Indio Desnudo o Pellejo de Indio
Ramaje copioso e irregular del indio desnudo de un árbol visible en la quebrada de El Caballo en el cerro El Toro.
A pesar de la desforestación que padece el bosque de galería de la quebrada de El Caballo en el cerro El Toro, aún se conservan vivos estos indios desnudos, los de las izquierdas jóvenes y el de la derecha un ejemplar adulto.
En Upata este hermoso árbol pellejo de indio o indio desnudo, el representante más notable, reconocido y singular del género Bursera, ha sobrevivido a la devastación de los
bosques que circundan la ciudad, por lo que sigue siendo una especie
observable tanto en su zona norte, en las serranías de El Toro y sus
alrededores, también se exhibe en las colinas boscosas del Oeste, en los
sectores de Chapire, California, El Algarrobo y en general en gran
parte de las zonas campesinas del valle del Yocoima, habitando y
sobresaliendo su tronco brilloso en los manchones boscosos que se
alternan con sabanas y tierras de pastoreo o cultivo. Un magnífico
ejemplar muestra su belleza en la parte alta de la quebrada de El
Caballo, donde junto al roble, palo blancos, yiguires, aceitunos y hasta
zapateros, conforma el espeso manto selvático protector de este
escarpado torrente. En el área urbana de Upata no hemos observado este
árbol, que exclusivamente es una especie que crece en espacios
silvestres, nos parece que no sería descabellado intentar su siembra o
plantación, tal como se ha hecho en otras ciudades donde igualmente ha
logrado adaptarse a las condiciones del hábitat urbano.
Esta especie es típica de bosques secos recibe por nombre Caratero, resbala mono (Colombia). Caraña, indio desnudo, jiñocuabe (Costa Rica).Aceitero, almácigo, azucarero, cachibú (Cuba). Chacá, hinacahuite, palo chino, palo jiote (Guatemala). Copón, jinicuite, jiote, palo chino (Honduras, El Salvador). Chacah, hukup, palo mulato, quiote (México) Indio desnudo, jiñocuabo (Nicaragua). Indio Desnudo y Pellejo de Indio (Venezuela). Almácigo, carate, cholo pelao, indio desnudo (Panamá). Su nombre científico es Bursera simaruba L. Es una
especie de la familia de las Burseraceae, nativa de las regiones
tropicales de Américas desde el sudeste de EE. UU. (sur de Florida),
México, América Central, el Caribe, Brasil, Colombia y Venezuela. Es
un árbol pequeño a mediano, de hasta 25 m de altura y de 10 a 100
cm de diámetro en su tronco principal, el cual es cilíndrico, ramificado de baja a mediana
altura y copa irregular y dispersa. Las hojas son en arreglo
espiralado, pinnadas con 7 a 11 folíolos, cada folíolo es ovalado
ancho, de 4 a 10 cm de longitud y 2 a 5 cm de ancho.
Presenta características xerófitas, por lo que crece en los climas
semiáridos y de sabana de la Zona Intertropical. Su tronco y ramas
tienen un notable color cobrizo cuando llegan a ser adultos, lo que
explica su nombre por su parecido con el color de la piel de los
indígenas. Tiene una corteza interna verde y brillante, con
cloroplastos que ayudan en la fotosíntesis durante la estación
seca. Se desarrolla en cualquier parte, tanto en terrenos en pendientes como en zonas planas, suelos sueltos o rocosos. Es de crecimiento largo y
también de vida larga. Un ejemplo interesante de árbol con posible
empleo para reforestar pendientes, aunque sean muy inclinadas y en
suelos muy pobres.
Este árbol adulto ya ha cedido parte de su corteza en su parte inferior, como queda evidenciado en las huellas que presenta por la extracción de la capa más externa de su singular tronco.
En su Geografía Médica del Yuruari el Dr Eduardo Oxford destacaba en 1920 el uso "drástico" de la corteza del pellejo de indio, es decir como pulgante y en dosis más pequeñas como "enemagogo", para estimular el flujo sanguíneo en el área de la pelvis, el útero, y fomentar la menstruación. También incluye su uso como tónico sexual, para fomentar la vigorización y el funcionamiento normal de los órganos genitales.
En el libro de Plantas Medicinales de Panamá señalan los siguientes usos etnomédicos de este árbol: "En Centro América y el Caribe la decocción se utiliza frecuentemente para tratar anemia,afecciones gastrointestinales (cólico, diarrea, gastritis y hemorragia) (LOGAN, 1973) y respiratorias (asma, catarro, gripe, pulmonía, sarampión y tos ferina), dolores, fiebre, gota, mal de orine, hinchazón, paperas, sarampión y reumatismo. En México se usa como purgante y para molestias postparto. En Jamaica, la corteza se usa para tratar la presión alta y en Haití para tratar uretritis. La resina sirve para abscesos y ganglios inflamados. En las Bahamas, se usa como afrodisíaco. En México, el fruto y los retoños machacados se usan para neutralizar el veneno de las serpientes. Tópicamente se usa para hinchazones, inflamaciones, lavar heridas y baños...
La decocción se usa externamente en forma de baños, paños y compresas para tratar casos de reumatismo, inflamaciones, dolor de cuerpo, aire y diversas afecciones dérmicas (abscesos, dermatitis, erupciones, erisipelas, forúnculos, heridas, escrófulas, quemaduras). En Perú, la corteza seca se utiliza para dolores reumáticos y como analgésico, expectorante, purificador de la sangre y diaforético. La gomaresina se usa en Costa Rica para curar úlceras y enfermedades venéreas; en Panamá se usa para tratar heridas y es aplicada al ombligo del recién nacido .A la corteza se le atribuyen propiedades astringente: para producir una acción cicatrizante, antiinflamatoria y antihemorrágica; desinflamante, diurética, laxante, purgante, sudorífica y vulneraria: es decir para curar heridas y llagas".
Por su variedad de aplicaciones para curar enfermedades, lesiones, y por su efecto revitalizador del vigor y el adecuado funcionamiento del organismo, en Venezuela y en Upata se utiliza principalmente su corteza, por lo que no es raro observar las huellas o cicatrices que generan en el tronco del árbol las extracciones o cortes de esta parte externa de su tallo principal.
Jabillo
En esta formación boscosa en un fundo de La Carata en Upata se encuentran varios ejemplares jóvenes de jabillo, confundidos con otros árboles autóctonos de la zona.
A pesar de ser una planta muy apreciada en los planes de arborización de grandes ciudades como Caracas o los ejes metropolitanos al norte del Orinoco, en Guayana la especie no forma parte destacada del patrimonio florístico de nuestras poblaciones. En Upata no reconocemos ningún jabillo en particular en su área urbana, tan sólo hemos podido identificar a la distancia y en propiedad privada algunos ejemplares en
el sector La Carata, 4 kilómetros al Norte de la ciudad, en un área
boscosa del valle alto que antecede la serranía circundante de La Mesa, Copeyal y La Vaca.
También por referencia sabemos de la existencia del famoso jabillo del cerro Tomasote, cerca de la carretera Upata Guasipati, en especial uno enorme con un diámetro de casi 4 metros a la altura del pecho y unos 40 metros de altura, que causa admiración entre los pocos excursionistas, exploradores o baquianos que han tenido la oportunidad de contemplarlo. Posiblemente en las faldas de los cerros ferríferos de la parroquia Andrés Eloy Blanco al oeste de Upata, tengamos algunos jabillos en su espeso bosque o al piedemonte de esta colina, de allí posiblemente provenga el nombre de la comunidad Los Jabillos, ubicada entre El Corozo y Primera Agua en la vía al cercano pueblo de El Pao, antiguo centro de extracción de mineral de hierro, cuya mina por cierto fue cerrada en 1996.
Esta imagen del famoso jabillo de la serranía Tomasote, entre Upata Guasipati y El Palmar, revela la magnitud de dicho ejemplar adulto, los baquianos señalan que tiene una circunferencia de 12 metros y 25 centímetros, por lo que se le calcula una edad apreciable. Su diámetro a la altura del pecho DAP sería de casi 4 metros, y tiene una altura de 40 metros. La imagen está disponible en el portal mapio.net https://mapio.net/pic/p-20988333/
Su nombre científico es Hura crepitans, es un árbol de trópico que se distribuye en Centro y Sur América, en Venezuela, está ampliamente distribuido en los valles humedos de la cordillera de la costa y la cuenca
del lago de Maracaibo. Mide de 10 a 40 metros de altura,
con muchas espinas en su tronco principal y ramas, es muy frondoso, por lo que además de uso ornamental por su extendido porte ofrece mucha sombra. Sus hojas son simples, alternas, orbiculares, semejantes a corazones. Flores unisexuales
rojizas, agrupadas al final de las ramas. Su fruto es una capsula de
aproximadamente 8 centímetros que al explotar lanzan sus semillas a más de 40 metros. Su crecimiento es rapido, sistema
radical poco profundo y es de gran duración. Las hojas, latex y
semillas son tóxicas y producen inflamación en la piel y ojos si se
tiene contacto con ellas. Por lo tanto no se le recomiendan usos medicinales en la etnobotánica tradicional, salvo con mucho cuidado, si bien en su Geografía Médica del Yuruari el Dr Oxford en 1923 hacía mención a que con las almendras de la semilla se prepara una emulsión que se usa como vomitivo y a dosis más fuetes, como drástico energético. No obstante hay que tener mucho cuidado, recientemente hubo un caso de intoxicación múltiple cuando unos estudiantes en los Valles del Tuy estado Miranda consumieron la semilla y comenzaron a mostrar malestar, vómitos y otras reacciones orgánicas que ameritaron la urgente intervención médica.
Imágenes de Los Jabillos en la parroquia Andrés Eloy Blanco del municipio Piar, comunidad que le hace honor a esta especie arborea, donde se muestra la serranía ferrífera de El Pao con su exhuberante bosque tropical y sus viejas casas a orillas de la carretera.
En Bolivia al Jabillo, cuya denominación crepitans obedece al ruido intenso y violento que produce la explosión de las capsulas de sus semillas, se le conoce como ochoo, ceiba amarilla en Colombia y assacu en Brasil. Su madera es usada localmente en carpintería, en chapados y en ebanistería. Con los troncos ahuecados se fabricaban canoas. El látex ha sido utilizado para atontar los peces en las faenas de pesca. Medicinalmente se utilizó contra la lepra pero su uso es muy peligroso. Su fruto es utilizado en artesanía para confeccionar objetos de uso personal, adornos y bisutería no tradicional. Todavía no tenemos registro fotográfico de esta especie en Upata, está pendiente para su inserción en esta reseña.
Jobo
Ramas extendidas del jobo, mostrando su abundante carga, se trata de un ejemplar plantado en la urbanización Bicentenario de Upata.
Es una anacardia, muy abundante en patios y en zonas rurales de
Guayana, en particular en Upata, donde es fruta menor, pues su
consumo no es tan generalizado, debido a que no forma parte del
hábito alimenticio habitual de gran parte de la población, aunque en las zonas rurales sí es un rubro más apetecido por sus habitantes. Se conocen dos
variedades la Spondia Mombin y la Spondia lutea, ésta última de origen asiático.
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Poema al Jobo, autor Daniel Ruiz Correa
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La
Spondias mombin es una especie fanerógama de árbol en la familia
Anacardiaceae. Es nativa de América tropical, incluyendo las Indias
Occidentales. Se ha naturalizado en partes de África, India ,
Indonesia. Raramente se lo cultiva sino que es plantado o crece espontáneamente como árbol complementario en patios y fincas. La fruta, grande, tiene una
cáscara correosa y una fina capa de pulpa, que puede tanto comerse
fresca, o hecha zumo, concentrado, en gelatinas , y en sorbetes. En
Surinam se la usa en medicina tradicional, pues la infusión de las
hojas sirve para el tratamiento ocular de inflamación, diarrea,
venéreas. La semilla posee un contenido graso de 31,5%.
Jobo en la urbanización Libertador de Upata
Tiene
varios nombres comunes, el más conocido jobo (derivado del idioma
caribe). En el área caribeña se lo conoce como yellow mombin o
hog plum, en Jamaica spanish plum o gully plum. En Ghana, es hog plum
o ashanti plum. En Nigeria, su fruta es iyeye en el idioma yoruba, cajá en Brasil, taperibá, taperiba o mango ciruelo en Perú.
El
otro jobo (Spondias lutea), más abundante en Upata, según nos da a
conocer el Prof. Christian Cazabonne es originario de la América
tropical. Su fruto es una drupa amarilla. Es un árbol de grandes
dimensiones, de hasta 20 metros de altura, perteneciente a la familia
de las Anacardiáceas. Sus hojas son glabras, imparipinadas,
lanceoladas y alternas. Sus flores son blancas y están dispuestas en
panículas. Su fruto es una drupa amarilla con sabor agrio, semejante
a la ciruela y tiene el núcleo leñoso. Es originario de la América
tropical. Se usa como árbol de sombra; de fruto comestible y
medicinal. De su fruto se hace un helado llamado « posicle » en el
oriente venezolano. También le dicen ciruela jobo.
Uso medicinal. Decía el Dr Oxford en su obra citada que el cocimiento de las hojas de este árbol, que abunda en las selvas de Guayana, se emplea contra el reumatismo articular, en forma de baños tibios. Se pueden resumir sus usos señalando que igualmene este cocimiento de la corteza actuá contra los dolores musculares y para aplicar baños para combatir la parlesía ( debilidad muscular o pérdida parcial o total de la movilidad de los músculos por edad y otras causas) y en unciones para tétanos. Usado en lavativas, purga y cicatrica las úlceras rebeldes si ellas no provienen de venéreo. El fruto macerado en agua es vomitivo, la resina del árbol se usa para curar quemaduras y cicatrizar heridas, la raspadura de la corteza con papelón también es útil para sanar las heridas,
El cocimiento de
la corteza, actúa contra los dolores musculares.
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