sábado, 31 de octubre de 2020
Upata memoria fotográfica calles avenidas inmuebles en julio octubre del 2020
viernes, 23 de octubre de 2020
Árboles de Upata: Mangifera indica o mango, excepcional regalo de Asia al trópico americano
Mango en la av Valmore Rodríguez con calle Orinoco |
Mango es un árbol de gran porte, muy bueno para sombra, que ofrece un fruto exquisito, abundante en la cálida tierra del valle del Yocoima, en diversas variedades. Intensamente sembrado en todo el ámbito de su zona urbana y en los sectores rurales. Originario de la India, ampliamente cultivado y sembrado en toda Venezuela, sobre todo en las tierras calientes de los llanos, en la cordillera de la Costa y la Orinoquia guayanesa. El Mangifera indica es una fruta de la Zona Intertropical de pulpa carnosa y semi-ácida. Ésta puede ser o no fibrosa, siendo la variedad llamada "mango de hilacha" la que mayor cantidad de fibra contiene. Es una fruta normalmente de color verde en un principio, y amarillo o naranja cuando está madura, de sabor medianamente ácido cuando no ha madurado completamente.
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Tonos de verde en un hermoso árbol de mango, habitante mayoritario de patios, la fruta más popular y accesible de nuestra ciudad de Upata. |
Árbol esparcido en la terredad
del valle de Upata,
por todos los confines
nos ofrece su generosa sombra,
su colorido y sabroso fruto
que lleva su verano por dentro.
Mango extranjero, arraigado a este suelo
y al corazón del pueblo,
tu fruto ha sido desde los tiempos de mi infancia
hasta el presente, el pan que mitiga el hambre.
el que alivia, el que apacigua
la desesperación del ayuno involuntario.
Mango besito, refinado bocadillo
mango trinitario, de concha verde perpetuada en el tiempo
uno era suficiente para tener el corazón contento.
Mango de oro, de sabor trivial
no todo lo que brilla es …
manga piña, combinación perfecta de dulce y ácido
ni las conchas se salvan de tal degustación,
la rullida pepa era apreciada para jugar
la semana o el lápiz: pisé y no pisé.
mango Burrero, mango plebeyo,
de despectivo nombre
pero me quito el sombrero.
El que se come uno
se come dos, se come tres y así
hasta que el cuerpo aguante.
Su sabor no empalaga
sino que invita a cometer
el pecado capital de la gula.
Su geométrica forma contribuye
a enriquecer el acervo autóctono
de apodar o asignar un sobrenombre:
Cabeza de Mango, Cachete de Mango...
Su inigualable sombra
convoca al descanso reparador
al suave vaivén de una hamaca,
invita a la faena lúdica
de jugar dominó o una partida de truco.
La máxima expresión
que los destaca es la congregación
de matas de mango
llamada mangal:
El Mangal del Cerro El Toro,
El Manguito
El mangal detrás del liceo Siso Martínez
era un circo con sus ramas trapecios
para la tropa de infantes Rivero;
pasando de un árbol a otro
con la pericia propia de los monos,
A veces defecaban flores
como la historia de un caballo
que era muy bonito, de Aquiles Nazoa.
Eterno acompañante de las horas buenas
presente en la cotidianidad del espacio
que nos circunda, el refranero popular
toma tu nombre para destacar un suceso: "Agarrar mango bajito"
Misael lo agarraba, no fallaba en conquistar a una chica
cuando decía, en una fiesta, a mí me dejan la más fea.
Elevo estos versos
a tu imperecedera presencia:
mango maravillosa mata
Árbol de mi infancia
voy a guindar mi hamaca
para dormir con calma
para soñar amigos
en los mangales de mi alma.
Daniel Ruiz Correa
Árboles de Upata: Mamón "Melicocuss bigujatus
El Mamón está asociado a la picardía de los chistes y las historias de pueblo, por la forma particular en que debe ser consumido e incluso por los peligros que entraña para los niños más pequeños.

El árbol como ornamento está también consolidado por sus frutos y la
calidad de su sombra. En patios, jardines, en fundos, fincas, en
prácticamente todos los barrios tradicionales y zonas rurales, y en la
Plaza Bolívar el mamón es uno de los árboles más plantado para
aprovechar su sabrosa fruta y su excelente sombra en las casas que
tienen el privilegio de contar con patios de gran tamaño. Cuando el
mamón está en su etapa de madurez sobrepasa los 15 metros de alto,
llegando en casos excepcionales a medir hasta 25 metros y por su verde
intenso, extensa copa y calidad de su fruto una "mata de mamón"
constituye una excelente fuente de ingreso para las familias más
necesitadas que tienen la suerte de contar con un patio o frente de
buenas dimensiones, ya que la venta de la cosecha representa una ayuda
excepcional para estos grupos familiares. Obviamente se requiere de un
hábil trepador para escalar el enramaje y aprovechar los gajos del
codiciado fruto, que se vende a muy precio en el mercado local, en saco o
guacal.
Varios ejemplares de gran altura se pueden visualizar en la Plaza Bolívar, donde forma un dosel verde muy atractivo. Es un árbol frondoso, con un verdor intenso, que produce un fruto que aún maduro se mantiene verde en su cáscara o "concha" cuyo pulpa delgada es gelatinosa y suave, de excelente sabor, que envuelve su semilla, que dependiendo de las condiciones de suelo, nutrientes, humedad, clima, variedad del ejemplar, puede ser de dulce a ligeramente ácido. Este fruto comestible por su agradable sabor es altamente demandado en tiempo de cosecha para su consumo fresco, directo como manjar, o en dulcería.
El mamón se conoce también con el nombre de mamoncillo en Cuba, motoyoé, maco, quenepa, papamundo, limoncillo, huaya, guaya o guayo (Melicoccus bijugatus) es un árbol frutal de la familia de las sapindáceas, natural de las regiones tropicales de América, originario de Centro América, de donde se esparció hacia los valles del Sur del Continente.
En cuanto a la toponimia local, en Upata o mejor dicho en sus cercanías, al norte en ruta a San Félix, tenemos el sector de Los Mamonales, que rinde homenaje a esta planta y fruto tan vinculado a nuestro quehacer cultural y alimentario.
Árboles de Upata: Eucaliptus y flor de la reina Lagerstroemia speciosa
Flor de la Reina Orgullo de la India o Astromelia (Lagerstroemia speciosa) especie nativa de Asia quedan pocos ejemplares en Upata
Flor de la reina en el Parque Bicentenario, allí fueron sembrados hace más de 50 años tres hermosos ejemplares, que aún hoy se mantienen vitales. |
Este árbol, que hoy en día se cultiva en todos las zonas tropicales del mundo, es originario de Asia (India y China) y Australia. También se le conoce con el nombre de Embrujo de la India y Orgullo de la India, país donde es considerado un árbol maderero de importancia. Su madera es usada en la construcción de botes pequeños, de barcos y pilotes.
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Floración de Lagerstroemia speciosa, tal como puede ser visible en los ejemplares plantados en el Parque Bicentenario de Upata. |
domingo, 18 de octubre de 2020
Árboles de Upata: Guayabo "Psidium guajaba"
Poema al Guayabo y la Guayaba
Árbol de guayabo en San Marcos sector Santo Domingo de Upata |
Sus hojas son simples, oblongas o elípticas de color verde brillante a verde parduzco, muy fragantes cuando se estrujan. Sus flores son solitarias, ocasionalmente se presentan en racimos hasta de 8 cm, siendo axilares, con sépalos de 4 a 5, de color verde en el exterior y blanco en el interior. Los pétalos de su floración, de color blanco, vienen de 4 a 5.
El fruto esférico, ovoide o piriforme de 3-10 cm de diámetro, amarillo con la pulpa blanca, rosada, o rojiza, algo ácida con olor a almizcle. Según las diversas variedades, la guayaba puede tener forma redondeada semejante a un limón o parecida a una pera. Su cáscara es cerosa; en algunas variedades de piel lisa, otras rugosa y de un color, de verde a amarillento según la especie y su grado de maduración. Bajo la cáscara se encuentra una primera capa de pulpa, consistente y firme. La capa interior es más blanda, jugosa y cremosa albergando un gran número de semillas de constitución leñosa y dura. La pulpa puede ser color beige en ocasiones y en otras de color rosado.
Guayabo es además expresión de uso cotidiano en Venezuela, dado el del uso extendido que los venezolanos le dan a la palabra como sinónimo de melancolía, tristeza, pesar, que se siente por el amor no correspondido, en fin el despecho propio de los que amando sufren por una pérdida o rechazo del objeto del deseo. Estar "enguayabao", despechado es algo que no se le desea a nadie.
Guayabita Sabanera
Guayabita sabanera
Sabor del frescor y tierra
En tu pulpa se concentran
!Aromas de primavera!.
Amarguito de tu fruta
piñita de tierra seca
tus sabores se entremezclan
en el cielo de mi boca.
Hoy te encontré entre chaparros
cargadita y generosa
prendida de golosinas
como enjambre mariposas.
En la palma de mi mano
retozan amarillitas
redondas como la tierra
coronadas por la brisa.
Princesita de los montes
engalanando senderos
ofreces en tu frutica
todo el sabor de mi pueblo
por eso es que yo te quiero
guayabita sabanera
recibe versos sinceros
de aquel que siempre te espera
para llenarse la boca
con tu fruta lisonjera.
Daniel Ruiz Correa
Guyabita en el Cerro El Toro de Upata |
domingo, 11 de octubre de 2020
Arboles de Upata: Aguacate, cañafistola llanera, guayacán, castaña y mucuteno o candelillo
También se le conoce como palta en otros lugares de América. Es un árbol de mediano a pequeño porte, crece de máximo de 12 a 15 metros, que está ampliamente distribuido en la ciudad, sobre todo en patios, jardines y pequeñas unidades de producción agrícola o conucos, fundos, fincas y hatos, donde crece y da buenas cosechas, dependiendo de su variedad y de las condiciones de suelo, disponibilidad de agua y cuidados. Por su exquisito y demandado fruto de sabor y textura inconfudible, con alto contenido graso, es ideal para ensaladas, ingrediente esencial de las reinas pepeadas y de incontables cremas para aderezar carnes, también como base para preparados cosméticos que se aplican en la piel y sobre todo directamente en el cabello y cuero cabelludo, destaca además por las propiedades medicinales de sus hojas. Aunque ocasionalmente se pueden desarrollar frondosamente, dependiendo de la variedad y las condiciones del suelo, por lo general esta especie no da mucha sombra. Su madera no es apreciada en carpitería. El aguacate es muy común en Centroamérica, los valles de California en EEUU y América del Sur, donde destacan los grandes cultivos comerciales para su exportación en México, Perú, Chile y California.
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Ejemplar juvenil de aguacate en Manuel Piar |
Hermosos ejemplares de aguacate de todos los tamaños, medianos a grandes, se cuentan en el valle del Yocoima, donde a partir de julio agosto y hasta septiembre se dan cosechas domésticas que son ampliamente distribuidas en los mercados locales o directamente aprovechadas por las familias y cuando hay alta disponibilidad de frutos es tradición obsequiarlo entre parientes y amigos. Por lo general se le cultiva como un árbol complementario de patio o jardín y raramente encontramos en la ciudad "aguacatales", los cuales si son sembrados en filas o grupos en las zonas rurales. Por su facilidad para consumo como acompañante de ensaladas, cremas y guarnición principal junto al arroz, plátano y granos, o con las cachapas y bollos de maiz tierno, el aguacate es uno de los rubros más demandados por los upantenses, que lo valoran por su sabor, suavidad y propiedades nutricionales, por lo que están dispuestos a pagar su excesivo precio cuando no es época de cosecha.
En la cotidianidad muchas expresiones populares, algunas de connotación sexual, hacen mención a esta fruta y su textura. Lisandro Alvarado refiere el origen azteca de la palabra aguacate, pero advierte que es también forma modificada del nombre dado por los pueblos caribes al árbol. Sobre su fruto señala que tiene forma periforme o como globo irregular. Su concha verde intenso, lustrosa, tiende al morado cuando está muy maduro. Su semilla grande, única, rodeada por la pulpa comestible oleosa y verdosa clara con tonalidad amarillenta, es suave, fácil de deshacer y contiene taninos.
Cañafistola llanera Cassia moschata
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Cañafístola en el tope del cerro El Toro de Upata |
viernes, 9 de octubre de 2020
En tributo a Don Ponciano Alvárez pintor y poeta: Patrimonio Cultural de Upata
Como tributo a Don Ponciano rememoramos en nuestro blog parte de aquella semblanza que le hiciéramos al pintor en junio de 2014, cuando por iniciativa del profesor y también cultor Francisco Hernández Belisario y en el marco del aniversario del excepcional artista plástico Armando Reverón, le fuera realizado junto a otros pintores locales de Upata un merecido homenaje. Fue una jornada muy cálida y especial, realizada en los espacios del Colegio General Manuel Piar que incluyó además la exposición de parte de las obras de los homenajeados. En aquel momento reseñamos de Ponciano las siguientes palabras de reconocimiento a su obra:
"Los años para Don Ponciano no le pasan. Él más bien los disfruta y les saca el jugo. Montado en su arcoiris personal, con el fúsil de sus pinceles y el escenario infinito de los lienzos, ha creado múltiples obras que le rinden tributo a la sencilla vida del pueblo donde nació hace más de 80 años, a la villa pequeña que tanto quiere y que hoy se muestra enorme en su crecimento urbano, para sus ojos apenas cansados. A la India de la leyenda Up Ata Ponciano le ha dedicado parte de su creación, incluso reclinada sobre la mítica piedra de Santa María, adornada con símbolos de la heráldica, le sirvió para el noble propósito de que nuestro municipio Piar tuviera un escudo singular... Pero Panciano es además poeta de los buenos, de los que nos recrean con palabras sorprendentes, coloridas como esas imágenes metafóricas que nos transportan a ese mundo de paisaje íntimo y extrovertido de la naturaleza plena. Ha sido también pintor de batallas épicas de la guerra de Independencia, dibujante de callejuelas, recodos, saltos, cerros, objetos sencillos, animales tropicales, bodegones, retratos, personajes históricos, todo con un trazo con olor y color a pueblo, sin el bagaje de los grandes pintores formados en academias o la perfección de perspectiva de los que han transitado escuelas y salones de bellas artes, pero siempre presto a representar en un cuadro su creatividad y amor por lo nuestro. Suyas son Àguilas Harpías que nos sorprenden con una punzante mirada de ave protectora de su nido. Colores de una Tierra que al contacto con el agua nos eleva a la planicie de animales desconocidos, murciélagos prehistóricos, y azules degradados en un pozo contradictorio. Halcones, buitres, gavilanes, pájaros míticos, aves del trópico que tanto amó... Lo vemos atrapado, escondido, ausente, reflexivo, serio, con su sonrisa tímida, en su taller de La Laguna, al lado de la casa de Rosenda su hermana y el maestro Porfirio Núñez, cuidando con celo lienzos, tinturas, colores, y tratando de recrear y dar consistencia a una obra que es de hecho realidad y legado para Upata y su gente. Así reconocido luego por el Ministerio de la Cultura el Instituto del Patrimonio como portador de la Cultura y Patrimonio Artístico Cultural de este municipio Piar... Recordamos que de pequeños en nuestras travesuras infantiles por el enorme patio de los Núñez Alvárez, entre peñascos y grandes arboles, a un paso de la laguna misteriosa del Maestro Julián, en una casa más misteriosa, allí estaban los enormes cuadros, ocultos con telas de la curiosidad de niños y de las ventoleras de cualquier mes, y nos atrevíamos a veces a querer pasar a ese estudio personal del fondo de su casa, pero sin jamás develar lo que se escondía detrás de esas telas, o de manchar alguna de sus obras ya semi expuestas, que nos causaban asombro o admiración, porque en verdad los pintores para nosotros criaturas inocentes eran como dioses o seres extraordinarios, mágicos, misteriosos. Todo como un ritual, pasar cerca de ese espacio descubierto donde Don Ponciano, taciturno, callado, realizaba sus prodigios de arte popular, pintura sencilla de su más sencillo pueblo amado, solo cerca, pues en aquellos años de los 70 había que hacer caso y no traspasar los límites de lo prohibido, y respetar el área personal de trabajo de quien ya era Don y merecía nuestro respeto... Vaya pues nuestro reconocimiento a Ponciano, para que su musa poética lo siga acompañando y para que ese don tan especial para la pintura no le abandone sino en la despedida de su ciclo vital. Mucha falta que nos hacen personajes, cultores, de la talla de este upatense, que hoy sigue vigente, recibiendo eventualmente y como bien se lo merece el digno homenaje de sus coterraneos. Su pequeño altura no ha sido nunca límite para su impulso vital. Ponciano, Don, Amigo, Pintor de Pueblo como el Titiritero de Macuto, Upatente, Lagunero, Hombre Triste y Alegre de la Laguna del Maestro Julián, desde este Hemisferio y desde este aroma cafetero y del papelón tostado de los Salazar sabemos que serás siempre uno de los pintores más representativos de los upatenses, autor del escudo eterno del municipio que rinde tributo a General más Victorioso de la Guerra de Independencia Manuel Carlos Piar".
Se fue Don Panciano, junto a su hermana Rosenda, gran amiga de familia, y con él se nos han ido en este 2020 ingrato gente muy valiosa, patrimonios, cultores, artistas, profesionales, maestros, la mayoría adelantando su partida y ciclo ante la arremetida de un virus que nos ha cambiado la vida. Allá pues en la altura y la dimensión desconocida estará el pequeño gran Ponciano trazando líneas, dibujando, regando colores, modelando formas y texturas, quizás en los cielos prodigiosos de los atardeceres de esta Villa que tanto amó y a la cual le dedicó sus mejores cuadros y talento creativo. Saludos Maestro...
jueves, 1 de octubre de 2020
Corte exploratorio de caolín en el Cerro El Toro
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Desde el blanco, caolín de alta pureza, hasta tonos de grises y marrón, se pueden observar en el perfil del yacimiento ubicado a escasos metros del tope del cerro El Toro en Upata. |

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Muestra de caolín del cerro El Toro |
En cuanto a su origen geológico el caolín es uno de los productos finales de la hidrólisis, descomposición y desintegración de los feldespato y micas, contenido en rocas graníticas, granulitas y gneiss, es decir es un producto residual de la meteorización intensa que altera la estructura cristalina original de estas rocas, y las transforma en arcillas, caolín, óxidos de hierro y aluminio, potasio, calcio y partículas de cuarzo, los cuales son sus derivados fundamentales.