sábado, 20 de junio de 2020

Upata lluvias torrenciales y clima fresco

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Valle de Upata desde el cerro El Toro, nublado y mostrando a la distancia el vigor de los aguaceros típicos de junio, por Los Coloraditos, San Lorenzo y Santa Rosa, sectores al Sur del valle del Yocoima.
Lluvia desatada sobre el urbanismo Manuel Piar el 6 de junio la primera fuerte de año.

Ya la espera era enorme. Luego de casi seis meses de sequía absoluta el valle del Yocoima por fin entró en su temporada de lluvias y clima fresco correspondiente a este año bisiesto tan especial de cuarentena e impacto del coronavirus. Fue un 6 de junio cuando por fin un torrencial aguacero marcó el renacer de la humedad propia de este mes, lo que ocurrió con inusitada fuerza, ya que hasta la fecha 20 de junio en Upata han caído no menos de cuatro eventos lluviosos de importancia, aguaceros continuos o intermitentes, que han generado secuelas, es decir inundaciones momentáneas,  en algunas comunidades y avenidas, afectadas por la intensidad de las precipitaciones. Según nuestro registro local en la capital del municipio Piar en lo que va de junio han caído aproximadamente unos 120 mm de lluvia, un volumen apreciable pero normal.
Desde el CC El Dátil, se muestra humedad y cielo nublado.
La tercera semana de junio todavía el río Yocoima no había alcanzado su máxima creciente del año

Las temperaturas máximas de 36 grados típicas de mayo dieron paso a máximas de apenas 31 o 29 grados, y promedios en torno a los 24 y 25 grados, como en los lejanos tiempos en que la Villa era ponderada por su excelente clima, sobre todo con la llegada de las lluvias a mediados de año. Por cierto falta todavía presenciar en el valle las famosas neblinas de junio o la llegada en masa de los insectos voladores, "bachaco culones" entre otros. Las que si han vuelto con su puntualidad habitual son las golondrinas, aunque en menor número con respecto a otros años.
Nube de tormenta al Este de Upata espectáculo propio del mes de junio
Por fin una pequeña corona de nubes estratiformente sobre la "pequeña cordillera" de Guacarapo El Toro.
Los cielos desde la segunda semana de junio se han mantenido por lo general nublados, poblados de vigorosas y verticales torres de humedad, nubes que en horas de la tarde han dejado caer su carga de lluvias, acompañadas hasta ahora con actividad tormentosa moderada. El valle vuelve lentamente a recuperar su verdor, con parsimonia debido a la fiereza de la sequía que padecimos, mientras que sus quebradas  y el propio río Yocoima a pesar de la fuerza de las precipitaciones todavía no han mostrado su caudal mayor promedio o la fuerza de su creciente anual, lo que posiblemente ocurrirá a finales de mes o en el cercano julio. 
El invierno, la temporada de lluvia apenas comienza. Esperemos que su balance sea positivo, porque el ciclo de la vida lo anhela para el renacer del verdor y la recuperación de las fuentes de agua que tanto plantas como animales silvestres requieren para su desarrollo y supervivencia. Así será.

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