viernes, 21 de enero de 2022

Excursión Dominical al Cerro El Toro. Tradicional paseo por la mayor altura de Upata

Culminado el ascenso se puede observar esta hermosa vista del valle y la vía a Guasipati.

Contemplando el verdor y el relieve de colinas del este de Upata.

Una foto de la Lic Neila Ruiz y la futura médico Albany Ruiz desde lo alto del cerro.

Reposo y contacto con la naturaleza en los parajes boscosos del cerro.
Bien para contemplar sus espectaculares paisajes, desde lo alto de su cima, o para recorrer la amplitud de sus rincones naturales de selva, sabana y terrenos pedregosos, y disfrutar del contacto con la naturaleza silvestre, aves, avistamiento de araguatos, o un baño reparador en su quebrada y dique, cuando la lluvia arrecia, el cerro El Toro sigue siendo con mucho el sitio predilecto de los upatenses para sus excursiones dominicales. 

Siguiendo con esa tradición en la primera semana de enero, con el clima "frío" o fresco de esta época del año, al segundo día del año, muchos upatenses mantuvieron viva esta sana costumbre y treparon por el camino de las antenas, un ejercicio de moderada resistencia que constituye una alternativa de recreación y un sano hábito físico, que ayuda a mejorar la salud de quienes lo hacen con regularidad.

Por el lecho rocoso de la quebrada de El Caballo.

Descanso obligado después del ascenso al topo principal del cerro a 680 metros sobre el nivel del mar.

En esta ocasión dejamos una muestra de ese contacto reparador con la naturaleza, en los momentos de relax, cuando después de la dura caminata por sus empinadas cuestas y sus caminos, la contemplación del paisaje, el contacto con la fuerte brisa del este, la contemplación de la vegetación exhuberante y el sonido de las aves, son parte de la experiencia grata de subir el cerro, El Toro, como decimos acá en la Villa de Yocoima. En esta oportunidad lo hicimos con la grata compañía de mi hermana Neila Ruiz, licenciada en artes amante de los duros ejercicios de resistencia en terrenos montanos, y nuestra hija Albany, futura médica, a punto de recibir su título, ambas disfrutando en Upata las cortas vacacaciones decembrinas.  

Excursionista en el cerro, en otra jornada de ascenso dominical.

Añadimos otras fotografía de grupos familiares que han adoptado la sana costumbre de subir este cerro, una práctica de recreación, ejercicio que recomendamos, y que obviamente le da a quienes la realizan la oportunidad de contemplar las mejores vistas del Valle del Yocoima, de Upata, y su incontable cadena de cerros y colinas, llanuras y zonas rurales. Todo un regalo para los ojos, ya que en días claros desde el topo del Jobo se pueden contemplar las riberas del lago de Guri al Sur, al oeste la silueta del Cerro Florero de El Pao, el cerro Paradero de Los Rosos, Cacahual de Altagracia, la línea casi imperceptible de las mesas de San Félix, las serranías de Tomasote, El Cume, Guacamayo, Machí, Apurito, bien distante los azules y tenues dibujos de Nuria, las lomas de Caratal El Callao, la cordillera de El Chocó, y tantos y desconocidos relieves del Macizo Guayanés, que tiene acá en Upata uno de sus mejores escenarios naturales.