viernes, 9 de octubre de 2020

En tributo a Don Ponciano Alvárez pintor y poeta: Patrimonio Cultural de Upata



El 2020 ha sido año de despedidas, algunas inesperadas, otras aceleradas por la mortandad generada por la pandemia, y otras como cierre de largas y fructíferas experiencias de vida, que dejaron huella en nuestra Upata del Yocoima. Entre éstas hay que destacar la de nuestro eterno maestro del pincel, los colores y la poesía de las formas sencillas Don Ponciano Alvárez, uno de los pintores fundamentales de la Villa del Yocoima autor del escudo oficial del Municipio Piar y reconocido en su momento como Patrimonio Cultural Viviente de nuestra tierra por el Ministerio de la Cultura. Su despedida fue rápida, casi en paralelo con el adiós de su hermana, nuestra recordada "Rosenda", dama de eterna y contagiosa sonrisa, enfermera jubilada, madre excepcional y esposa de ese otro ícono de Upata como lo fue su esposo el maestro Porfirio Núñez. 



Como tributo a Don Ponciano rememoramos en nuestro blog parte de aquella semblanza que le hiciéramos al pintor en junio de 2014, cuando por iniciativa del profesor y también cultor Francisco Hernández Belisario y en el marco del aniversario del excepcional artista plástico Armando Reverón, le fuera realizado junto a otros pintores locales de Upata un merecido homenaje. Fue una jornada muy cálida y especial, realizada en los espacios del Colegio General Manuel Piar que incluyó además la exposición de parte de las obras de los homenajeados. En aquel momento reseñamos de Ponciano las siguientes palabras de reconocimiento a su obra:

"Los años para Don Ponciano no le pasan. Él más bien los disfruta y les saca el jugo. Montado en su arcoiris personal, con el fúsil de sus pinceles y el escenario infinito de los lienzos, ha creado múltiples obras que le rinden tributo a la sencilla vida del pueblo donde nació hace más de 80 años, a la villa pequeña que tanto quiere y que hoy se muestra enorme en su crecimento urbano, para sus ojos apenas cansados. A la India de la leyenda Up Ata Ponciano le ha dedicado parte de su creación, incluso reclinada sobre la mítica piedra de Santa María, adornada con símbolos de la heráldica, le sirvió para el noble propósito de que nuestro municipio Piar tuviera un escudo singular... Pero Panciano es además poeta de los buenos, de los que nos recrean con palabras sorprendentes, coloridas como esas imágenes metafóricas que nos transportan a ese mundo de paisaje íntimo y extrovertido de la naturaleza plena. Ha sido también pintor de batallas épicas de la guerra de Independencia,  dibujante de callejuelas, recodos, saltos, cerros, objetos sencillos, animales tropicales, bodegones, retratos, personajes históricos, todo con un trazo con olor y color a pueblo, sin el bagaje de los grandes pintores formados en academias o la perfección de perspectiva de los que han transitado escuelas y salones de bellas artes, pero siempre presto a representar en un cuadro su creatividad y amor por lo nuestro. Suyas son Àguilas Harpías que nos sorprenden con una punzante mirada de ave protectora de su nido. Colores de una Tierra que al contacto con el agua nos eleva a la planicie de animales desconocidos, murciélagos prehistóricos, y azules degradados en un pozo contradictorio. Halcones, buitres, gavilanes, pájaros míticos, aves del trópico que tanto amó... Lo vemos atrapado, escondido, ausente, reflexivo, serio, con su sonrisa tímida, en su taller de La Laguna, al lado de la casa de Rosenda su hermana y el maestro Porfirio Núñez, cuidando con celo lienzos, tinturas, colores, y tratando de recrear y dar consistencia a una obra que es de hecho realidad y legado para Upata y su gente. Así reconocido luego por el Ministerio de la Cultura el Instituto del Patrimonio como portador de la Cultura y Patrimonio Artístico Cultural de este municipio Piar... Recordamos que de pequeños en nuestras travesuras infantiles por el enorme patio de los Núñez Alvárez, entre peñascos y grandes arboles, a un paso de la laguna misteriosa del Maestro Julián, en una casa más misteriosa, allí estaban los enormes cuadros, ocultos con telas de la curiosidad de niños y de las ventoleras de cualquier mes, y nos atrevíamos a veces a querer pasar a ese estudio personal del fondo de su casa, pero sin jamás develar lo que se escondía detrás de esas telas, o de manchar alguna de sus obras ya semi expuestas, que nos causaban asombro o admiración, porque en verdad los pintores para nosotros criaturas inocentes eran como dioses o seres extraordinarios, mágicos, misteriosos. Todo como un ritual, pasar cerca de ese espacio descubierto donde Don Ponciano, taciturno, callado, realizaba sus prodigios de arte popular, pintura sencilla de su más sencillo pueblo amado, solo cerca, pues en aquellos años de los 70 había que hacer caso y no traspasar los límites de lo prohibido, y respetar el área personal de trabajo de quien ya era Don y merecía nuestro respeto... Vaya pues nuestro reconocimiento a Ponciano, para que su musa poética lo siga acompañando y para que ese don tan especial para la pintura no le abandone sino en la despedida de su ciclo vital. Mucha falta que nos hacen personajes, cultores, de la talla de este upatense, que hoy sigue vigente, recibiendo eventualmente y como bien se lo merece el digno homenaje de sus coterraneos. Su pequeño altura no ha sido nunca límite para su impulso vital. Ponciano, Don, Amigo, Pintor de Pueblo como el Titiritero de Macuto, Upatente, Lagunero, Hombre Triste y Alegre de la Laguna del Maestro Julián, desde este Hemisferio y desde este aroma cafetero y del papelón tostado de los Salazar sabemos que serás siempre uno de los pintores más representativos de los upatenses, autor del escudo eterno del municipio que rinde tributo a General más Victorioso de la Guerra de Independencia Manuel Carlos Piar".


Se fue Don Panciano, junto a su hermana Rosenda, gran amiga de familia, y con él se nos han ido en este 2020 ingrato gente muy valiosa, patrimonios, cultores, artistas, profesionales, maestros, la mayoría adelantando su partida y ciclo ante la arremetida de un virus que nos ha cambiado la vida. Allá pues en la altura y la dimensión desconocida estará el pequeño gran Ponciano trazando líneas, dibujando, regando colores, modelando formas y texturas, quizás en los cielos prodigiosos de los atardeceres de esta Villa que tanto amó y a la cual le dedicó sus mejores cuadros y talento creativo. Saludos Maestro...

Isaura Gómez de Ayala, Jorge Martínez, Hugo López, Félix Castillo, Jorge Yzhac, Pedro Rengel, Edith Millan, Julio Vivas, Ernesto Urbina, Daysi Gil, Hugo López, Manzula Rodríguez, Luis Ayala, Omar Yndriago, Yanet Gil - See more at: http://nuevaprensa.com.ve/node/13465#sthash.hXeWg4sI.v6ZXZqhu.dpuf
 
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