el padre Buenaventura de Carrocera, autor del libro "Linguística Indígena Venezolana y las Misiones del Caroní".
Algunas otras referencias las tenemos en el "Glosario de Voces Indígenas", importante obra del intelectual larense Lisandro Alvarado, donde indaga sobre palabras de uso cotidiano indígenas que quedaron luego registradas como nombres geográficos, tales como píritu, cabima, niquitao o guaira, nombres e plantas o utensilios. Otro importante aporte lo realizó el padre Cesareo Armellada investigador de la UCAB, autor de un diccionario del idioma pemón.
martes, 27 de agosto de 2024
Parque Mirador José Antonio Anzoátegui. Un regalo visual para el turista que contempla el Río Padre desde Ciudad Orinoco antigua Soledad
* Desde el primer semestre del año 2024 el Parque Mirador Antonio José Anzoátegui, ubicado en la zona alta del sector La Encaramada de Ciudad Orinoco, antigua Soledad, se ha transformado en la principal infraestructura turística de la capital del municipio Independencia del estado Anzoátegui.
* Se trata de un proyecto construido para la contemplación del río Orinoco, sus riberas, su puente Angostura, Ciudad Bolívar, Ciudad Orinoco y todo el paisaje natural y humano ubicado en el entorno del curso fluvial, en la zona más angosta de su cauce, que comparten los estados Anzoátegui y Bolívar.
Parte de la cerca perimetral del Parque Mirador José Antonio Anzoátegui. | |
Pequeño anfiteatro para eventos culturales, con el Orinoco como telón de fondo. |
Una obra de gran impacto para el municipio Independencia. |
Así se le da la bienvenida a los turista ya en el interior del Parque Mirador. |
El Orinoco con Ciudad Bolívar al fondo, visto desde el Mirador en agosto de 2024. |
Atardecer en el Orinoco con el Puente Angostura al fondo. |
Con una construcción espectacular, con enormes bases y columnas metálicas tubulares, que le dan sostén a sus corredores y miradores, áreas de recreo, anfiteatro, caminerías, y espacios cerrados para diversos usos, este Parque Mirador ofrece a quienes lo visitan la posibilidad de admirar desde la terraza de lo colina sobre la cual fue construido los paisajes naturales de los bosques protectores del Río Padre, el curso sinuoso, ancho y angosto del Orinoco a su paso por Ciudad Bolívar, el movimiento de los pescadores en sus pequeñas embarcaciones a canalete o motor, el transporte fuvial de pasajeros en las "lanchitas" de Puerto Blonh y los imponentes atardeceres, que se dibujan al fondo del Puente Angostura.
Este Parque Mirador permite visibilizar igualmetente desde su ubicación privilegiada tipo atalaya, la línea de costa del río Orinoco en su margen derecha, correspondiente a la Guayana venezolana. Visible también desde estas instalaciones la elevada estampa del Casco Histórico de Ciudad Bolívar, el Mirador Angostura, el Paseo Orinoco, obviamente la Piedra del Medio, las islas de Panadero al este, y la del Degredo, al Oeste, así como la franja costera repleta de bosques naturales, ubicados en la margen izquierda de río, sur del estado Anzoátegui.
Pesca artesanal y Feria del Orinoco grandes atractivos de Ciudad Bolívar en el mes de agosto
A canalete y con remo buscando un mejor sitio para lanzar la atarraya en el canal principal y más angosto del río Orinoco frente a la histórica Ciudad Bolívar. |
Preparando las redes. Con destreza |
Remando a contracorriente los pescadores en sus faenas de pesca frente al Mirador Angostura. |
Venta de pescado fresco en el Malecón del Paseo Orinoco, en las cercanías del Mirador Angostura de Ciudad Bolívar. |
Desde el Paseo se observa el Mirador de Angostura y los pescadores en su faena de agosto. |
Esplendor y atractivo paisajístico del Orinoco en Ciudad Bolívar. En agosto del 2024 su creciente fue moderada.
Remorcador de gabarras navegando el Río Padre, frente a la Encaramada de Ciudad Orinoco, en lo alto destaca la estructura del Parque Mirador José Antonio Anzoátegui. |
Remanso del río frente a pequeño puerto de pescadores de La Encaramada. |
Paisaje fluvial del río credido en agosto del 2024 junto al Paseo Orinoco. |
El Orinoco en creciente, a un costado el Puerto de lanchas, y al fondo el Puente Angostura, patrimonio de Ciudad Bolívar y Ciudad Orinoco. |
La Piedra del Medio, el Orinocómetro de Humboltd, casi engullida por el Río Padre en su anual creciente de agosto. |