viernes, 26 de enero de 2024

Entre colinas y valles desde las alturas del cerro La Viuda Guacarapo Grande. Bajo el ardiente Sol en enero del 2024


Caminando por el sendero se hacen visible estos cerros del norte de Upata, entre Los Chorros y La Carata. Sabanas y bosques se alternan en el paisaje serrano.

En enero del 2024 así se exhibe la zona de colinas o cerros bajos del norte de Upata.

Valle de Los Chorros y Alaska, al fondo cerros El Algarrobo y California, al noroeste de Upata.

Paisajes silvestres, colinas que separan el valle del Yocoima, de las planicies de Altagracia Buen Retiro.

Antenas de telecomunicaciones del cerro El Algarrobo.

Otra postal del valle del Yocoima, con su variedad de relieves y vegetación silvestre. 
En enero del 2024 nos adentramos una vez más en los confines de la serranía ubicada al noroeste de Upata, en la parte alta del sector La Viuda, entre las colinas, lomeríos, pequeños valles interiores y planicies pedrgosas de escasa superficie, que son la continuidad del Parque Natural Cerro El Toro, uno de los patrimonios naturales, reserva de biodiversidad y fuente hídrica, más importantes del municipio Piar. 
Por segunda ocasión, atravesando caminos muy precarios, tomados por la maleza, retando peñascos sueltos y afloramientos rocosos, tratando de orientarnos por entre ecosistemas de sabana y selva seca poco explorados, llegamos a uno de los tantos miradores, que nos regala vistas espectaculares de Upata, su silueta de cerros, casco urbano, y zonas silvestres campesinas. 
Desde una altura de unos 550 metros sobre el nivel del mar, bajo un ardiente Sol, con escasa nubosidad, sin asomo de una posible lluvia que suavice el clima, pudimos notar la variedad de paisajes que nos ofrece Upata y su valle del Yocoima, desde un topo o altura de difìcil acceso. Este mirador pedregoso, donde crece en sus bordes helechos, cactus, araceas, y otras especies vegetales saxícolas o a flor del sustrato rocoso,  bien pudiera convertirse en una ruta habitual para los senderistas, si se lograse adecuar el camino o trocha para caminantes y despejar por qué no algunas áreas, que pudiesen ser utilizadas como miradores o puntos de descanso.
A este zona contigua al Parque Natural Cerro El Toro, se llega por dos caminos. Uno que nace a un costado del sendero principal, que se inicia en la ladera contigua al terreno y casa de piedra cuarzosa, en ruta paralela a una pequeña quebrada. 
Por esta senda llegamos a un pequeñísimo conuco, pasamos un bosque de galería, hasta elevarnos a una planicie, desde la cual tenemos acceso a tres miradores rocosos, desde los cuales podemos contemplar parte del valle del Yocoima, por sus confines del este. A partir de allí el camino desaparece y por intuición o experticia nos toca reecontrarlo mucho más arriba, después de sortear pajonales, matorrales y los obstáculos que nos ofrece la sabana. 
Encontrada esta senda nos enfrentamos a la tarea de seguir subiendo por zonas poco exploradas hasta alcanzar la cima de los lomeríos que marcan la separación de los pequeños cursos de agua que drenan unos al sur al encuentro con la quebrada de El Caballo, y sus lagunas cercanas a La Viuda, y los otros, menos visibles, a la quebrada que desde El Dique del Toro, enfila hacia el valle de La Carata, ya en sentido norte. 
Desde esta zona alta, ya por encima de los 500 metros sobre el nivel del mar, el reto es encontrar una cerca, y un bosque bajo, que es la antesala de un nuevo ascenso de unos 50 metros, que nos lleva hasta el mirador desde el cual es posible obtener una visión ede gran parte de los sectores urbanos localizados entre el oeste y el noroeste de Upata,  entre otros La Armonía, Los Chorros, Libertador, Los Chivos, Casco Central, La Caramuca, San Antonio, Las Malvinas, Merecure y Chapire.
El segundo camino no requiere en su primer tramo tanta intuición y conocimiento previo sobre el sendero. Esta ruta se inicia a la izquierda, cuando ya se ha alcanzado el valle interior del cerro El Toro. Esta trocha peatonal es una bifurcación del camino principal, muy cerca del portón de los fundos que colindan con el Dique. Por este sendero se llega primero a una capilla a la derecha, luego de pasar por entre una sabana pedregosa, hasta encontrarnos con una vivienda abandonada y un conuco de mediana extensión, que en el verano luce también en abandono extremo. 
Con su mata de mango como centinela, desde allí tomamos camino hacia el oeste por una senda más o menos visible para el caminante, antes de lanzarnos  a la aventura de subir por entre peñascos de oscura piedra, y atravesar pajonales, que en lo alto nos enlaza con las mismas colinas a las cuales se llega por el primer camino. Tocando luego el mismo trabajo de buscar el topo y las lajas desde las cuales podemos contemplar el oeste de Upata y estar muy cerca de la cumbre del cerro Guacarapo El Grande o el Alto de la Viuda, o como se llame, ese otro cerro característico de la ciudad, que con su forma casi piramidal, forma una de las siluetas más icónicas de las colinas del  valle del Yocoima.
Esta ruta al relieve previo al topo del Cerro de La Viuda San Marcos, es otra alternativa de recreación y contacto con la naturaleza, que está disponible para su habilitación para los senderistas. El reto es ampliarla, así como para trazar y ampliar el camino, hacerlo más seguro, evadiendo parajes rocosos, limpiarlo, quitando algunos obstáculos, y desmalezarlo. Una tarea pendiente, para la cual se debe contar con el apoyo de los lugareños, los grupos de senderistas y la Alcaldía, de tal manera de incorporarlo a las rutas de caminata dentro del gran Parque Natural Cerro El Toro y Guacarapo Alto. 
Chaparrales y ciudad de Upata.

A la izquierda la zona posterior del alto del cerro La Viuda o Guacarapo Grande, a la derecha parte del centro de Upata, en primer plano vegetación boscosa y de sabana típica de este macizo de colinas.

Bosques naturales de La Carata, reserva acuífera de Upata.

Uno de los tantos afloramientos rocosos en ruta a los altos de La Viuda o Guacarapo Grande.

Sabana, bosques y cerro de la Mesa de La Carata.

Al fondo el cerro El Toro, con su valle interior y lomeríos principales. 

Cerro El Toro y valle del Yocoima en su sector este.

Sucesión de ecosistemas de sabana y selva al norte de Upata.

Otra vista del cerro de La Mesa de La Carata.

Bosques naturales y zonas intervenidas por la agricultura en las laderas del Cerro de La Mesa.

Sabana y selva se alternan en este sector aledaño al Parque Natural Cerro El Toro.

Laja y su vegetación en los bordes.

Afloramiento rocoso en uno de los miradores del cerro La Viuda Guacarapo Grande.

Del sustrato rocoso se aferran a la vida cactaceas, bromelias, helechos y arbustales.

Roca con su variedad de formas y minerales, con su costra manganesífera, que le da su peculiar coloración oscura. Al fondo el Valle del Yocoima.

Calas o araceas silvestres, cactus, y vegetación arbustiva montadas sobre el sustrato rocoso.
Peculiar simbiosis roca y vegetación en lo alto de la serranía.

Contraste entre roca y vegetación, en medio del inclemente Sol.

1 comentario:

Alí Reyes dijo...

Tremendas fotos,mi hermano. Felicitaciones