El corozo es una palma muy vinculada a las tradiciones de nuestras zonas rurales del municipio Piar y el noreste de Bolívar, sobre todo en la región cercana a la Sierra Imataca. Abunda al Norte de Upata, en los
bosques semisecos o deciduos de la zona de Buen Retiro Los Arrendajos Montecristo,
Campanario, San Ramón y en el piedemonte de la Sierra Piacoa.
Una de las características más resaltantes de esta palma es que su tallo es
sumamente espinoso, de allí que sea utilizado su nicho superior como nido por los loros y pericos
sabaneros, carasucias, entre otras aves.
Esta especie de palma da su nombre a uno de los cerros más emblemáticos de
Upata, el Cerro El Corozo. Se presume porque en otros tiempos, un tanto lejanos, en sus bordes y faldas boscosas, esta especie estaba bien representada.
Hoy
sin embargo no quedan ejemplares del corozo en esta colina, la cual a pesar de su pequeña altura, apenas 150 metros sobre el nivel del valle, conforma uno de los sitios más emblemáticos y tradicionales de la ciudad.
El Corozo fue un lugar de encuentro y excursiones familiares y escolares. Sobre todo durante el mes de mayo en su ladera escarpada que da el frente a la calle Santa Fe de el barrio homónimo, se podía visualizar desde tempranas horas de la mañana la fila de personas que acudían al encuentro con su cima para las actividades conmemorativas de la Cruz de Mayo. Allá arriba eran visibles tres cruces, la principal, con sus dos acompañantes más pequeñas, en un sector del cerro cercano a su mayor altitud, desde el cual se podía admirar el verdor y la hermosura del valle del Yocoima. Lamentablemente la inseguridad reinante en la ciudad han alejado a los visitantes de este hermoso sitio patrimonial.
En fin el corozo en Upata lo asociamos más con un Cerro y un sector popular del Oeste de la ciudad, barrio tradicional, pero la palabra nos remite a este singular y espinosa palma. no muy adecuada para el ornato debido a su aspecto no tan agraciado en lo estético en relación con otras palmas y por el peligro de su tronco para los niños, aunque en su estado natural no deja de ser interesante su observación.
cara
sucia
sapiencia
sus
afanes
Cerro El Corozo en Upata desde el Viejo Cementerio |
El Corozo fue un lugar de encuentro y excursiones familiares y escolares. Sobre todo durante el mes de mayo en su ladera escarpada que da el frente a la calle Santa Fe de el barrio homónimo, se podía visualizar desde tempranas horas de la mañana la fila de personas que acudían al encuentro con su cima para las actividades conmemorativas de la Cruz de Mayo. Allá arriba eran visibles tres cruces, la principal, con sus dos acompañantes más pequeñas, en un sector del cerro cercano a su mayor altitud, desde el cual se podía admirar el verdor y la hermosura del valle del Yocoima. Lamentablemente la inseguridad reinante en la ciudad han alejado a los visitantes de este hermoso sitio patrimonial.
En fin el corozo en Upata lo asociamos más con un Cerro y un sector popular del Oeste de la ciudad, barrio tradicional, pero la palabra nos remite a este singular y espinosa palma. no muy adecuada para el ornato debido a su aspecto no tan agraciado en lo estético en relación con otras palmas y por el peligro de su tronco para los niños, aunque en su estado natural no deja de ser interesante su observación.
En una
palma
de corozo
En su
nido
Dos periquitos
aguardan en silencio
Saben que
sus
padres se han
ido,
Lo sospechan
Una fuerza
interior en sus genes lo avizora
El espinoso
refugio proteje
y cobija
La impasible
espera de los pichones
Ellos nada
saben
del tiempo
Su espacio se reduce a lo palpable de su
nido
Sienten
hambre,
pero
la paciencia
de un ave es
Sospechan
que
vendran
con alimento
De pronto, la espera
se reduce a un instante
Cuanto
el padre vocaliza
a sus
pichones
Y ellos
responden
con sonora
estridencia
El padre entra, la madre vigila
No hay lugar
para el descuido
Uno sale la otra
entra
y viceversa
Los padres se perchan
a la entrada del nido
Esperan
la vocalización
de otras
parejas
Y se libran
de las
espinas
del corozo,
levantan
vuelo
Y abandonan
el nido
nuevamente
Mientras los pichones
se callan
por
completo
El corozo
como
reducto
Ofrenda
su
tronco
y sus
espinas
Para honrar
la vida
Que recien
comienza
Mientras
ellos
esperan
en silencio...
Al margen
de
esta
apacible
escena
campestre
Una madre
llora
desconsoladamente
Al ver
el cuerpo
de su
infante
Flotar en una alberca,
tanto dolor no le cabe en el pecho
Ya ni
siquiera
le queda
el consuelo
de elevar su voz al cielo…
Poema al Corozo Autor Daniel Ruiz Correa | ||
Descripción del Corozo
La
Acrocomia aculeata es una planta de la familia de las arecáceas, nativa de
México, Centroamérica, las Antillas y Suramérica.El aceite de la semilla y la
pulpa se utilizan en alimentación y en la fabricación de jabones. Es una
palmera de entre 13 y 20 m de altura y de 3 a 4,5 m de diámetro de copa, con
uno o más raramente varios estípites de unos 2 a 3 dm de diámetro, cubierto de
una corteza lisa y oscura, dotada de espinas fuertes y rectas de hasta 15 cm de
largo.
El sistema radicular es extenso y profundo. Muestra hojas persistentes,
pinnadas, con numerosos folíolos que nacen en planos diferentes, color verde
claro, muy glabros, con el raquis duro y espinoso, de 1,5 a 3,5 m de largo. La
espata también es muy espinosa. Las flores forman inflorescencias en espádices
de color amarillo pálido o pardo, que aparecen a comienzos del verano. Son
monoicos, con las flores masculinas ubicadas en la parte superior del espádice
y las femeninas en la inferior. El fruto es una drupa globosa, de la cual
aparecen desde 4 hasta incluso 14 racimos por ejemplar.
El pericarpio o cáscara
es liso, de color verde, siendo de color amarillo o marrón cuando maduros; es
quebradizo y fácil de despegar; el mesocarpio, de consistencia fibrosa, rico en
caroteno, de color amarillo y fragancia muy agradable, resulta comestible, con
un sabor que recuerda al coco. La semilla consta de un exocarpio grueso y muy
duro, de color negruzco con tres poros ecuatoriales y un endocarpio liso de
color externo oscuro y blanco por dentro, en donde se encuentra el embrión,
también comestible, muy apetecido por insectos, animales y el ser humano. El
ciclo de los frutos dura 13 a 14 meses y madura hacia finales del verano. El
sistema radicular profundo hace a la planta resistente a los incendios
forestales. (Fuente Wikiipedia)
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