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Paraulata nidificando en una palmera de la reina en el sector Manuel Piar de Upata. |
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Cristofué herido descansando en la orqueta de un dividive, al fondo tetracasas de Urb Manuel Piar |

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Gaviotín o guanaguanare en pleno vuelo sobre el embalse de Guri, en junio del 2012. Esta ave se encuentra muy lejos del valle del Yocoima, pero es parte del patrimonio natural de fauna del municipio Piar.
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Ave paseriforme protegiéndose del intenso calor en lo alto de un árbol. |
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Vuelo de este gavilán o águila sobre las colinas del cerro El Toro en octubre del 2022. |
* En Memoria a mi hermano ausente Daniel Ruiz Correa. El poeta de los Ruices conocía de esta pequeña investigación personal. Tuvimos que atrasarla mientras compartíamos y ayudábamos en su atención. Cuánto hubiese querido que la leyera y diera sus recomendaciones. Y nos quedó debiendo, en contra de su voluntad, la poesía a las aves que completaría este ensayo. Upata, abril, 2023. De todos modos aquí dejamos inserto su credo de vida y lucha, donde el canto de las aves es esencia de su ser, un escrito suyo que publicó exactamente hace un año en su Facebook:
"Es suficiente para mí ver la luz del sol, aunque sea por una rendija,
me permito ensoñar árboles,
canto de aves,
un cielo azul,
el esplendor de un día que se asoma al mundo...
y sonrío,
mi corazón siente el hermoso placer de estar vivo,
gratitud a Dios,
el me habita y me ama,
por una rendija percibo el éter de su esencia".
Daniel Ruiz Correa
Contexto Geográfico Zona de Vida del Neotrópico
Upata está localizada en medio de un anfiteatro de colinas y cerros, en la separación de las cuencas del Orinoco y el Yuruari, a una altura promedio de 360 metros sobre el nivel del mar. Por su latitud de 8 grados Norte se encuentra en plena zona intertropical, en la región de la Oninoquia. Su clima es tropical de sabana, con máximos de temperatura en abril-mayo y septiembre-octubre en torno a los 33 grados promedio. Mínimos de 19 grados promedio en diciembre-enero-febrero. Máximos de precipitación en junio-julio por encima de los 150 mm y mínimos en febrero-marzo-abril- inferiores a los 30 mm promedio.

En este contexto geográfico Upata posee diversos ecosistemas, entre otros sabanas achaparradas, sabanas arboladas, sabanas con matorrales, humedales de pequeña extensión, colinas boscosas, bosques secos alternados con sabanas pedregosas, bosques subhúmedos al norte en la zona de contacto con Sierra Imataca, que conforman un escenario ideal para la reproducción, anidación y permanencia de poblaciones de las aves del denominado neotrópico, que tienen acá su nicho de vida.
Aunque se presume que en los diferentes ecosistemas propios de esta subregión de Upata, existe una excepcional diversidad de especies de aves, muchas de las cuales ni siquiera son conocidas por los propios habitantes, no hay estudios e investigaciones en relación con el inventario de este importante grupo de animales, sus hábitos alimentarios, de cortejo, reproducción, anidación; sus nichos de vida, estado de conservación, desplazamientos geográficos a lo interno o migratorios.
Organizaciones como Audobón de Venezuela, Río Verde, Fundación Phelps, La Salle, IVIC, o instituciones académicas universitarias o centros de investigación, no han tenido mayor interés al respecto en realizar estudios exploratorios o más detallados, sobre el inventario de aves de Upata, diversidad de géneros o famiilias presentes en sus ecosistemas, o en específico sobre alguna especie en particular. Tampoco se ha divulgado sobre la identificación caracterización de nuevas especies de aves en los ecosistemas colinosos de bosque localizados en la periferia o en la subregión de Upata. Y no hay evidencia en situ o de especialistas que destacan a este sector de la Guayana como corredor para el desplazamiento anual de las aves migratorias.
No obstante y debido a que forman parte de nuestro patrimonio natural, y al hecho de tener vinculación en muchos casos con nuestras tradiciones, costumbres, toponimia local, historias locales y creencias populares, consideramos pertinente realizar en este ensayo personal, una aproximación al tema de las aves de Upata.
Reconociendo obviamente que no se trata en ningún caso de un estudio o investigación riguroso y con amplitud de variables y detalles, sino un breve recuento personal sobre las aves que de una u otra forma están vinculadas con nuestro acervo de cultura y conocimiento local. Principalmente haremos mención acá a las aves comunes en los espacios urbanos y suburbanos de la ciudad de Upata, como las que habitan en parte de sus ecosistemas ubicados en la periferia del valle del Yocoima, que puedan ser identificadas con nombres comunes y su correspondiente denominación científica.
Quedando por fuera una larga lista de pequeñas aves de nuestros bosques secos y espacios naturales, que por lo difícil de su observación, hábitos escurridizos, pequeño tamaño, o por sólo mostrarse ocasionalmente con sus sonidos o cantos particulares, obviamente no hemos podido identificar en nuestras excursiones de senderismo y observaciones particulares.
A continuación iniciemos este recorrido por el espectro de aves de Upata:
Aves de ecosistemas silvestres
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Alcaraván en pastizales del hato El Candado. |
Alcaraván: Una de las aves más abundantes de Upata de tamaño mediano, hasta 40 centímetros. Su nombre científico Vanellus chilensis. Dominante en las zonas de sabanas bajas, llanuras, humedales, y con tendencia a moredear en los urbanismos del este de la ciudad, donde es fácil distinguir su particular chillido, estridente y que la gente por tradición asocia con la presencia cercana de una dama o una joven con un embarazo oculto.
Se le conoce también con el nombre de teuteo, suele andar en grupos no tan numerosos, y tienen fama por su agresividad cuando es molestada en las zonas donde a ras de suelo oculta sus huevos, y crecen sus crías. Posee esta ave zancuda, que comparte por igual su presencia en el aire y en el suelo, una forma muy llamativa y elegante, con sus espolones debajo de las alas, sus colores alternados y su cresta emplumada.
Suele alternar en este sentido caminatas y descansos en áreas abiertas, herbazales y suelos con gramíneas, con vuelos en círculo o lineales, a baja altura. Tiene hábitos diurnos, y nocturnos, porque igual despliega sus cantos y vuelos tanto en las horas de Sol intenso como en horas de la noche. Es un excelente candidato para Ave Emblemática de Upata, por su abundancia, porte y vinculación con la tradición popular.
Gallito Lagunero Jacana jacana: Ave zancuda pero pequeña, que suele poblar los ecosistemas de laguna que todavía persisten en Upata y sus alrededores. Con su canto particular delata su presencia en humedales, y con sus colores marrones, en tonos oscuros a más brillantes, alternados con el negro, de su plumaje, contrastan con el verdor de las plantas acuáticas, donde suele tener su nicho de vida. Asociado con lo popular a través de canciones que lo evocan constantemente como ave típica del llano venezolano, el gallito lagunero extiende su dominio hasta el norte del estado Bolívar, donde constituye una de las aves más comunes, que por cierto no suele ser escurridiza, pues le gusta exhibirse y no pareciera tenerle temor a la presencia humana.
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Garza blanca en humedal cercano a Upata. |
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Garza morena en la entrada de El Candado al este de Upata. |
Garza Blanca Egretta Alba: Otra ave zancuda, ésta de gran tamaño, con ejemplares que a veces sobrepasan el metro de altura. En la ciudad no se le suele ver sino solitaria, en pequeños remansos de quebradas, como la del Caballo, y otros humedales, siendo más frecuente su presencia en las lagunas de las áreas de llanura y bajíos de los hatos ganaderos, donde se alterna con otras aves, pero sin formar las enormes colonias que suelen ser comunes en la región de Los Llanos. Además de las garzas blancas en Upata, en su zona silvestre periférica y hatos, hemos observado ocasionalmente garzas morenas, garcitas, carraos, aves toros, entre otros grupos de aves zancudas de gran tamaño.
Patoguire: Siempre lejanos del bullicio urbano, la pato guires, con su peculiar chirrido guirí guirí, forman pequeñas colonias en las lagunas y esteros de la periferia ganadera de Upata. Son estos patos el grupo más representativo de esta familia de aves. Solo en raras ocasiones llegamos a escuchar su canto, en especial en horas nocturnas, cuando un oído avisado lo percibe a la distancia y un ojo acuicioso percibe su silueta sobre el cielo nocturno, en tránsito hacia sus nichos de vida.
Mochuelo Athene culicularia: Los mochuelos son buhos muy abundantes en las planicies ganaderas, donde la actividad pecuarias de cría de ganado vacuno ha despejado bosques y matorrales, para dar paso a extensiones de potreros. Allí suelen aparecer por encima de pequeños montículos, o en la entrada de esas cuevas abandonadas por cachicamos y otros mamíferos, o construidas por ellos mismos. El mochuelo con su cabeza en giro permanente hasta retorciendo su cuello casi hasta los 360 grados es un ave de hábitos diurnos y nocturnos, que se mantiene en permanente vigilia ante la posibilidad de ser atacada y depredada por otras especies, réptiles, aves de rapiña, y felinos, que constituyen sus enemigos naturales. Las hemos avistado a los mochuelos en el sector El Candado al este de Upata.
Martín pescador: Con su pintoresco pico y cabeza gigante, y el colorido de su plumaje, que va desde el verde, a azul, el naranja y el marrón, dependiendo de su variedad, el martín pescador no pasa desapercibido, y se erige en una de las aves paseriformes más llamativas de nuestro entorno natural. No es ave urbana ya que muy ocasionalmente osa adentrarse en las calles, avenidas, parques, plazas y zonas residenciales, prefiriendo vivir en las cercanías de lagunas y pequeños cursos de agua, en los cuales puede obtener su alimentación de peces. En Upata la hemos avistado en El hato El Candado y en la urbanización Manuel Piar. Pero no constituye una especie abundante en la región.
Perdigón Sturnella magma: Otra interesante ave paseriforme, que tiene el hábito de moverse sobre tierra y posarse en troncos abandonados, montículos y cercas. Su canto no muy atractivo, sin embargo es de gran intensidad. Es un ave de tamaño grande. Que destaca por sus plumas rayadas de tonos marrones y blanco en las alas, cola y lomo, mientras que en su pecho y vientre exhibe un plumaje amarillo intenso con una mancha negra cercana al cuello. Suele andar solitaria, y desplegando su canto de forma ininterrumpida posada en un solo lugar. No llega a penetrar la zona urbana de Upata, ya que jamás la hemos visto abandonar sus ecosistemas de vida en lugares como el Hato El Candado al este de la ciudad, donde se puede observar preferentemente en los meses de octubre a noviembre.
Aves más observada en las áreas urbanas de Upata
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Azulejos consumiendo frutas de la palma de la reina. |
Azulejo Thraupis episcupus: El azulejo común perteneciente al grupo de los thraupis junto al verderón y el azulejo, es una de esas aves del neotrópico más representativas de las avifauna urbana, debido a que está distribuida prácticamente en todos los espacios residenciales y hábitat de nuestros pueblos y ciudades, donde su presencia es constante. Gran comedor de frutales, lechozas, guayabas, mangos, que alterna con el consumo de insectos, este pájaro pasireforme, con su color de gris azulado pálido a azul celete más intenso en las alas, y su canto inconfundible, sin ser excepcionalmente llamativo, forma parte insustituible del patrimonio faunístico de Venezuela.
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Azulejos en su faena constante de búsqueda de alimentos: frutos e insectos. |
En Upata su población es elevada, se distribuya en todos los espacios, donde frecuenta tanto en grupos reducidos y en parejas, rara vez solos, y se puede observar todo el año. Se exhibe desde la mañana, y tarde, en todos los espacios de la ciudad: jardines, parques, plazas, en espacios abiertos, en zonas residenciales, en los matorrales y bosques secos, sin que pareciera afectarlo ni el bullicio urbano ni la presencia de los humanos, a quienes no teme, aunque suele mantener cierta distancia del observador, y al menor signo de acercamiento prefiere huir en dirección segura. Es quizás el ave cantarina más fácil de identificar. Y candidato a ser considerada como el ave emblemática de la ciudad, por su abundancia y el hecho de formar parte esencial de su patrimonio natural.